martes, 3 de octubre de 2017

PERDIDA LUZ


RESEÑADO por Ángeles Sampedro Pérez para LIBROS, el 29 de Junio de 2014.

Buenos días, queridos LIBROS! Os saludo con este poemario que acabo de leer; es de Víctor Campio Pereira, un escritor orensano, y en él se leen poemas tan hermosos como el que te mando.
En esta antología predomina, antes que nada, la belleza formal y expresiva, y después, una característica gallega tan nuestra: la morriña, el dolor intrínseco, la saudade.
Feliz domingo!!

Nuestra querida Ángeles Sampedro nos ofrece un poema de esta escolma poética que nos ha emocionado


O POETA BAILA COA LÚA

"Nai: a lúa está bailando
na Quintana dos mortos.”
(Federico García Lorca)

Chove en Santiago pranto. A Berenguela
tanxe poldros de sombra, o vento brúa.
Transido corpo de galán, a lúa
na Quintana dos mortos baila e vela.

Baila na pedra a lúa. Para vela
—lourida pomba, namorada túa—
para vela bailar na noite núa
viñeches, Federico, a Compostela.

Na Quintana o luar tremelucía.
A lúa amoute. A lúa, bico a bico,
namoroute na pedra gris e fría,

pedra meiga con saibo a eternidade.
¡E volos dous bailando, Federico,
—a lúa e ti— mollados de saudade!

LA CASA DE BERNARDA ALBA ZOMBI


Esto no es una reseña, es pura incredulidad, nuestro amigo Dani Tavares dice el 25 de Junio de 2014.
¡Increíble pero cierto!

Sinopsis (Ed. Catedra)
"La casa de Bernarda Alba" constituye un exponente más de la capacidad de Federico García Lorca para aunar la tradición y la vanguardia por medio de un teatro simbólico de índole muy personal que le sitúa entre los valores más destacados del canon internacional. El autor granadino continúa en el camino de la experimentación con temas, personajes y géneros de la tradición teatral, a los que presenta desde inusitadas perspectivas y filtra por el tamiz de unas modernas técnicas expresivas deudoras de las más renovadoras vanguardias del momento, junto con una profundización en las posibilidades connotativas de los símbolos. Esta nueva edición se basa en el autógrafo conservado en la Fundación Federico García Lorca.


LOS DOMINIOS DEL LOBO


RESEÑADO por Gissela Olaondo para LIBROS,  el 24 de Junio de 2014.

Primera novela de Javier Marías en la que demuestra su maestría desde muy tierna edad. Interesante.

Sinopsis (Ed. Anagrama)"Publicada por primera vez a los 19 años, Los dominios del lobo es la primera novela de Javier Marías.
La acción transcurre enteramente en EE.UU y los personajes son asimismo americanos, y esa América retratada es una divertida parodia y a la vez un homenaje al cine de los años dorados de Hollywood. Esta novela, con su estructura atrevida y fragmentada, su desparpajo inventivo, su intencionada utilización del tópico y su aplicación de una técnica narrativa que no elude la truculencia, se adelantó a su época y, vista desde hoy, se erige como una obra precursora de la más viva literatura actual. Partiendo de la aparatosa desintegración de la familia Taeger en 1922, el autor nos ofrece una verdadera catarata de aventuras trepidantes que cubren toda una gama de géneros: desde la novela negra hasta el melodrama, desde el relato de pasiones rurales hasta la guerra de Secesión, desde la intriga policíaca hasta las guerras de gánster de los años treinta o el exotismo del profundo sur".

