lunes, 21 de agosto de 2017

UN COMUNISTA EN CALZONCILLOS


Creo que es la novela más autobiográfica de Claudia Piñeiro y, también, podría ser la mía.
Otro país, otra época o casi la misma, otros colegios, otras dictaduras, otras piscinas y otros veranos, pero me siento como si estuviese leyendo una parte de mi historia, como si hubiese vivido en la Argentina de Isabelita y mi padre fuese ese "comunista en calzoncillos" tierno y duro, silencioso y hablador, que todo lo comprende y no comprende nada.
Diferente a otras novelas de Piñeiro, pero aun así me ha gustado y la recomiendo¡

Un comunista en calzoncillos (fragmento)

"Ese verano, el verano siguiente a que lo despidieran de su trabajo, mi padre sostuvo la economía familiar vendiendo turboventiladores. Los turboventiladores eran, en aquel entonces, lo más novedoso que se podía encontrar para aliviar el calor del conurbano bonaerense. Y ese verano, el verano de 1976, hizo mucho calor en Buenos Aires y sus alrededores. Nosotros éramos de los que vivían en “sus alrededores”. “Gracias a Dios, hace calor”, decía mi padre, que no creía en dios alguno. Yo sí, todavía. Por las noches, cuando me acostaba, rezaba para que al día siguiente la temperatura llegara a valores aún más altos. Y pedía que no lloviera; cuando llueve refresca, con mis trece años ya lo sabía. Como también sabía que si hacía calor mi papá vendía muchos “turbos”, forma abreviada con la que llamábamos en nuestra casa a esos aparatos. Que si mi papá vendía muchos turbos volvía contento. Y que si él estaba contento, mi casa estaba tranquila.
“Los turboventiladores le traen alivio al pueblo.” Así decía mi padre. Y yo le creía. Por ese entonces, no conocía a nadie que tuviera en su casa aire acondicionado y los ventiladores comunes habían quedado desactualizados frente a esos artefactos cuadrados que podían inclinarse en distintas posiciones y que en los modelos más sofisticados permitían que la parrilla plástica frontal girara en sentido contrario a las paletas internas distribuyendo el aire de forma más equitativa. “Distribución de aire equitativa”, ésa era la frase exacta que mi papá usaba cuando ofrecía los turboventiladores más caros a los posibles clientes. La frase del alivio del pueblo la usaba sólo dentro de casa y la decía con entonación, como si imitara el discurso de un político. Salía por la mañana, con el baúl del auto cargado, y recorría las calles que el día anterior había marcado con fibra roja en fotocopias de la guía Filcar. Tocaba los timbres de cada casa ofreciendo el producto. Había turbos blancos, beige, símil madera y grises; no sé si eran lindos, pero a mí me parecía que lo eran. Sin embargo, nada es perfecto. Tampoco un turboventilador. Y el peor defecto que tenían no era el ruido que hacían sino la tierra que se juntaba entre las varillas de la parrilla frontal. Pero de eso, de los defectos, nunca hablé con mi papá. Ni del ruido ni de la tierra acumulada. Al turbo que teníamos en casa yo misma, todos los días, le repasaba las varillas con una franela, una por una, para que él no notara la suciedad."

domingo, 20 de agosto de 2017

MAR DE MAÑANA


Hay una palabra que define lo que sentimos los gallegos, aún dentro de nuestra tierra, morriña. Margaret Mazzantini relata en esta novela corta una historia de morriña, aunque no de gallegos.
El desarraigo elevado a categoría lírica por un lenguaje magnífico y unos sentimientos tan puros que estremecen.
Hoy, día morriñento en Galicia, me la he leído de un tirón y no será lo último que lea de esta escritora.
La recomiendo¡¡

Mar de mañana (fragmento)

Farid y la gacela

"Farid nunca ha visto el mar, nunca ha entrado en él.
Se lo ha imaginado muchas veces. Punteado de estrellas como la capa de un pachá. Tan azul como el muro azul de la ciudad muerta.
Ha buscado conchas fósiles enterradas hace millones de años, cuando el mar penetraba en el desierto. Ha perseguido los peces lagartija que nadan por debajo de la arena. Ha visto el lago salado y el lago amargo y los dromedarios color de plata avanzar como raídos barcos piratas. Vive en uno de los últimos oasis del Sáhara.
Sus antepasados pertenecían a una tribu de beduinos nómadas. Se detenían en los uadi, los lechos de los ríos cubiertos de vegetación, para montar allí sus tiendas. Las cabras pastaban, las mujeres cocinaban sobre las piedras ardientes. Jamás abandonaron el desierto. Sentían cierta desconfianza hacia la gente de la costa, mercaderes, corsarios. El desierto era su casa, abierta, ilimitada. Su mar de arena. Jaspeado por las dunas como la piel de un jaguar. No poseían nada. Tan solo huellas de pasos que la arena volvía a tapar. El sol movía las sombras. Estaban acostumbrados a resistir la sed, a desecarse como dátiles, sin morir. Un dromedario les abría camino, una larga sombra retorcida. Desaparecían en las dunas.
Somos invisibles para el mundo, pero no para Dios.
Se desplazaban con este pensamiento en el corazón."

