viernes, 29 de junio de 2018

EL TIGRE



Primera novela de Joël Dicker, escrita a los 19 años, con la que se presentó a un concurso de relatos, es una novela corta que recrea la lucha de un hombre contra las fuerzas de la naturaleza y contra sus propios demonios. Un thriller interesante en la Rusia de principios del siglo XX que tiene el mérito de apuntar lo que vendría después.
La edición de Alfaguara, cuidadísima y las ilustraciones de David de las Heras, magníficas.
Interesante!!

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
El primer thriller del fenómeno mundial autor de La verdad sobre el caso Harry Quebert y El libro de los Baltimore. Un relato con el que desconcertó al jurado de un concurso de literatura juvenil.
En una preciosa edición ilustrada por David de las Heras.

A los diecinueve años Joël Dicker se presentó a un concurso literario juvenil con su relato largo El tigre. Más tarde, la presidenta del jurado le confesaría que lo habían desestimado porque no parecía creíble que una persona tan joven lo hubiera escrito. Ocho años después, Dicker obtuvo el Gran Premio de la Academia Francesa y el Premio Goncourt des Lycéens con La verdad sobre el caso Harry Quebert, que se convirtió en un fenómeno literario.
En este primer gran relato, deudor de sus admirados clásicos rusos y anglosajones, Dicker se enfrenta ya a sus temas preferidos (dilemas existenciales, las grandes preguntas, la violencia y la posibilidad de redención) y demuestra su extraordinaria capacidad de atraparnos con una historia poderosa y unos personajes que se graban a fuego.

El Tigre (fragmento)

«La noticia había corrido por San Petersburgo, la capital, como un reguero de pólvora. En ese canicular agosto de 1903, no se hablaba de otra cosa, desde los aterciopelados salones de los aristócratas hasta los hogares más humildes, que tiritaban deliciosamente de terror al amparo de la ciudad. Los niños jugaban a recrear el suceso y se divertían sorprendiendo a los que paseaban a orillas del Neva».


LA REPUDIADA


“El otro día, una de ellas pasó con los brazos al descubierto. Enseguida unos hasidim le tiraron piedras. ¿Crees que es normal vivir como vivimos?”
Esta novela corta, apenas, 70 páginas, encierra en ellas todo lo que de aberrante tienen las religiones, todo lo que de falta de libertad, anulación del pensamiento, intervención en los sentimientos y privación de todo derecho.
Está especialmente centrada en la historia de una mujer judía que habita en el barrio ortodoxo de Jerusalén, pero puede aplicarse a cualquier persona que deja que otros, en el nombre de ideas religiosas, dirijan su vida y le priven de lo más elemental, su libre albedrío.
No sólo destrozan la vida de la protagonista sino de su entorno.
Terrible y esclarecedora.
Muy recomendable!


Sinopsis (Ed. Punto de lectura)

Eliette Abécassis nos lleva al corazón de Meah Shearim, el barrio de los judíos ortodoxos de Jerusalén, para contarnos la historia de una mujer joven repudiada por su marido por no haberle podido dar un hijo. La autora nos ofrece un relato profundo y sensible de una mujer sometida a un claustrofóbico integrismo que la obliga a cumplir resignadamente la ley en nombre de Dios. 

La repudiada (fragmento)

“Aquí, en nuestro país, no nos casamos por amor. Nos casamos gracias al alcahuete. El amor aparece tras años de vida compartida, los hijos y todo lo cotidiano es lo que teje lazos de unión entre las personas. Por eso nunca había visto a mi marido antes de la boda.”
“Una hija de Israel tiene como único fin en la vida traer a este mundo niños judíos y posibilitar el estudio a su marido. Dios ha creado al hombre para que estudie, mientras que la inteligencia le ha sido dada a la mujer para que participe indirectamente en la vida de la Torá, preparando la comida, limpiando la casa y sobre todo, criando a los hijos.”

EL OSCURO CAMINO HACIA LA MISERICORDIA


A caballo entre la policiaca, la negra y la novela de carretera, El oscuro camino hacia la misericordia, nos cuenta la historia de dos niñas, un padre y un tutor legal a lo largo de unos días que cambiarán sus vidas para siempre.
No es una novela imprescindible pero está bien escrita y se lee con placer.
OJO: las editoriales deberían aprenderse el nombre de uno de los protagonistas antes de escribir la sinopsis o pedir al que la escribe que se haya leído la novela previamente.
Recomendable.

Sinopsis (Ed. Siruela)
Una historia de sangre, venganza, amor y expiación. Una vibrante y cautivadora road novel a medio camino entre Matar a un ruiseñor y las páginas más negras de Cormac McCarthy.

