sábado, 11 de noviembre de 2017

EL MONTE DE LA BRUJA


Nuestra querida amiga https://www.facebook.com/iaia.piolin, hace una reflexión magnífica sobre este libro, leedla y opinad si gustáis¡¡
"Me he estado preguntando si yo recomendaría a mis nietos que leyeran un libro como El monte de la bruja, de Emily Smith. Es una historia difícil: habla de prejuicios que controlan nuestra vida; de malos amigos capaces de decepcionarnos profundamente e incluso de hacernos daño; de acoso escolar; de maltrato a los animales; de responsabilidad y consecuencias de nuestras acciones..., definitivamente no es un libro fácil. Pretende mostrar valores que deberíamos inculcar a nuestros niños. Pero en el otro platillo de la balanza está la capacidad infinita de perdonar y de mejorar que tiene el ser humano; la amistad con mayúsculas; la valentía para enfrentarse a cualquier reto; el esfuerzo para conseguir un objetivo que parece imposible... Y, si la balanza aún no está equilibrada podemos añadir una pizca de humor en cada página, otro poco de optimismo y mucho, muchísimo, de afecto y respeto por los lectores a los que va dirigida."

Sinopsis (Libro autopublicado)
Maca y Santi sufren una calamidad en su vida cotidiana peor que el meteorito que extinguió a los dinosaurios. Tienen que abandonar sus amigos, sus juegos, su vida para trasladarse de una gran ciudad a un pueblecito perdido entre montañas; allí se encuentran con un lugar extraño donde no conocen a nadie y ante ellos se abre un futuro problemático y muy, pero que muy aburrido o eso creen ellos hasta que tropiezan con Piruja y su gato.





jueves, 9 de noviembre de 2017

EL HOMBRE DE LA MÁSCARA DE ESPEJOS


Tercera entrega de la serie de novelas protagonizadas por la Inspectora de policía Valentina Negro y el criminólogo Javier Sanjuán.

Anunciada como la última entrega de la trilogía protagonizada por Valentina Negro y Javier Sanjuan, quizás la cosa no termine aquí....¡
Creo que me gustan estos libros porque desde que los leo miro mi ciudad con otros ojos....más oscuros, menos inocentes.
No voy a contar nada sobre la novela porque cualquier dato sería spoiler, sólo decir que, salvo algunos "errores lingüísticos y geográficos" banales, he disfrutado con las investigaciones de la inspectora Negro y el criminólogo Sanjuan y que pronto La Coruña podrá incorporarse a la "ruta negra" de ciudades europeas, lo espero porque significará que las andanzas de los protagonistas no han terminado.
Recomendable para un fin de semana (o un poco más) de tormenta¡

Sinopsis (Ediciones B)
La inspectora Valentina Negro lucha por superar los traumáticos recuerdos de su último caso, cuando estuvo cerca de perder la vida a manos de un asesino en serie. Pero la maldad no da tregua: pronto se ve envuelta en una nueva cadena de muertes. La ayuda del criminólogo Javier Sanjuán será clave para desentrañar una compleja trama relacionada con la desaparición de varias chicas y el rodaje de unas terroríficas películas snuff que recuerdan al cine expresionista de Fritz Lang.
El dolor, la belleza y la locura se dan la mano en las páginas de esta adictiva novela negra, que es al mismo tiempo un excelente retrato de la mente del psicópata firmado por dos expertos criminólogos. Las páginas de El hombre de la máscara de espejos son una invitación a asomarse al abismo a través de una historia trepidante que engancha y estremece desde la primera página.

El hombre de la máscara de espejos (fragmento)

[primera parte]: Las trompetas del ángel

Viernes, 22 de marzo de 2013. A Coruña, colegio de las Madres Franciscanas, en la zona de A Zapateira.

