lunes, 20 de noviembre de 2017

LA CASA DE LA MEZQUITA


RESEÑADA por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 19 de Octubre de 2014.
No me inspiro mucho los domingos para escribir opiniones libreras.
Pero esta novela no necesita mucha alharaca.
Apenas uno la abre, ya no puede dejar de leerla.

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Sin duda uno de los más destacados narradores contemporáneos de los Países Bajos, el escritor de origen iraní Kader Abdolah —autor de El reflejo de las palabras— ha obtenido un rotundo éxito con esta nueva novela, que ha sido elegida por los lectores neerlandeses como segundo libro preferido de todos los tiempos.
Durante generaciones, la poderosa familia de Aga Yan ha ocupado una posición privilegiada en la tranquila ciudad de Seneyán. Siguiendo una tradición secular, el clan habita un caserón de treinta y cinco habitaciones adosado a la mezquita, una enorme y animada colmena llena de abuelas, niños, sirvientes, comerciantes y santones.
Por el edificio fluyen a toda velocidad historias fascinantes, y allí conviven el poder económico y el poder espiritual, la religión y la vida social, las pasiones y los rezos. Sin embargo, todo cambia en los años setenta, cuando la religión se convierte en arma política y pone fin a décadas de armonía. Los grupos de izquierdas contrarios a la occidentalización del país y los extremistas islámicos provocan la caída del sah, y el regreso del ayatolá Jomeini marcará drásticamente el destino de la familia.
Epopeya familiar de marcado tono autobiográfico, en La casa de la mezquita confluyen la rica cultura persa con la vida cotidiana de los iraníes. Gente, arte, religión, sexo, literatura, cine, incluso el mundo de la radio y la televisión; el autor retrata, con el conocimiento que le otorga su experiencia personal, una sociedad islámica moderada, ligada a una sabia y fértil tradición milenaria y alejada de todo radicalismo.

La casa de la mezquita (fragmento)
"Con la primavera llega también el nuevo año persa, el Noruz.
En sus orígenes, el Noruz era una fiesta regia que se celebraba con gran pompa en los palacios de los primeros reyes persas, al inicio de la nueva estación. Los preparativos empiezan dos semanas antes con una limpieza a fondo de la casa. Para dar la bienvenida a la primavera se plantan semillas de trigo de las que brota el sabzé, y los padres compran ropa y zapatos nuevos a sus hijos para visitar a sus parientes, especialmente a los abuelos. Las mujeres se ocupan de todos los detalles y sólo cuando todo está dispuesto se toman un tiempo para sí mismas. En la casa, las abuelas estaban muy atareadas preparándola para el Noruz con la ayuda de un par de sirvientas. La anciana peluquera había llegado para acicalar a las mujeres, cortarles el pelo y depilarles las cejas y la cara.
Llevaba más de cincuenta años cumpliendo con aquel ritual. La primera vez que pisó aquella casa no debía de tener más de diez o doce años y acompañaba a su madre como aprendiza. Más tarde, cuando su madre murió, ocupó su lugar y se convirtió en la persona de confianza de las mujeres de la casa.
El día que ella llegaba, los hombres tenían prohibida la entrada en aquella parte de la casa. Durante todo el día se oían las risas de las mujeres, que deambulaban por las estancias y el patio sin el velo y con las piernas al aire. Las abuelas las malcriaban sirviéndoles el narguile, limonadas y otras golosinas.
La peluquera las ponía al corriente de los chismorreos de la ciudad. Frecuentaba las casas de las familias ricas y conocía a fondo las cosas que interesaban a las mujeres. Siempre llevaba consigo un viejo maletín con perfumes, tintes, maquillaje, tijeras y horquillas, que vendía a sus clientas. Eran artículos vistosos y distintos de los que podían comprarse en el zoco de Seneyán. La peluquera tenía un hijo que trabajaba en Kuwait y, siempre que volvía a casa de visita, le llevaba una maleta llena de productos de belleza para vender. "




EL MATRIMONIO AMATEUR


RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS, el 15 de Octubre de 2014.
No es que no me gustó. No, no. Sí me gustó. Pero no es uno de esos libros para recomendar y para gritar que no lo dejen pasar.
Es uno de esos libros medianos de los que están llenas todas las estanterías.
Es entretenido y no requiere concentración. Lo cual no es fácil de lograr aunque lo parezca.
La autora tiene mejores, eso sí.

Sinopsis (Ed. Punto de Lectura)
Anne Tyler (Pulitzer 1989) explora con agudeza, humor y ternura los hilos que sostienen a una pareja incompatible y las consecuencias de su unión a lo largo de tres generaciones.