Wade Quillby es un perdedor, un tipo sin blanca y sin futuro que abandonó a sus dos hijas unos años atrás. Wade es además un forajido, un ladrón implicado en el robo a mano armada de un furgón blindado que transportaba más de catorce millones de dólares. Sin embargo, la noche en que irrumpe en la casa de acogida donde viven las pequeñas y huye con ellas a través de las infinitas carreteras de Carolina del Norte, solo es un hombre desesperado que no pretende más que recuperar el tiempo perdido y tener una nueva oportunidad como padre.

Pero Wade sabe bien que nunca en su vida ha logrado escapar a sus errores. Y tanto el tutor legal de las niñas como un errático personaje que lleva años fraguando su venganza y quiere verlo muerto a toda costa, son también conscientes de ello. Por eso no esperan que Wade pueda ganar la carrera a un pasado que siempre parece sacarle demasiada ventaja...

El oscuro camino hacia la misericordia (Fragmento)
Easter Quillby

Capítulo 1

"Wade se esfumó de nuestras vidas cuando yo tenía nueve años, y más tarde apareció de la nada el año que cumplí los doce. Para entonces me había pasado casi tres años oyendo cómo mamá le echaba la culpa de todo: desde que nos cortasen la luz hasta que Ruby y yo no tuviésemos zapatos nuevos para ir al colegio, y para cuando volvió yo ya tenía bien claro que era el fracasado que mamá siempre había dicho que era. Pero resulta que era mucho más que eso. También era un ladrón y, de haber sabido qué tipo de gente lo andaba buscando, jamás, para empezar, habría permitido que nos sacase de Gastonia, Carolina del Norte, a mi hermana pequeña y a mí. 
Mis primeros recuerdos de Wade son de cuando mi madre me llevaba al estadio de béisbol de Sims Field, mucho antes de morir. Mamá señalaba el campo y decía: «Ahí está papá». Yo no tendría más de tres o cuatro años, pero todavía hoy me veo mirando el campo interior y a los jugadores, que me parecían todos iguales con sus uniformes, y preguntándome cómo iba a distinguir a mi padre en un partido de béisbol si era idéntico a todos los demás. 
Ahora se me hace raro pensar en esto, porque el día que decidió volver a por nosotras reconocí a Wade nada más verlo sentado en las gradas frente a la línea de primera base. Para mí siempre había sido Wade, porque no me pegaba llamarle «papá» ni «papi» ni nada de lo que se supone que deben llamar los niños a sus padres. Los padres a los que los llamaban así hacían cosas por sus hijos que ni se me pasaba por la cabeza que Wade fuese a hacer por nosotras. Lo único que había hecho por mí era darme una hermanita llamada Ruby y la suficiente cantidad de historias como para que mamá se pasara el resto de su vida contándolas, pero mamá se murió justo antes de que yo cumpliera los doce, y esa fue la única razón de que Wade viniese a buscarnos a Ruby y a mí. "

miércoles, 24 de enero de 2018

CAÍDA LIBRE


"En qué momento dejó de atreverse a decir “no”? ¿Cuándo renunció a ser “ella”? ¿Por qué acepto perder la libertad? Estas son algunas de las preguntas que se plantea Emma..."

Sue Kaufman relata la vida de una mujer rica en New York cuando pierde pie y no es capaz de entender que ocurre.
Independientemente del lugar, la época, la clase social y otras circunstancias Emma representa un paradigma de las mujeres en la sociedad occidental, aparentemente todo va bien, en el fondo hay huecos tan oscuros y profundos que cuando tus pies los tocan entras en caída libre y nada, ni nadie puede detenerte; sólo tú puedes hacerlo.
Ácida e hilarante, a ratos, he disfrutado de la prosa de Kaufman y seguiré haciéndolo.