Andrea salió de su escondrijo detrás del enorme hórreo de piedra, caminó hasta la verja y movió con cuidado la puerta. Apenas miró hacia atrás, temerosa de
que alguna profesora o incluso la portera del colegio estuviese mirando en aquel justo momento. Con rapidez, casi con pánico a que su huida fuese descubierta y sin atreverse a cerrar la verja, corrió unos metros camino abajo, apretando los libros contra su abrigo azul marino. Jadeando, se dio la vuelta con excitación y constató que nadie la había visto, así que se subió la falda de tablas hasta dejar a la vista los calcetines largos y reanudó su camino hacia el Campus de Elviña. Había quedado con dos amigas, mayores que ella, que le iban a presentar a un chico que estudiaba primero de Derecho. Era víspera de Semana Santa y prefería tomarse unas cervezas y fumarse unos porros con ellas y otros chicos antes que tener que tragarse todas las misas y celebraciones tediosas que rodeaban siempre las vísperas de la crucifixión de Jesús. Andrea creía en Dios, sí, pero estaba segura de que a Él no le importaría que se saltase un par de obras de teatro insufribles y luego la misa de todos los años, con la asistencia de los padres de las más pequeñas, y la pelea por los canapés y los vinos baratos de después en el pabellón de deportes.
Siguió caminando un buen rato por la calle Castro de Elviña hasta divisar el Campus. El sol le picaba cuando salía entre las nubes y le hacía entrecerrar los ojos. Se revolvió, incómoda, dentro del abrigo de lana con cuello de terciopelo. Al fondo, el cielo perlado de nubes blancas como sábanas recién tendidas enmarcaba una hermosa vista de toda la ciudad de A Coruña, que contrastaba con el azul marino, muy oscuro, del océano en calma. Miró el reloj: llegaba tarde, sus amigas debían de estar ya en la cafetería. ¿Sería mejor esperar el autobús? La parada no estaba lejos, así que sacó el móvil y consultó los horarios de paso. No tardaría más de diez minutos… Sopesó lo que podía tardar andando y se decidió a esperar sentada en la marquesina. Andrea, sofocada por el calor, se quitó el abrigo del uniforme y lo dejó a un lado del asiento, doblado sobre los libros.

OFRENDA A LA TORMENTA


Tercera entrega de la serie de novelas protagonizadas por la Inspectora Amaia Salazar.

No hay como un fin de semana largo para "degustar" una buena novela negra "del norte", de nuestro norte¡¡¡
Tercera (¿y última?) entrega de la Trilogía del Baztán en la que todos los misterios "parecen" resolverse......
Nuevo caso de la inspectora Amaia Salazar trufado de antropología, magia y tradiciones. No puedo contar nada porque cualquier cosa que diga sería spoiler, seguro¡¡¡
Ritmo trepidantemente negro que me ha mantenido en vela todos estos días, menos mal que no había que madrugar¡¡
No es la calidad literaria la característica principal de estas novelas sino el ritmo narrativo y la intriga que domina la voluntad y hace que, aun reconociendo los fallos, una no pueda dejar de leer.

Sinopsis (Ed. Destino)
Ha pasado ya un mes desde que la inspectora de la Policía Foral recuperó a su hijo y pudo detener a Berasategui. Pero a pesar de que tanto la Guardia Civil como el juez Markina dan por muerta a Rosario, Amaia siente que no está libre de peligro, un desasosiego que sólo Jonan comprende.
La muerte súbita de una niña en Elizondo resulta sospechosa: el bebé tiene unas marcas rojizas en el rostro que indican que ha habido presión digital, y además, su padre intenta llevarse el cadáver. La bisabuela de la pequeña sostiene que la tragedia es obra de Inguma, el demonio que inmoviliza a los durmientes, se bebe su aliento y les arrebata la vida durante el sueño. Pero serán los análisis forenses del doctor San Martín los que convencen a Amaia
Salazar de investigar otras muertes de bebés, que pronto revelarán un rastro inaudito en el valle.
Berasategui muere, entonces, inexplicablemente en su celda, lo que despliega una trepidante
investigación que llevará a Amaia al auténtico origen de los sucesos que han asolado el valle de Baztán.
Y mientras, desde el bosque, una impresionante tormenta llega para sepultar la verdad más demoledora.