Desde el momento en que la vio entrar con su abrigo rojo en el colmado del barrio polaco de Baltimore, él se quedó fascinado. Y antes de que terminara la guerra, se casaron apresuradamente.
Pero Pauline -atolondrada, impulsiva y pasional- y Michael -sensato, impasible y práctico- quizá no estaba hechos el uno para el otro. Y lo que con veinte años parecía fácil se hizo más complicado algún tiempo y tres hijos más tarde...

El matrimonio amateur (fragmento)

1

Vox pópuli
En el barrio cualquiera habría podido contar cómo se habían conocido Michael y Pauline.
Ocurrió un lunes por la tarde, a principios de diciembre de 1941. Era un día normal y corriente en St. Cassian, una modesta calle de estrechas casas adosadas típicas de la zona este de Baltimore, pequeños hogares muy bien cuidados entre los que se intercalaban tiendas no más grandes que salitas de estar. Las gemelas Golka, con idénticas pañoletas, comparaban los coloretes del escaparate de la droguería Sweda. La señora Pozniak salió de la ferretería con una diminuta bolsa de papel marrón que tintineaba. El Ford Model B del señor Kostka pasó despacio, seguido por el Chrysler Airstream de un desconocido, que produjo un elegante silbido; luego pasó Ernie Moskowicz en la maltrecha bicicleta de reparto del carnicero.
En el colmado Anton —un cuchitril oscuro y abarrotado con un mostrador de madera con forma de L y estantes que llegaban hasta el techo—, la madre de Michael envolvía dos latas de guisantes para la señora Brunek. Las ató fuertemente y se las entregó sin sonreír, sin un «Hasta pronto» ni un «Me alegro de verla». (La señora Anton no había tenido una vida fácil.) Uno de los hijos de la señora Brunek —¿Carl? ¿Paul? ¿Peter? Todos se parecían mucho— pegó la nariz al cristal de la vitrina de las golosinas. Una tabla de madera del suelo crujió cerca del expositor de cereales, pero no eran más que los huesos del viejo edificio, que se asentaban un poco más en la tierra.


CARIBOU ISLAND


RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 8 de Octubre de 2014.
Es un libro sobre relaciones familiares, sobre relaciones de pareja, sobre la aridez humana en la aridez de Alaska.
Es un libro que...
Recordarlo para describirlo me angustia otra vez.
¿Debería uno hacerse esto como persona en aras de uno como lector?...
Este es un libro con el que me lo cuestioné.
Pero que es bueno, lo es. Con mayúsculas, con signos de exclamación y suspiros.
Vean ustedes que hacen.

Sinopsis (Ed. Literatura Random House)
En medio del paisaje salvaje de Alaska, el matrimonio formado por Irene y Gary va a la deriva. Para cumplir un viejo sueño de Gary deciden construir una cabaña en un remoto rincón de la isla. Irene sospecha que el plan de Gary es el primer paso para abandonarla y pronto comienza a sufrir extrañas jaquecas y le asaltan recuerdos de un trágico pasado familiar. Cuando el duro invierno llega sin previo aviso, la pareja se ve sometida a una tensión insólita. Su hija mayor, Rhoda, intenta ayudarles aunque ella misma está atravesando una crisis personal. Caribou Island cuenta una tragedia demoledora, una historia ambientada en una tierra hostil a la vez que grandiosa. La novela tira de ese hilo vital que es la comunión con el entorno y sitúa a los personajes en un auténtico paraje animado, pero ni siquiera la idílica alianza con la naturaleza ayuda a los personajes a escapar de una amenaza terrible y constante.

Caribou Island (fragmento)

Cuando Rhoda llegó a casa se encontró a Jim con una copa en la mesita que tenía al lado. Frente a la ventana, bebiendo, contemplando el mar. Muy extraño, puesto que Jim casi nunca bebía y, desde luego, nunca a solas. Rhoda empezó a percibir los detalles que notaba durante una tragedia: el frigorífico hizo un clic al ponerse en marcha y enseguida otro para desconectarse; el sol se ref lejaba en la madera oscura de la mesita pero no en el vaso de Jim; la casa, por lo demás, estaba insólitamente caldeada, casi húmeda, claustrofóbica. Dejó las bolsas del colmado que traía y se acercó a él.
¿Qué pasa?, preguntó con una voz que a ella le pareció que transmitía miedo. Al decirlo le tocó ligeramente el hombro.
Hola, dijo él, quizá un poco sonrojado al volver la cabeza, pero no ebrio, pues hablaba sin farfullar. ¿Qué tal el día?
¿Qué ocurre? ¿Cómo es que estás aquí bebiendo?
No es más que una copita de jerez, dijo Jim, y cogió el vaso e hizo girar el hielo en su interior. Disfrutando la vista.
Algo pasa. Creí que había muerto alguien o algo así. ¿A qué viene ese repentino cambio de conducta?
¿Es que uno no puede ni tomarse una copa? Joder, cualquiera diría que estaba pegando fuego a la casa o escribiendo en las paredes con lápices de colores, o qué sé yo. Tengo cuarenta y un años, soy dentista y estoy en mi casa tomando un poco de Harveys después del trabajo.
Vale, vale.
Alegra esa cara.