Sinopsis (Ed. Círculo de Tiza)
Y pensar que se había sentido culpable y avergonzada, que se había echado en cara su miedo a los cuerpos en caída libre.Emma podría considerarse una mujer afortunada. Casada con un prestigioso editor literario y madre de un adolescente, su vida se mece en la seguridad económica y la estabilidad familiar en un lujoso barrio de Nueva York.
Hasta que todo lo que conformaba su apacible horizonte se viene abajo.
Su tiránica madre muere después de una dolorosa enfermedad y ella misma sufre una dolencia de origen desconocido. Su delicada salud le obliga a contratar una asistenta latina que irrumpe en las vidas de todos como un huracán. Además, en medio del naufragio de lo que había sido una existencia privilegiada, Emma presencia la caída de un hombre desde un rascacielos, lo que es para ella la premonición de un mundo, el suyo, que se derrumba.
A partir de ahí, Emma comienza un repaso de su propia vida, jalonada de renuncias y sutiles humillaciones que han ido marcando su biografía. La sumisión femenina entendida como el código de conducta de la alta sociedad, la represión sistematizada de las mujeres, la resignación como alineación… Y la valentía para romper con todo, recuperar su identidad y arrancarse el miedo.
Caída Libre es el relato de porqué hay que tocar fondo para volver a tomar impulso. Contada con humor irreverente, la novela se mueve entre el milagro y el desastre. Un libro que demuestra que la liberación de la mujer, como toda revolución, empieza con el reconocimiento de una verdad que duele. Una novela construida con la mirada inteligente y afilada de la autora de Diario de un ama de casa desquiciada.

Caída libre (fragmento)

Una especie en extinción

Lunes, 8.21

—Em. ¿Has visto eso?
Emma rio.
—Fue lo primero que vi cuando volví del hospital. Pero no entiendo. ¿Acaso no lo habías visto tú antes?
—Sí, pero parece haberse expandido de un día para otro. Ocupa toda la jodida pared. ¿Y qué es? ¿Qué se supone que es? ¿Un ordenador o algo así?
—No. Le pregunté y me dijo que no.
—Tal vez un conjunto de consolas como las que tenían en el Centro de Control. ¿Te acuerdas de que le interesaban más las imágenes de Houston que las que transmitían en directo de la nave espacial o de la Luna?
—Me acuerdo. Y también se lo pregunté. Se puso muy molesto y me dijo que, si se le ocurriera construir algo así de tonto y arcaico (sí: arcaico), se las arreglaría para darle el aspecto que supuestamente debía tener. Dijo que esa era la apariencia necesaria: un montón de equipamiento eléctrico y componentes viejos.
—Sí. En fin. Sin duda es eso. ¿Y sirve para algo? ¿Funciona?
—¿… servir? ¿Funcionar?
—Bueno, que si se enciende o zumba o hace sonar campanitas.
Emma volvió a reírse.
—No. Faltaría más. Me juró que ninguno de los cables estaba conectado a los enchufes ni a baterías. Lo cual es un alivio. Porque menudo riesgo de incendios hubiera podido ser.
A juzgar por el sonido que hizo Harold, quedó claro que él hubiera preferido con mucho el riesgo de incendios.
Estaban los dos de pie ante la puerta del cuarto de su hijo, Benjy: Emma Sohier, pálida y débil por efecto de una enfermedad reciente, aún en pijama y en bata; Harold Sohier, robusto y rozagante, vestido para ir al trabajo, con el maletín en la mano. Eran las ocho y veintitrés minutos de una calurosa mañana de octubre. Benjy se había marchado al colegio a las ocho. Harold, a punto de salir, había pasado delante de la habitación de Benjy y se había parado en seco y llamado a Emma. Aun sintiéndose mareada, Emma había acudido a su lado, y miraban en un silencio desanimado aquella cosa que había llevado a Harold a detenerse: la pared izquierda cubierta de arriba abajo por estanterías, excepto en el espacio central que ocupaba un escritorio de arce con su silla. Un carpintero había colocado los estantes cuando se habían mudado el año anterior, y hasta hacía un mes estos habían albergado cosas acumuladas a lo largo de once años, las posesiones de un niño totalmente normal de once años que, como era obvio, era incapaz de tirar nada.

EN EL ABISMO


Teóricamente,  décima entrega de la serie de novelas protagonizadas por Erlendur Sveinsson, policía en Reikiavik, Islandia.


Otra tomadura de pelo, y van tres, no sé si propiciada por la editorial española o por el propio Indridason, eso me hace pensar que quizás ha llegado el momento de abandonar.
Publicitada como la decima entrega de la serie de novelas protagonizadas por el inspector Erlendur Sveinsson, nuestro inspector brilla por su ausencia (ya lo hizo en la entrega anterior, retitulada como Río Negro) y si en la ...novena entrega, la protagonista era Elinborg (compañera de comisaría); en esta ocasión el protagonista es Sigurður Óli, otro compañero de comisaría.
Pues bien, al margen de la trama, el mayor interés de las novelas de Indridason, en mi caso, es Erlendur Sveinsson, su compleja personalidad, sus relaciones personales, su proceso deductivo y su capacidad de introspección; ausente Erlendur la calidad y la negrura bajan muchos enteros....
Tendré que pensar si sigo leyendo a Indridason.

