domingo, 10 de diciembre de 2017

FUNNY GIRL


Bárbara abandona Blackpool para cumplir sus sueños.....años 60 en Londres, una época, una forma de vida, una forma apasionante de disfrutar la libertad y la juventud.
Tod@s aquellos!@s que disfrutaron con Alta Fidelidad no pueden perderse esta novela de Hornby, rebosante de ironía y fino humor puramente británico.
En las jornadas post-Brexit me reconforta confirmar que estamos tan cerca....tan lejos.
Muy recomendable.

Sinopsis (Ed. Anagrama)
Inglaterra, mediados de la década de 1960. Barbara Parker se presenta a un concurso de misses en Blackpool, una pequeña ciudad costera del condado de Lancashire. Pero, admiradora de Lucille Ball, sueña con dejar atrás su vida provinciana y convertirse en actriz. Se marcha a Londres, trabaja un tiempo en el departamento de cosméticos de unos grandes almacenes, consigue un representante que le sugiere cambiarse el nombre por el de Sophie Straw, se presenta a un casting de la BBC y acaba convertida en la protagonista de una teleserie humorística sobre una pareja: Barbara (y Jim).
Funny Girl sigue la carrera ascendente de Barbara/Sophie y sus conflictos personales, y retrata las bambalinas de la creación de la comedia televisiva a través de las personas implicadas: la pareja de guionistas entusiastas del género que se conocieron en una comisaría al ser detenidos en unos lavabos públicos, el actor coprotagonista, siempre convencido de que debe aspirar a más, el productor educado en las mejores universidades y enamorado de la actriz principal...
Con el Swinging London y una Inglaterra cuyos usos y costumbres están cambiando a velocidad de vértigo como trasfondo, Nick Hornby recrea con precisión y rinde homenaje a esa cultura popular que siempre le ha fascinado. Si en Alta fidelidad y Juliet, desnuda el referente era la música pop, aquí se centra en el mundo de las comedias televisivas. Y a través de la actriz protagonista y el personaje que interpreta en la pequeña pantalla, Funny Girl establece paralelismos y contrastes entre la realidad y la ficción, y retrata con sus virtudes y flaquezas humanas a un repertorio de personajes entrañables que se mueven delante y detrás de las cámaras. Siguiendo la estela de sus anteriores libros, el autor nos propone una novela divertida, deliciosa y con las emociones a flor de piel.

Funny Girl (fragmento)

La audición
Ella no quería ser reina de belleza pero quiso la suerte que ahora estuviera a punto de convertirse en una.
Hubo unos minutos ociosos entre el desfile y el anuncio del resultado, así que los amigos y  familiares se congregaron alrededor de las chicas para darles la enhorabuena  y cruzar los dedos. Los pequeños grupos que se habían formado le recordaron a Barbara  unas ruedas de regaliz: una chicha en traje de baño almibarado - de un rosa o azul brillante - en el centro; un remolino de gabardinas negras o marrón oscuro rodeándola. Era un día frío y húmedo de Julio en South Shore Baths, y las concursantes tenían las piernas y los brazos llenas de manchas y bultitos. Parecían pavos colgando del escaparate de una carnicería. Sólo en Blackpool, pensó Barbara, se puede ganar un concurso de belleza con ese aspecto.
Barbara no había invitado a ningún amigo,  y su padre se negaba a acercarse para hacerle compañía,  así que estaba completamente sola.

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