Los dominios del lobo (fragmento)

La familia Taeger, compuesta por tres hijos —Milton, Edward y Arthur—, una hija —Elaine—, el abuelo Rudolph, la tía Mansfield y el señor y la señora Taeger, empezó a derrumbarse en 1922, cuando vivía en Pittsburgh, Pennsylvania.
En aquella época Edward tenía veinte años y estaba casi terminando sus estudios de historia en la Universidad. Sólo le quedaba un año y quería casarse muy pronto, en cuanto acabara la carrera. Su padre, Davison Taeger, era arquitecto, ganaba mucho dinero, y lo que más le preocupaba, igual que a su esposa Grace, era tener una posición digna y estar considerado como uno de los más distinguidos componentes de la alta sociedad de Pittsburgh. En aquellos tiempos ya lo había conseguido, y daba cada mes una gran fiesta a la que asistían, generalmente, más de doscientos invitados. Fue en una de aquellas fiestas donde comenzó la catástrofe familiar.
La tía Mansfield, hermana de la señora Taeger y viuda del proyecto de senador Archibald Mansfield, muerto en un accidente de aviación en 1919, había encajado muy bien, aparentemente, el fallecimiento de su marido, y nunca había hecho, en aquellos tres años, una escena de llantos o histeria. Sin embargo, por las noches, cuando nadie podía verla en su cuarto, sacaba una pequeña foto de su esposo que guardaba bajo llave en un cajón, y rezaba ante ella como si fuese la imagen de un santo. Después la besaba durante largo rato y se acostaba. Por supuesto, ninguno de los miembros de la familia sabía esto, y por ello les extrañó tanto lo que ocurrió en la fiesta correspondiente al mes de noviembre de 1922.
Aquel año no había sido posible organizar la del mes de octubre, pues el señor y la señora Taeger habían pasado el verano en Europa y habían regresado muy tarde, así que la de noviembre servía también para celebrar su vuelta y para dar la bienvenida al nuevo gobernador del Estado, el señor Ramsay Gilman, hombre de unos cuarenta y cinco años y a quien se auguraba un brillante porvenir.

EL OTOÑO DEL COMISARIO RICCIARDI


Cuarta entrega de la serie de novelas protagonizadas por el Comisario Ricciardi.

RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 23 de Junio de 2014.
El cuarto libro de la serie del comisario Ricciardi. Iban para 4 y se ve que lleva 8 o 9...
Se leen en orden estacional y es imprescindible seguirlo para entender los personajes. No hacerlo estropea la historia.
Una serie que ha ido decayendo, sin estropearse del todo, con el paso de los libros. Buenas historias pero personajes muy 'lentos' y es una pena.
Tiene una oportunidad ni que sea por la originalidad y el contexto histórico. Luego, cuestión de gustos.

Sinopsis (Ed. Lumen)
El Día de Todos los Santos de 1931 se acerca y en Nápoles llueve como si el cielo quisiera acompañar la tristeza del momento. A primera hora de la mañana, sentado en los peldaños de una escalera que lleva a Capodimonte, alguien descubre el cadáver de un niño: el pequeño cuerpo permanece sentado, dignamente compuesto, y a su lado descansa un perro.
Los trapos que cubren el cuerpo del chiquillo y su rostro consumido hablan por sí solos de miseria y soledad. Un investigador cualquiera habría pensado en una muerte natural por inanición, pero el comisario Ricciardi intuye que algo no encaja en las investigaciones rutinarias, y la autopsia no hace más que confirmar sus sospechas.
¿Quién puede haber querido matar a una criatura sin hogar y sin bienes que repartir? Empiezan los interrogatorios, las preguntas van desfilando, y cuando todo acabe las callejuelas de Nápoles ya no serán las mismas: algo frágil y poderoso como la misericordia ronda la ciudad y se queda en las manos del lector.
La serie del comisario Ricciardi fue elegida como una de las mejores del 2012, gracias a la solidez de las tramas y a la espléndida ambientación de estas novelas. Admirado por la crítica y el público italianos, y conocido ya en muchos países europeos, Maurizio de Giovanni es uno de los valores emergentes de la novela negra europea, digno compañero de Camilleri y Vázquez Montalbán.