Ofrenda a la tormenta (fragmento)

1Sobre el aparador, una lámpara iluminaba la estancia con una cálida luz rosada que adquiría otros matices de color al filtrarse a través de los delicados dibujos de hadas que decoraban la tulipa. Desde la estantería, toda una colección de animalitos de peluche observaba con ojos brillantes al intruso, que, en silencio, estudiaba el gesto quieto del bebé dormido. Escuchó atento el rumor del televisor encendido en la habitación contigua y la estentórea respiración de la mujer que dormía en el sofá, iluminada por la luz fría proveniente de la pantalla. Paseó la mirada por el dormitorio estudiando cada detalle, embelesado en el momento, como si así pudiera apropiarse y guardar para siempre aquel instante convirtiéndolo en un tesoro en el que recrearse eternamente. Con una mezcla de avidez y serenidad grabó en su mente el suave dibujo del papel pintado, las fotos enmarcadas y la bolsa de viaje que contenía los pañales y la ropita de la pequeña, y detuvo los ojos en la cuna. Una sensación cercana a la borrachera invadió su cuerpo y la náusea amenazó en la boca del estómago. La niña dormía boca arriba enfundada en un pijama aterciopelado y cubierta hasta la cintura por un edredón de florecillas que el intruso retiró para poder verla entera. El bebé suspiró en sueños, de entre sus labios rosados resbaló un hilillo de baba que dibujó un rastro húmedo en la mejilla. Las manitas gordezuelas, abiertas a los lados de la cabeza, temblaron levemente antes de quedar de nuevo inmóviles. El intruso suspiró contagiado por la niña y una oleada de ternura le embargó durante un instante, apenas un segundo, suficiente para hacerle sentir bien. Tomó el muñeco de peluche que había permanecido sentado a los pies de la cuna como un guardián silencioso  y casi percibió el cuidado con el que alguien lo había colocado allí. Era un oso polar de pelo blanco, pequeños ojos negros y prominente barriga. Un lazo rojo, incongruente, envolvía su cuello y le colgaba hasta las patas traseras. Pasó dulcemente la mano por la cabeza del muñeco apreciando su suavidad, se lo llevó al rostro y hundió la nariz en el pelo de su barriga para aspirar el dulce aroma de juguete nuevo y caro.

PALABRAS A MEDIAS


Primera novela que leo de esta autora y, tengo claro que no será la última. Me picó la curiosidad al leer la contraportada en la que, someramente, se dice:
"¿Te imaginas que tu padre, en su lecho de muerte, te confiesa que la noche del 23-F mató a un hombre?..."
Sin duda, un cebo insuperable para l@s que vivimos esa noche con angustia y expectación y la recordamos cada vez que tenemos oportunidad como "la noche que pudo cambiar nuestras vidas..." Pues bien, a través de cinco personajes de una misma familia,  Busquets desgrana una historia de sobreentendidos en la que todos saben más de lo que parece y algunos menos de lo que se imaginan. El hilo conductor es, precisamente, la noche del golpe de estado del 81, y desde ella asistimos al cambio de una familia, contado sin sentimentalismo pero con un profundo sentimiento.
Me ha gustado mucho.

Sinopsis (Ed. Grijalbo)
A partir de la confesión que les hace su padre antes de morir, Anabel, Albert y Nina recordarán qué era de sus vidas la noche del 23F de 1981. Anabel fue una de las pocas personas que no se enteró del golpe de Estado. En su piso de estudiante de Barcelona pasó toda la noche en vela esperando, ajena por completo a la política. Esa misma noche, Albert comenzó una historia de amor con alguien inesperado, que se convertiría en la persona más importante de su vida. Y Nina, la hermana pequeña y la más devota de la familia, era una estudiante de Enfermería que acababa de volver a Vic después de estar un año en un convento. Esa noche, mientras la radio retransmitía los acontecimientos, sus padres y ella recibieron una visita imprevista que modificaría sus destinos para siempre.