Sinopsis (Ed. RBA)

El agente Sigurður Óli tiene serios problemas. Tras haber aceptado ir a ver a una pareja de chantajistas para hacerle un favor a un amigo, Sigurður Óli se encuentra con que la mujer yace en medio de un charco de sangre. Cuando esta fallece en el hospital, el agente se enfrenta a la investigación sin poder justificar qué hacía en la escena del crimen.

En el abismo (fragmento)

1
Sacó la máscara de cuero de la bolsa de plástico. No era ninguna obra de arte, y no le había quedado todo lo bien que a él le hubiera gustado, pero le serviría.
Lo que más temía era toparse con algún agente de policía por el camino, aunque, de todas maneras, pasaba totalmente desapercibido.  La bolsa contenía otros objetos además de la máscara. Había comprado dos botellas de brennivín en la licorería, y un martillo contundente y un clavo en la tienda de bricolaje.
El día anterior había adquirido el material necesario para elaborar la máscara en un mayorista que importaba piel y cuero. Se había afeitado con esmero y se había puesto sus mejores galas. Sabía lo que necesitaba y lo había encontrado sin dificultad: cuero, hilo y una buena aguja de zapatero.
A esas horas de la mañana las calles estaban prácticamente desiertas, así que no corría el riesgo de ser visto. Con la cabeza agachada para evitar mirar a quien pudiera pasar, caminaba a grandes zancadas hacia la casa de madera de la calle Grettisgata. Bajó a toda velocidad las escaleras de acceso al sótano, abrió la puerta, entró rápidamente y cerró con cuidado.
Se detuvo en la penumbra. Ahora ya conocía la distribución de las habitaciones y podía orientarse a oscuras. Al fin y al cabo, no era un apartamento de grandes dimensiones. El baño carecía de ventanas y se hallaba al final del pasillo, a la derecha. La cocina se encontraba en el mismo lateral, con una gran ventana que había tapado con una manta gruesa, orientada hacia el patio trasero. Enfrente de la cocina estaba el salón y, a su lado, el dormitorio. La ventana del salón, también tapada con cortinas recias, daba a Grettisgat. Al dormitorio solo se había asomado una vez; en lo alto de la pared había otra ventana, esta vez cubierta por una bolsa de plástico negra.
En lugar de encender la luz, buscó la vela que guardaba en el estante del pasillo, la encendió con una cerilla y el resplandor fantasmal de la llama lo guio hacia el salón. Escuchó los gritos ahogados del malnacido, sentado en una silla con las manos atadas al respaldo y la boca amordazada.


LA VEGETARIANA


“«Todo esto no tiene ningún sentido.
No puedo aguantar más.
No puedo seguir adelante.
No quiero seguir adelante.»
Volvió a recorrer con la vista los objetos de la casa. Nada de lo que había allí era suyo. Del mismo modo que su vida no había sido nunca su vida.”
...

Recomendadísima, por diversos medios y amigos, por fin me he decidido a leer La vegetariana, novela un tanto antigua que ha florecido gracias al Man Booker Prize 2016.
La vegetariana cuenta la historia de una mujer coreana, a tres voces:
- La de su marido, un espécimen egoísta y despreciable que justifica todo lo que hace sin pensar en nada más que en si mismo.
- La de su cuñado, un "artista" vago y autocomplaciente que vive sin trabajar porque su esposa trabaja 24 h al día.
- La de su hermana mayor, perfecta, exitosa y obsesiva.
Todos nos cuentan la historia y ninguno llega al fondo del sufrimiento de una mujer que en su delirio se autodestruye para purificarse.
Muchos la comparan con La metamorfosis porque todo nace de un sueño, pero La vegetariana es una exploración de la violencia contra las mujeres y de la violencia que las propias mujeres ejercen contra si mismas.
La novela es violenta, sórdidamente violenta y original, sórdidamente original.....
Me ha gustado, pero no tanto como esperaba.

Sinopsis (Ed. RATA)
La vegetariana relata la historia de una mujer corriente, Yeonghye, que por la simple decisión de no volver a comer carne convierte una vida normal en una perturbadora pesadilla. Narrada a tres voces, La vegetariana cuenta el desprendimiento progresivo de la condición humana de una mujer que ha decidido dejar de ser aquello que le obligan a ser. El lector, como un pariente más, asiste atónito a ese acto subversivo que fracturará la vida familiar de la protagonista y transformará todas sus relaciones cotidianas en un vórtice de violencia, vergüenza y deseo.