El otoño del Comisario Ricciardi (fragmento)

2

Lunes, 26 de octubre de 1931 – IX
La llamada llegó a las seis y media, una hora antes de que terminara el turno de noche.
A Ricciardi no le disgustaba quedarse en la jefatura cuando le tocaba; casi siempre eran horas tranquilas en las que podía entregarse a la lectura o a un agradable duermevela en el sofá del cuarto contiguo a su despacho. Era bastante raro que el reposo o las reflexiones se viesen interrumpidas por un agente que llamara a la puerta, pidiendo su intervención.
Los delitos ocurren de noche, pero se descubren a lo largo de la mañana; la hora peligrosa era precisamente esa, cuando la luz del día levantaba el velo de las infamias que la oscuridad había ocultado la noche anterior.
Ricciardi acababa de lavarse en la pila del final del pasillo cuando vio al sargento Maione subir con fatiga el último tramo de escaleras.
—Comisario, no podían esperar a que terminara nuestro turno, claro que no. Hemos recibido una llamada telefónica, un señor del Tondo di Capodimonte. Dice que se ha encontrado allí a una lechera con una cabra llorando.
Ricciardi consideró la cuestión mientras se secaba las manos.
—¿Y ahora también nos llaman cuando las lecheras lloran? Por cierto, ¿quién llora, ella o la cabra?
Maione tendió los brazos, jadeando todavía tras haber subido las escaleras corriendo.

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA


RESEÑADO por Rosi Torres Marino para LIBROS,  el 21 de Junio de 2014.
No hubo sorpresas, me gustó muchísimo, no podía ser de otra manera.
Gran Cicerone Gabo para hacerle a uno viajar por el tiempo, el espacio y los sentimientos.
Anoté, frases y frases, párrafos y párrafos....una delicia de libro

Sinopsis (Ed. Sudamericana)
La historia de amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, en el escenario de un pueblecito portuario del Caribe y a lo largo de más de sesenta años, podría parecer un melodrama de amantes contrariados que al final vencen por la gracia del tiempo y la fuerza de sus propios sentimientos, ya que García Márquez se complace en utilizar los más clásicos recursos de los folletines tradicionales. Pero este tiempo —por una vez sucesivo, y no circular—, este escenario y estos personajes son como una mezcla tropical de plantas y arcillas que la mano del maestro modela y fantasea a su placer, para al final ir a desembocar en los territorios del mito y la leyenda. Los zumos, olores y sabores del trópico alimentan una prosa alucinatoria que en esta ocasión llega al puerto oscilante del final feliz.

El amor en los tiempos de cólera (fragmento)
"Terminaron por conocerse tanto, que antes de los treinta años de casados eran como un mismo ser dividido, y se sentían incómodos por la frecuencia con la que se adivinaban el pensamiento sin proponérselo, o por el accidente ridículo de que el uno se anticipara en público a lo que el otro iba a decir. Habían sorteado juntos las incomprensiones cotidianas, los odios instantáneos, las porquerías reciprocas y los fabulosos relámpagos de gloria de la complicidad conyugal. Fue la época en que se amaron mejor, sin prisa y sin excesos, y ambos fueron mas conscientes y agradecidos de sus victorias inverosímiles contra la adversidad. La vida había de depararles todavía otras pruebas mortales, por supuesto, pero ya no importaba: estaban en la otra orilla. "



LA GANGRENA


RESEÑADA por Noelia Vallina para LIBROS,  el 14 de Junio de 2014.
Por recomendación de otros lectores y como homenaje a Mercedes Salisachs, estoy leyendo "La gangrena", y siento un déjà vu cuando se refiere al referéndum sobre monarquía o república, los altercados con los independentistas catalanes...esta mujer fue una visionaria! Igual es que son problemas muy viejos aún sin resolver, no sé yo.
Por cierto, entretenida.