Palabras a medias (fragmento)

Annabel

Nos hemos quedado los tres estupefactos cuando mi padre ha pedido ver a un cura, porque siempre nos ha dicho que no ha vuelto a pisar una iglesia desde que hizo la comunión, pero todavía nos ha sorprendido más el motivo:
—He… matado… a… un hombre.
Lo ha dicho entre espasmos agónicos. Mis hermanos y yo nos hemos mirado un momento y luego Albert ha espetado:
—Te lo imaginas, papá… ¡Tú no has matado a nadie!
Pero al oírlo mi padre se ha inquietado todavía más y ha dado la impresión de que quería levantarse para ir a por el cura. Hemos tenido que impedírselo entre los tres y volver a acostarlo con delicadeza. Emite unos jadeos terribles, parece que busca aire y no lo encuentra. Pero, pese a todo, ha vuelto a hablar:
—Dejadme, que tengo que confesarme… No puedo irme así al otro mundo.
—Pero si tú no crees en Dios, papá…
—Ya lo sé, pero por si acaso…
Vaya, por si acaso. Ya decía la abuela que nadie se acuerda de santa Bárbara hasta que truena. Con un gesto, mi hermana Nina nos ha indicado que ya se encargaba ella de avisar al cura. Y se ha marchado. Yo me he inclinado sobre mi padre:
—Ya está, el cura viene enseguida… Tranquilo.
—Gracias a Dios… —ha respondido, más relajado.
Le he mirado atentamente y no me he resignado a quedarme sin saber la verdad de su insólita afirmación. Aunque sigue jadeando, se le ve más tranquilo. De repente, Albert le ha bombardeado con un aluvión de preguntas como si estuvieran sentados en el sofá de la sala:
—Veamos, papá, ¿a qué viene eso de que has matado a un hombre? ¿Cuándo? ¿Disparaste a alguien cuando ibas a cazar?

UNA ESPOSA PERFECTA


A veces una se lía, entre las recomendaciones de l@s amig@s y las consultas propias.......
Comencé esta novela pensando que la había recomendado Amelia Ruiz allá por Octubre de este año, pero al leer la última reseña de Rosi Torres me di cuenta de que no era, no era......, jajaja tengo que decir, en honor a la verdad, que en el primer tercio de "esta novela" empezó a crecer en mi la inquietud de que Amelia Ruiz y yo nos hubiésemos alejado mucho "literariamente hablando" y no, no, no ha sido así......! El alivio me ha invadido inmediatamente.
Para resumir, este librito que comienza como un Memorias de África de los años 40, sólo mantiene la atención 30-40-50??? páginas, y eso porque un@ espera que lo que se anuncia como secreto, ese matrimonio tortuoso, esa ingenua (boba) jovencita pueden dar más juego y....., realmente podrían hacerlo en manos de una escritora de verdad y no de este remedo de "Corintellado tanzana" que no tiene imaginación, ni talento, ni fundamento¡¡¡
Apuré mi cáliz hasta el final, en castigo por mi descuido y torpeza, y la cosa no mejora sino que empeora mucho-mucho-mucho, sólo me consoló un pasaje hilarante en que la protagonista acude al veterinario con un monito, mientras el cadáver de su marido reposa en el asiento trasero de su coche....eso es demasiado hasta para Corín Tellado, pero no hay duda de que original sí, es.
En fin, una pérdida de tiempo¡
No puedo recomendarla en absoluto, ni por su calidad literaria, ni por su argumento, ni por nada de nada.

Sinopsis (Ed. Planeta)
1948. Kitty Hamilton llega a Tanganica con grandes expectativas hacia su nueva vida. Una emocionante aventura al otro lado del mundo puede ser justamente lo que ella y Teo necesitan para recuperarse del escándalo que casi acaba con su matrimonio.
Ella está dispuesta a adoptar el rol de la esposa perfecta, pero sus sueños pronto se empiezan a empañar. En esta tierra salvaje y extraña, donde se enfrentan distintos poderes, el cerebro no siempre puede controlar al corazón. Las viejas heridas resurgen y se encienden nuevas pasiones, y Kitty y Teo se enfrentan a emociones que les llevan más allá de lo que nunca hubieran pensado. Una lucha entre el deber y el deseo, entre los celos y el amor, entre el compromiso y la libertad. Un canto a la necesidad de seguir los dictados del propio corazón, te lleven a donde te lleven.