La vegetariana (fragmento)
"Antes de que mi mujer se hiciera vegetariana, nunca pensé que fuera una persona especial. Para ser franco, ni siquiera me atrajo cuando la vi por primera vez. Ni muy alta ni muy baja, con una melena que no era ni muy larga ni muy corta, tenía la piel descamada y amarillenta, ojos sin pliegues, pómulos ligeramente prominentes y vestía ropas sin color como si tuviera miedo de verse demasiado personal. Calzada con unos zapatos muy sencillos, se acercó a la mesa en que yo estaba sentado, con un paso que no era ni rápido ni lento ni enérgico ni débil.
Me llenó la nariz el olor a perro que las semillas de perilla no lograban tapar. Recuerdo sus ojos reflejándose en la sopa, los ojos con los que me miraba cuando vomitaba sangre con espuma.
Durante la vigilia, me entran ganas de matar a las palomas que caminan delante de mí, tengo ganas de retorcerle el cuello al gato del vecino. Si pudiera dormir... si pudiera dejar de estar consciente aunque sea una hora. "



EL HILO DE SANGRE


Quinta entrega de la serie de novelas protagonizadas por el comisario Lascano, apodado El perro, policía en Buenos Aires durante la dictadura militar.

Última entrega publicada de las negrísimas "aventuras" del Perro Lascano y como es habitual, Ernesto Mallo no defrauda.
El pasado siempre vuelve y nos "agarra por las solapas" sin compasión.
Magnífica novela!!!

Sinopsis (Ed. Siruela)
Ernesto Mallo, figura insoslayable del panorama negro-criminal, cierra poderosamente la serie dedicada a su mítico investigador.

«Las novelas de Mallo pertenecen a ese capítulo de la novela negra que podríamos denominar novela histórica de crímenes: la novela negra como crítica moral de una época».
JUSTO NAVARRO, Babelia

Un inesperado giro del destino ha hecho súbitamente rico al Perro Lascano: el comisario ha recuperado el amor de Eva y se ha jubilado de su puesto en la policía. Su vida se ha vuelto previsible, tranquila y segura. Pero, siendo desde siempre un hombre de acción, el Perro no sabe aburrirse. Por eso, cuando un criminal que agoniza en un hospital penitenciario dice saber quién asesinó a los padres de Lascano cuando este era solo un niño, el excomisario se embarca de inmediato en una obsesiva persecución entre Buenos Aires y Barcelona, poniendo así en peligro cuanto ama, para despejar la incógnita que lo ha acompañado toda la vida. Pero la verdad que le aguarda será muy distinta de cuanto hubiera podido imaginar...
Intenso, emocionante y conmovedor, el último caso del ya mítico investigador creado por el argentino Ernesto Mallo es mucho más que una novela policiaca. Se trata de un relato certero y desnudo sobre la condición humana, construido como un preciso mecanismo de relojería que, a la vez que tensa y pone en guardia todos los sentidos del lector, fascinado y temeroso por lo que pueda acontecer a continuación, lo empuja inevitablemente a volver la página y dejarse arrastrar de lleno por la inigualable potencia de lo narrado.

El hilo de la sangre (fragmento)

Causa Primera
1Hambre es mirar a otro ser humano como algo con que alimentarse. Quien la haya padecido no la olvidará jamás y hará lo que sea para no volver a sentirla. Sometido a las inclemencias de la vida, nada ampara al pobre del frío, de la lluvia, del abuso, de la ignorancia y de la injusticia. No puede darse el lujo de tener principios, solo puede tener un objetivo: sobrevivir. Carlos quisiera darse de martillazos para abrirse la cabeza y dejar de pensar en el abismo que se abrió en su vida arrojándolo a la indigencia. Solo una cosa sabe: ya no quiere ser pobre, está harto de la miseria. Quiere ser rico, porque los ricos no pasan hambre, frío ni calor; no hacen cola, sus empleados la hacen por ellos; meten a las mujeres más hermosas en su cama y, lo que es más importante, los ricos nunca van a la cárcel. Todos respetan a un tipo con mucho dinero.
Sale a la calle. Por todos lados ve riquezas: en las tiendas, en el camión de caudales que pasa, en las oficinas de los bancos, en el automóvil de lujo, en un reloj de oro, en la cámara del turista, en las mesas pletóricas de los restaurantes, en los escaparates de moda. Por todas partes billetes cambiando de manos. Lo que no ve es ninguna razón para no apropiarse de todo ello, solo debe encontrar la forma: la oportunidad no tardará en presentarse y él estará allí para aprovecharla.