Esta novela se ha convertido en un clásico que leí hace mucho tiempo y que, quizás, sea el momento de releer. Tengo nostalgia de esa época en que los Premios Planeta eran un referente.

Sinopsis (Ed. Planeta)
La novela narra la vida de Carlos Hondero desde su niñez en los años de la Dictadura hasta la época actual en que ha acabado por convertirse en un hombre rico y poderoso. En el curso de este medio siglo, en dos líneas paralelas que a menudo se hacen convergentes, se va desarrollando de una parte la compleja historia personal del protagonista, sus humillaciones, su ambición, su vanidad, sus diferentes experiencias amorosas; de otra, la historia misma de España, reflejada en la ciudad de Barcelona, que constituye un importantísimo marco ambiental que a menudo influye decisivamente en la trayectoria intima de los personajes. De este modo, una narración tan ambiciosa, que abarca tan gran período de tiempo y mueve a cerca de doscientos personajes, es la crónica de un drama individual dentro de la gran crónica de la historia del país, de una ciudad y de sus más diversos ambientes sociales. Mercedes Salisachs ha sabido armonizar con un arte dúctil y profundo esta gran variedad de elementos narrativos para darles una vida propia que subyuga al lector, sin ningún género de dudas "La gangrena" es la mejor de sus novelas, la que evidencia una mayor madurez del talento literario de esta gran escritora.

La gangrena (fragmento)
"Pero su presencia era ya una tortura. Todo en ella me asqueaba. Las bolsas de sus ojos, su incesante repetirme que me quería, que no podía vivir sin mí, su columna vertebral, cada vez más descarnada, las clavículas prominentes que se empeñaban en abultar más que los senos, su cuerpo de mujer madura, su olor agrio a hembra mal lavada. Era peor que sentirse perseguido. A veces me sentía incapaz… cerraba los ojos pensaba en Estrella. "



LOS TECNÓLOGOS


RESEÑADO  por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 8 de Junio de 2014.
Diría que hace tiempo empecé un libro de un tal Matthew Pearl, algo sobre Dante o Dickens. Algo que parece que no me dejó mucha huella porque ni recuerdo el título ni recuerdo haberlo acabado.
Resulta que el señor Pearl ha ido escribiendo otras cosas, todas suuuuper recomendadas y best-sellerizadas como corresponde con todo lo que viene del otro lado del charco.
Y claro, tanto viene la montaña al profeta que al final piqué con 'Los tecnólogos'.
El nacimiento del Instituto Tecnológico de Massachusetts en el Boston de mediados - finales del XIX y como la ciencia puede ponerse de lado del bien o del mal.
Si fuera una peli de Hollywood además del montón de finales en falso de esos de 'este es el malo. ¡Ay, no!' y de tener al protagonista, al amigo del protagonista, al negro, a la rubia, a la princesa, a los pandilleros malos y al malo malísimo, tendría un montón de efectos especiales y de escenas 3D para que el dinero que te gastas en palomitas sirva para algo.
¿Lo más interesante de la novela? Saber con quien se queda la rubia.
Ni para palomitas al borde de la piscina el día más caluroso de verano.

Sinopsis (Ed. Punto de Lectura)
Un apasionante thriller histórico del autor de El club Dante
Boston, 1868. El Instituto de Tecnología de Massachusetts se ha adjudicado la misión de utilizar la ciencia en beneficio de todos. Sin embargo, cuando los instrumentos de navegación de los buques se descontrolan inexplicablemente, una implacable sombra se cierne sobre el MIT. Armados de ingenio y de su extraordinaria formación científica, los mejores estudiantes de la primera promoción del Instituto ––Marcus Mansfield, un discreto veterano de guerra de gran talento; el irreprimible Robert Richards; Edwin Hoyt, el genio de la clase, y la recién llegada y brillante Ellen Swallow–– formarán una sociedad secreta para salvar vidas inocentes e investigar la verdad.Una nueva guerra ha comenzado: entre el pasado y el presente, entre la tradición y la tecnología. Los Tecnólogos retrata un mundo peligrosamente cercano al nuestro.
«Matthew Pearl es la nueva estrella deslumbrante de la ficción literaria. Un autor superdotado.» Dan Brown«La compleja trama ideada por Pearl deja a los lectores sorprendidos e intrigados… El club Dante, La sombra de Poe y El último Dickens fueron todas ellas bestsellers. Su última obra, otro thriller histórico-literario, parece destinada a formar parte de este club de élite.» Booklist«Brillante y erudito.» The New York Times