Una esposa perfecta (fragmento)

UNO
Impaciente, Kitty cambiaba de postura en su asiento. Daba la impresión de que el viaje se había eternizado, aunque por fin se acercaba ya el final y pronto se reuniría con su marido. Iban a volver a empezar juntos, a reiniciar su matrimonio. A partir de ese momento, a salvo de un pasado que quedaba atrás, todo sería nuevo, inmaculado, indemne. No podía resistir las ganas de que el avión aterrizase... y de que comenzara su vida en África.
Como distracción, se alisó la chaqueta y se cepilló las migas de la camisa de lino de color crema. Apoyó la cabeza en el respaldo del asiento y cerró los ojos. Los sentía resecos e irritados; apenas había dormido en veinticuatro horas. En algún lugar entre Roma y Bengasi, la tripulación había preparado unas camas para los nueve pasajeros, pero a Kitty le había costado relajarse aunque se encontraba bastante cómoda. Le molestaba la vibración de las hélices, que se filtraba a través del metal del fuselaje, desnudo de aislamiento, y a esto se le sumaba la incomodidad propia de acostarse para dormir en medio de un grupo de hombres que, antes del inicio de aquel viaje, eran completos desconocidos. Tenía la sensación de haberse quedado apenas traspuesta cuando la tripulación regresó para plegar los camastros y servir el desayuno.
Abrió los ojos y volvió la cabeza hacia el pasajero que tenía a su lado. Paddy no mostraba signo alguno de cansancio. Se sentaba erguido, mientras leía una novela de bolsillo bien manoseada y con las esquinas de las páginas dobladas. Levantó la vista como si hubiera sentido la mirada de ella. —No falta mucho. Apuesto a que se muere de ganas de ver a ese marido suyo.
Kitty asintió.
—Seis semanas parecen una eternidad.
—Es amor verdadero, entonces — sonrió con descaro.
Ella le correspondió. Paddy no mostraba las contenidas formas de los británicos; era incapaz de imaginárselo de pie como siempre hacía Theo, aguardando a que una señora tomase asiento antes de hacer él lo mismo. En ese sentido, aquel irlandés era como los australianos, y tal vez fuera ese el motivo de que Kitty se sintiese tan cómoda con él. También estaba el hecho de que era bajito y regordete, con un porte que le recordaba a una mascota cariñosa. Resultaba imposible imaginar que pudiera suponer una amenaza de ninguna clase.

EL BALCÓN EN INVIERNO


No sé, si como dice la "banda promocional" de Tusquets este libro es el "más sincero" de Luis Landero (significa eso que los otros eran mentirosos??) de lo que estoy segura es de que es muy-muy hermoso. Acabo de terminarlo y hay frases, pasajes que perduran y seguirán en mi memoria por mucho tiempo
"A lo mejor lo que yo recuerdo no es el contenido del relato ni la imagen del lector rodeado de sus... oyentes sino solo la música del lenguaje en el silencio de la noche." (pag. 41)

Y eso es, este libro, música en el silencio, prosa musical y cuidada, elegancia estilística pura para relatar la vida de un joven que va para escritor, de un joven que nace a la lectura y a la literatura, transitando "del caos al canon" por obra y gracia de un profesor en el Madrid de la inmigración interior, la miseria, la postguerra y el franquismo. Nada de ello se toca directamente, todo se ve de lejos y por eso el libro es tan especial, porque sólo el verdadero talento es capaz de narrar de esa forma la situación de un país, sin ser tan explícito que suene a trillado, ni tan abstruso que no se entienda.
Luis Landero se hizo un hueco en mi corazón con sus Juegos de la edad tardía, y nunca me ha abandonado, proporcionándome la misma alegría cada vez que uno de sus libros llega a mis manos.

De la primera a la última página, un placer deliciosamente literario y como el mismo cierra:
"Eso es todo y no hay más que contar. Un grano de alegría, un mar de olvido." (pág, 144)