INFERNO


"LASCIATE OGNI SPERANZA O VOI CH'ENTRATE"
Pues eso¡¡¡

Esta es la opinión de mi querida Calipso Breogán:

RESEÑADA por Calipso Breogán para LIBROS el 30 de Diciembre de 2013.
He terminado Inferno de Dan Browm. Como todos lo libros de este escritor, me ha resultado entretenido. Aunque un poco predecible, y el final no me ha gustado nadiña.
Pero vamos para pasar las tardes de poco trabajo , va perfectamente.


Otra opinión de nuestro amigo Ricardo Cortat:

RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS, el 14 de Julio de 2013.
Listo el 'Inferno' de Dan Brown.
Sinceramente, mejor de lo que esperaba. No es lo más de lo más pero mejora sustancialmente lo último que había escrito.
Habría que darle la Medalla al Mérito Turístico de Florencia y un par de ciudades más, por la publicidad encubierta que hace de ellas.
Desde luego para fans. O palomiteros.



Sinopsis (Ed. Planeta)
En el corazón de Italia, el catedrático de Simbología de Harvard, Robert Langdon se ve arrastrado a un mundo terrorífico centrado en una de las obras maestras de la Literatura más imperecederas y misteriosas de la Historia: «Infierno» de Dante. Con este telón de fondo, Langdon se enfrenta a un adversario escalofriante y lidia con un acertijo ingenioso en un escenario de arte clásico, pasadizos secretos y ciencia futurista. Apoyándose en el oscuro poema épico de Dante, Langdon, en una carrera contrarreloj, busca respuestas y personas de confianza antes de que el mundo cambie irrevocablemente.

Inferno (Fragmento)

PRÓLOGO

"Yo soy la Sombra.
A través de la ciudad doliente, huyo.
A través de la desdicha eterna, me fugo.
Por la orilla del río Arno, avanzo con dificultad, casi sin aliento… tuerzo a la izquierda por la via dei Castellani y enfilo hacia el norte, escondido bajo las sombras de los Uffizi.
Pero siguen detrás de mí. Sus pasos se oyen cada vez más fuertes, me persiguen con implacable determinación.
Hace años que me acosan. Su persistencia me ha mantenido en la clandestinidad…, obligándome a vivir en un purgatorio…, a trabajar bajo tierra cual monstruo ctónico.
Yo soy la Sombra.
Ahora, en la superficie, levanto la vista hacia el norte, pero soy incapaz de encontrar un camino que me lleve directo a la salvación…, pues los Apeninos me impiden ver las primeras luces del amanecer. Paso por detrás del palazzo con su torre almenada y su reloj con una sola aguja…; me abro paso entre los primeros vendedores de la piazza di San Firenze, con sus roncas voces y su aliento a lampredotto y a aceitunas al horno. Tras pasar por delante del Bargello, me dirijo hacia el oeste en dirección a la torre de la Badia y llego a la verja de hierro que hay en la base de la escalera.
Aquí ya no hay lugar para las dudas.
Abro la puerta y me adentro en el corredor a partir del cual —lo sé — ya no hay vuelta atrás. Obligo a mis pesadas piernas a subir la estrecha escalera… cuya espiral asciende en suaves escalones de mármol, gastados y llenos de hoyos.
Las voces resuenan en los pisos inferiores. Implorantes."

LA CABAÑA DEL TÍO TOM


En el aniversario del nacimiento de Harriet Beecher Stowe he recordado tiempos lejanos, de lecturas y meriendas, de verano y diversión.