Los Tecnólogos (fragmento)

Libro primero

INGENIERÍA CIVIL Y TOPOGRÁFICA

I
4 de abril de 1868

Con sus líneas orgullosas visibles de manera intermitente a través de la niebla de madrugada, el Light of the East era tal vez el barco más alegre que había llegado jamás a Boston. Varios marineros, con los rostros barbudos bronceados y pelados por el exceso de sol, partían las últimas raciones de nueces con los puños o los tacones de las botas, mientras entonaban alguna vieja canción sobre novias dejadas atrás. Después de los furiosos vientos de marzo, los mares embravecidos, los puertos peligrosos, el trabajo agotador y las experiencias más extremas, al llegar a puerto les darían una buena paga y les dejarían en libertad para gastársela en los innumerables placeres de la ciudad.
El navegante mantenía la proa firme, con la mirada puesta en los instrumentos, mientras esperaban a que la niebla se dispersara lo suficiente para que el barco del práctico viera su señal. Aunque el puerto de Boston se extendía en una superficie de ciento noventa y cuatro kilómetros cuadrados, sus canales eran tan estrechos (los habían estrechado con fines defensivos) que dos barcos grandes no podían cruzarse sin ayuda del práctico del puerto.
El austero capitán del Light, el señor Beal, recorría la cubierta con un aire de satisfacción poco frecuente, intensificado por la alegría de sus hombres. Beal se imaginaba el barco del práctico que atravesaba la niebla hacia ellos, el piloto vestido como un enterrador, saludando con indiferencia y aliviando a Beal —por una vez— de sus responsabilidades. Luego llegaría la vista de los muelles y los embarcaderos, las sólidas naves de granito que nunca eran lo bastante grandes como para albergar todo el cargamento extranjero que traían los barcos mercantes y, más allá, la cúpula dorada del Capitolio del estado en el horizonte, el cráneo reluciente de la ciudad más inteligente del mundo.
En los últimos años, cuando tantos hombres estaban regresando de combatir en la rebelión, hasta los más modestos comerciantes de Boston se habían convertido en auténticos empresarios, acosados como estaban por un exceso de mano de obra. La ciudad había vivido orgullosa de su historia desde la época en la que era poco más que una pintoresca aldea, pero Beal tenía la edad suficiente para saber lo artificial que era su rostro de modernidad. Las colinas que antes ondulaban la ciudad se habían allanado, y sus escombros se habían empleado para rellenar diversos estrechos y bahías, cimientos de calles y barrios nuevos, y muelles como el que pronto iba a darles la bienvenida. Recordaba cuando los Jardines Públicos no eran más que una llanura de barro que señalaba los límites naturales de Boston.
Se oyó el rugido de una chimenea de algún barco invisible que comenzaba su viaje o tal vez, como ellos, se aprestaba a terminarlo, y Beal experimentó un solemne sentimiento de camaradería con todos los viajeros desconocidos. Mientras miraba la luna en cuarto creciente y pensaba en que pronto tendría suficiente luz para trazar el rumbo incluso en esta desagradable niebla, su placentero ensoñamiento se vio roto por una luz brillante que resplandecía sobre el agua. El capitán se inclinó hacia delante y vio cómo surgía de la bruma un bote salvavidas atrapado en la corriente, justo en el recorrido de su proa.