Leed a Landero, no os arrepentiréis¡¡

Sinopsis (Ed. Tusquets)
Asomado al balcón, debatiéndose entre la vida que bulle en la calle y la novela que ha empezado a escribir pero que no le satisface, el escritor se ve asaltado por el recuerdo de una conversación que tuvo lugar cincuenta años antes, en otro balcón, con su madre. «Yo tenía dieciséis años, y mi madre cuarenta y siete. Mi padre, con cincuenta, había muerto en mayo, y ahora se abría ante nosotros un futuro incierto pero también prometedor.». Este libro es la narración emocionante de una infancia en una familia de labradores en Alburquerque (Extremadura), y una adolescencia en el madrileño barrio de la Prosperidad. Es también el relato, a veces de una implacable sinceridad, otras chusco y humorístico, de por qué oscuros designios del azar un chico de una familia donde apenas había un libro logra encontrarse con la literatura y ser escritor. Y de sus vicisitudes laborales en comercios, talleres y oficinas, mientras estudia en academias nocturnas, empeñado en ser un hombre de provecho. Pero dispuesto a tirarlo todo por la borda para ser guitarrista, y vivir como artista. Y en ese universo familiar de los descendientes de hojalateros, surge un divertidísimo e inagotable caudal de historias y anécdotas en el que se reconoce la historia reciente.

El balcón en invierno (fragmento)
"También en la vida real la memoria funciona así, con pasajes subrayados y notas marginales, con detalles cargados de sugerencia, a veces convertidos en símbolos. Hay épocas de nuestra vida de las que apenas recordamos nada. Años que, por intrascendentes y rutinarios, que son casi todos, la memoria ha ido abandonando hasta entregarlos al más atroz de los olvidos. ¿Qué hice yo cuando tenía treinta y cuatro, veintiséis, cuarenta y ocho años? Imposible saberlo, fuera de algún episodio excepcional o del vago contorno de las tareas habituales, de las costumbres fuertemente arraigadas. Fuera de eso, y salvo que se escriba, porque lo que no se escribe se pierde sin remedio, recordamos si acaso un olor, un sabor, un gesto, un rostro, la pesadumbre de una lejana tarde de lluvia, y a menudo queda tan solo una sensación casi inefable, una sensación que es la experiencia destilada en el alma y hecha ya sentimiento. Y los sonidos, cómo no, la banda sonora de la memoria, porque a veces del pasado no nos llegan tanto las palabras y las cosas como las voces, los ruidos —el golpe de una garrota en la percha—, las risas, los murmullos, la honda significación del silencio en ciertos momentos definidos precisamente por las pausas, como ocurre a menudo en la música, en el teatro o en el cine.
Todo esto, estos párrafos de sabor proustiano, es algo que he sabido desde casi siempre, y sobre lo que he disertado y escrito en más de una ocasión, pero ahora, al enfrentarme de un modo tan directo con mi pasado, lo veo con una claridad nueva, deslumbrante. Y ayer, mientras ya me disponía a iniciar un breve viaje sentimental por mi biblioteca, de pronto miré a mi alrededor y, también con un repente de extrañeza, me quedé asombrado de la cantidad de libros que tenía. ¿Cuántos habría en la biblioteca de Emma Bovary? Ah, sus manos pecadoras en los libros, mordiéndose los labios mientras lee, mordisqueándose las uñas, deshilándose un mechón de cabello, preludiando caricias y suspiros que dentro de poco se consumarán en la realidad... ¿Cuántos? Yo debo de tener 4000 o 5000 libros, y eso sin contar los del trastero y los que he ido dejando, cientos y cientos, en los bancos de las plazas públicas para que los curiosos los hojeen y se lleven a casa los que quieran, como quien adopta a un animal abandonado.
Cuatro o cinco mil libros, se dice pronto. Quién me iba a decir a mí que iba a llegar a tener tantos y tantos libros. Entonces me acordé de los primeros que tuve en propiedad, del inicio de esta biblioteca, como el hilo de agua del manantial que llega a convertirse en un río caudaloso. Y de aquellos libros de entonces, me acordé especialmente de uno, que compré en 1969, que no llegué a leer pero que fue esencial para mi destino de lector y escritor. Sí, aquel fue un año singular, uno de esos años del que uno conserva muchos recuerdos, quince o veinte recuerdos por lo menos, y con una nitidez que parece que los viví ayer mismo.
Pensé que el día, tan llamado a ser un vano ayer, aún podía ser rescatado para la vida, aunque solo fuese por mediación de la memoria, de la reminiscencia de otros días que sí fueron vividos con plenitud, y que ahora acudían al rescate de un presente sin alma. "