La cabaña del tío Tom (fragmento)
" -¿Qué falta os hace el niño?
-¿Qué falta me hace? Son artículos de fantasía que dan brillo a los depósitos. Los ricos suelen pagarlos muy bien. Es un género que deja mucha ganancia; y este travieso chiquillo, que tan bien canta y representa, me proporcionaría un gran negocio.
-No quiero venderle por ahora- dijo mister Shelby. Soy humano me es imposible arrebatar un hijo a su madre.
-¡Oh! sí, vos le arrebataréis Pero en resumidas cuentas, ¿qué sucederá si separáis el hijo de la madre? Que un par de semanas después de la aparición del chico, todo volverá a su antiguo ser y estado.
No soy aficionado a prodigarme elogios a mí mismo; pero si hablo de este modo, es porque es la pura verdad; soy uno de esos que han conducido las mejores manadas de esclavos, no sólo una vez, sino ciento; y siempre los he vuelto gordos y con buena salud, no habiéndose muerto más que uno que otro, esto lo debo a mi humanidad…. y merced a este sistema humanitario he realizado muy buenas especulaciones; y como suele decirse, cada negro me ha dejado un bonito lucro en su tránsito. "

¿Os acordáis?, pues si no es así ahí lo tenéis para recordar:

LAS CENAS DEL CLUB DE LOS SÁBADOS


Sólo les voy a decir una cosa acerca de esta novela, si la ven, huyan¡¡¡¡¡

Sinopsis (Ed. Alevosía)
Tres años antes, el mundo de Eve se derrumbó cuando el hombre de su vida, Ethan, la abandonó de un día para otro sin dar la más mínima explicación. Sin embargo ahora, a punto de entrar en la treintena, parece que está a punto de alcanzar de nuevo la felicidad completa: tiene el ilusionante proyecto de crear su propio negocio, un café en el barrio de moda de Londres en el que servirá sus deliciosas tartas caseras, y un novio encantador, Joe, que la convence de participar en «El Club de las Cenas de los Sábados», el popular concurso que organiza el periódico donde él colabora y que cada semana premia al mejor cocinero y anfitrión de una cena completa. Quizás así consiga algo de financiación extra y de publicidad gratuita para su café. Eve será la primera concursante en recibir a los invitados, y la sorpresa será mayúscula...

Si alguna duda les "corroe", lean el inicio de la novela....sin palabras:

Las cenas del Club de los Sábados (fragmento)

1"La vida tiene la rara habilidad de plantarte delante, justo cuando menos te lo esperas, tus problemas sin resolver más escabrosos. Todo el mundo lo sabe; yo, la primera. Es una ley no escrita que precisamente cuando todo te sonríe, la vida te da un palo que te deja doblado. Aun así, cuando abrí la puerta para recibir a los invitados a la cena aquella bochornosa noche de sábado de principios de junio, no esperaba en absoluto ver allí de pie en toda su estatura a mi problema escabroso sin resolver de un metro ochenta y cinco, con una botella de Chablis perlada de humedad y un ramo de amapolas coloradas en las manos.
–¡Dios mío! –exclamó estupefacto, echándose hacia atrás y tropezando con la ensortijada glicinia de flores malvas que colgaba del enrejado–. ¿Eve?
Se me cortó la respiración. No daba crédito a lo que veía. Parpadeé. Se me abrió la boca. Era mi ex, Ethan Miller. Nos miramos de arriba a abajo. Ethan soltó una risita ahogada mientras yo contenía el repentino impulso de echarme a llorar. No se me ocurría qué decir. Me quedé mirándolo boquiabierta, olvidándome de respirar.
No era para menos. Hacía tres años que Ethan se había largado repentinamente sin avisar, desapareciendo de mi vida como una estrella fugaz se desvanece en el cielo nocturno. De pronto lo tenía delante, y fue como si las manecillas del reloj giraran velozmente en sentido contrario, rebobinando todos aquellos días, semanas, meses y años desde que Ethan se había ido. Me recobré y traté de cerrar la puerta, pero Ethan encajó en el hueco su zapato Patrick Cox del número cuarenta y seis. Debo reconocer que no opuse mucha resistencia. Respiré hondo y dejé que la puerta se abriera sin soltar el tirador, agarrándome a él con tanta fuerza que los nudillos se me pusieron blancos.
–¡Santo Dios! –dijo Ethan, con los ojos redondos como platos–. No me lo puedo creer. Han pasado casi tres años."

UNA HABITACIÓN CON VISTAS


Para los anglófilos que pululan por esta página y para los que no lo son, recomiendo esta novela.
Dos inglesas, Florencia y una habitación con vistas.....deliciosamente convencional y totalmente british¡

Sinopsis
Publicada en 1908, UNA HABITACION CON VISTAS es una de las novelas más deliciosas y entrañables de E. M. Forster. Situada entre una Florencia todavía virgen del azote del turismo pero integrada en el “grand tour” de los viajeros europeos y la rígida Inglaterra victoriana, la novela desarrolla una historia de amor y sentimientos encontrados en cuyo transcurso Lucy Honeychurch, joven perteneciente a la buena sociedad inglesa, intenta abrir camino a su personalidad superando el obstáculo de las convenciones sociales. En estas páginas llenas de ironía y sutil humor que llevó al cine en su día James Ivory, Forster despliega una variada y atractiva galería de personajes y de sugerentes contrastes que hacen de ella una obra inolvidable.