miércoles, 8 de noviembre de 2017

VESTIDO DE NOVIA



No se si lo he leído en alguna parte o es de mi propia cosecha pero tengo la sensación de haber asistido a "las vueltas y revueltas del escritor en su laberinto".
Han calificado este libro de thriller, novela negra e, incluso, negrísima, y...., no sé que decir. Indudablemente Lemaitre escribe exquisitamente y es un placer leer cualquier novela que escriba, pero....., debe ser deformación por haber leído tanta y tanta negra de cualquier origen, una sensación me invade de que a esta le faltan cosas y le sobran muchas otras.
Uno de los requisitos principales de una buena novela negra es que sea creíble y por ahí patina Lemaitre y patina mucho. Aun así, la recomiendo porque es corta y está muy bien escrita, un placer leer Vestido de Novia pero no un placer inolvidable.



RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 6 de Noviembre de 2014.
Normalmente voy por libre en mis lecturas. Anoto lo que otros recomiendan en mis páginas favoritas pero, repito, voy por libre.
Pero a veces, cuando un libro se repite, y se repite, y se repite, y gente de la que me fío literariamente, porque compartimos gustos empieza a poner:
"adictivo"," no se puede parar", "no te suelta"," ahhh que entretenidísimo...".
Entonces, esas veces, suelto el resto de lo que estoy leyendo y sigo la corriente.
Y a veces, como ésta, dejarse ir haciendo la plancha por el río común, es sumamente gratificante.
Como dicen mis otros amigos de Tropa de libros, "Vestido de novia" es adictivo, no se puede parar, no te suelta...


RESEÑADO por Rosi Torres Marino para LIBROS,  el 30 de Enero de 2015.
Uhmmmm.... sí pero no, es lo primero que me viene a la cabeza cuando termino su lectura. No se puede negar que la primera parte es del todo intrigante, que pasa las páginas con avidez pero...el giro que da para mí ha sido pasarse de vueltas la tuerca. Aún así, se lee. Habrá adaptación cinematográfica? No creo que tarde mucho. Ideal entre lecturas densas, pero ya, hasta ahí.

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
No dejes que nadie te desvele nada de esta historia.

Sophie Duguet no entiende qué le sucede: pierde objetos, olvida situaciones, es detenida en un supermercado por pequeños robos que no recuerda haber cometido. Y los cadáveres comienzan a acumularse a su alrededor...
Y ya no podemos desvelar nada más de este thriller para así mantener intacto el escalofriante placer de la lectura y la adictiva búsqueda de la verdad por parte del lector.


Vestido de Novia (fragmento)

SophieEstá sentada en el suelo, con la espalda contra la pared y las piernas estiradas, jadeante. Léo está pegado a ella, inmóvil, y tiene su cabeza en el regazo. Con una mano ella le acaricia el pelo y con la otra intenta secarse los ojos, pero con movimientos desordenados. Llora. Algunos sollozos se convierten en gritos, chilla, le sale de las entrañas. Cabecea. A veces, la pena es tan intensa que se golpea la parte de atrás de la cabeza contra el tabique. El dolor la reconforta un poco pero no tarda en notar que todo se le vuelve a derrumbar por dentro. Léo se porta muy bien, no se mueve. Baja los ojos
hacia él, lo mira, le estrecha la cabeza contra el vientre y llora. Nadie puede imaginarse lo desgraciada que es.
1Aquella mañana, como tantas otras, se despertó llorando y con un nudo en la garganta, aunque no tenía ninguna preocupación concreta. En su vida, el llanto no es nada excepcional: las lágrimas la acompañan todas las noches desde que está loca. Si por las mañanas no se notara las mejillas empapadas,
podría llegar a creer que pasa noches tranquilas de sueño profundo. Por las mañanas, la cara llena de lágrimas y la garganta atenazada son mera información. ¿Desde cuándo? ¿Desde que Vincent sufrió el accidente? ¿Desde su muerte? ¿Desde la primera muerte, muy anterior? Se ha enderezado apoyándose en un codo. Se seca los ojos con la sábana mientras busca los cigarrillos a tientas y, al no encontrarlos, se acuerda de pronto de dónde está. Lo recuerda todo, lo que sucedió el día anterior, la velada… Recuerda inmediatamente que tiene que irse, salir de esa casa. Levantarse e irse, pero se queda ahí, clavada en la cama,
incapaz de un gesto mínimo. Agotada.