Una habitación con vistas (fragmento)
" El viajero que ha ido a Italia a estudiar los valores táctiles de Giotto, o la corrupción de Papacy, podría regresar recordando solamente el azul del firmamento y los hombres y mujeres que viven bajo su cielo.
(…)
Sucedía que Lucy, quien encontraba la vida diaria caótica, entraba en un mundo más estable cuando abría el piano. En ese momento no era respetuosa y condescendiente; no era una rebelde o una esclava. El reino de la música no es un reino de este mundo; acepta a aquellos que han sido despreciados igualmente por la enseñanza, el intelecto y la cultura. La persona común comienza a tocar, y se arroja en lo material sin esfuerzo, mientras nosotros observamos, maravillados como ellos huyen de nosotros, y pensamos como podríamos idolatrarlos y amarlos, podrían ellos descifrar sus visiones en palabras humanas, y sus experiencias en acciones humanas.
(...)
La vida escribió un amigo mío, es una ejecución pública del violín, en la que aprendes a tocar el instrumento mientras interpretas. "

Hay una excelente película, basada en la novela, dirigida por James Ivory e interpretada por Elena Boham-Carter y Daniel Day-Lewis, entre otros excelentes actores.
https://www.filmaffinity.com/es/film336794.html

EL HUEVO DE ORO


Vigesimosegunda entrega de la serie protagonizada por el comisario veneciano Guido Brunetti.

"Un Brunetti al año no hace daño, pero es costumbre más sana uno cada semana......."

Ya hacía muchas semanas que no disfrutaba de la vida, los pensamientos y las investigaciones del inefable Guido Brunetti y este se me ha hecho corto.
No es una de las mejores investigaciones de Brunetti pero si, una de las más personales, nuestro comisario en su salsa ayudando a los más desfavorecidos.
Me ha gustado, lo cual no es una novedad porque soy una fan irredenta de este gran hombre y su familia, la personal y la policiaca¡¡¡

El huevo de oro (fragmento)
" Brunetti estaba con ella el día que hubo un tiroteo y murió un hombre, pero nunca la había visto así. Su elegante imparcialidad e ironía habían desaparecido y las había reemplazado una ira tangible que él mismo percibía desde su lado del escritorio.
Brunetti frunció el ceño.
—¿No crees que estás exagerando?
—Claro que sí —le espetó ella, aunque después se quedó callada el tiempo suficiente como para que la expresión de enfado se difuminara—. Aquí arriba no hay manera de zafarse de ello, lo respiráis en el aire del norte.
Enfrentado a su propia hipocresía y al hecho de que Claudia matizaría cualquier cosa que él dijese, Brunetti optó por permanecer en silencio. ¿Cómo podía decirle a su compañera que se estaba imaginando cosas, cuando la desconfianza que a él le despertaban los sureños tenía raíces más fuertes que las de su propia dentadura? Ambas habían tomado forma ya en la niñez sin que él fuera consciente del desarrollo de ninguna de las dos.
Se preguntó si ella también había notado esa desconfianza en él. Tan pronto como Brunetti concluyó que de haberla notado no le habría mencionado el tema, recordó lo sutil que era su compañera, y eso lo sumió en la incertidumbre. Qué extraño le parecía el prejuicio, que tanto consuelo ofrecía, hasta que alguien se percataba de él.
Se pasó las manos por la cara y después por el pelo; era una señal visual de que estaba borrando todo indicio de una digresión.
—¿Qué hay de Vianello? —le preguntó.
—Está abajo. Acabo de hablar con él.
Brunetti sonrió e hizo un gesto con la mano que desestimaba la respuesta.
—No, me refiero a lo de mi amistad con él. Ibas a decirme algo sobre eso. —Viendo el alivio reflejado en la postura más relajada de su compañera añadió—: Creo que nos hemos desviado del tema.
Ella se sonrojó, y con ello volvió a recuperar toda su belleza, o su belleza la recuperó a ella.
—Lo siento, Guido, ya veo que no tienes ni idea.
Por un instante Brunetti temió que su compañera fuese a retomar el tema anterior, pero se quedó callada. "