domingo, 19 de noviembre de 2017

UN OBJETO DE BELLEZA


RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 4 de Octubre de 2014.
Si se me hubiera ocurrido googlear el autor antes de comprarlo, no lo hubiera hecho.
Menos mal que no lo hice.
El libro-aunque excesivamente basado en la pintura para mi poco desarrollado gusto pictórico- está muy bien.
Y pensando en quien lo escribe, yo diría que sorprendentemente bien.
Y que target da en una reunión, decir ¿sabés que ese actor también escribe? leí uno de sus libros y... agg

Sinopsis (Ed. Random House Mondadori)
Capaz de cautivar con naturalidad a las personas que la rodean, Lacey Yeager irrumpe en la escena artística neoyorquina como becaria lista y divertida de Sotheby’s. Con su encanto, ambición y tácticas cuestionables y vagamente ilegales, asciende paso a paso el escalafón cultural; de catalogar pinturas pasa a tener éxito en el laberíntico y secretista mundo del arte. Su conocimiento acerca del arte, y especialmente de los coleccionistas de arte, crece rápidamente a medida que aumenta la lista de hombres que encandila y destruye sin remedio. Su ascensión a las más altas esferas de la vida social de la ciudad correrá en paralelo con las vertiginosas alturas y, también, las oscuras profundidades que alcanzó el mundo del arte en los años noventa en Nueva York.

Un objeto de belleza (fragmento)

PRIMERA PARTE


1


Estoy cansado, muy cansado de pensar en Lacey Yeager, y no obstante me preocupa que si no escribo su historia y la veo encuadernada y ordenada en la librería, no vaya a ser capaz de escribir nada más.
Me apellido Franks. Una vez, en la universidad, Lacey me cogió la cartera y leyó mi carné de conducir en voz alta, y así descubrió que me llamo Daniel Chester French en honor al escultor del monumento a Abraham Lincoln. Soy de Stockbridge, Massachusetts, donde vivió y trabajó Daniel Chester French, y mis padres, americanos de provincia, no comprendían lo ridículo que resultaba llamarse Daniel Chester French Franks. Lacey me contó que también tenía una relación familiar con el arte pero se negó a darme más datos aduciendo: «Es una historia demasiado larga. Ya te la contaré». Teníamos veinte años.
Me fui de Stockbridge, una ciudad a la sombra de su otro ciudadano todavía más famoso, el pintor de la América alegre, Norman Rockwell. Es una ciudad que se siente a gusto con el arte, pero, eso sí, con el arte no demasiado complicado, no con el que se enseña en instituciones educativas tras la secundaria. Mi objetivo, en cuanto descubrí que mis aspiraciones artísticas no venían acompañadas de un talento equivalente, era aprender a escribir sobre arte con claridad y fluidez. No es tan fácil como parece: cada vez que lo intentaba, acababa en un enrevesado embrollo retórico sin salida.
Al terminar la secundaria me mudé al sur, al Davidson College de Carolina del Norte, adonde llegó Lacey desde Atlanta, y allí los dos estudiamos historia del arte y mantuvimos relaciones sexuales una sola vez.
Incluso a la edad de veinte años, la entrada de Lacey en el aula era propia de una estrella de Broadway. Nuestros ojos la seguían por el pasillo, donde tomaba asiento con un experto golpe de melena. Cuando salía de la habitación se producía un momento de desinfle mientras todos regresábamos a la vida normal. Todo el mundo tenía claro que Lacey iba a alguna parte, aunque su camino a menudo dejara un rastro de sangre.


MATAR A PAPÁ


RESEÑADO por Rosi Torres Marino para LIBROS, el 2 de Octubre de 2014.
Palomitas puras, entretenido, ideal entre lecturas densas. (Me pasa esto siempre que leo este género...toda la negra son palomitas o me pasa solo a mí?)
Eso sí, tremendo y fiel reflejo de las relaciones en las que el yugo del maltratador esta presente. Describe muy bien el maltrato psíquico, la dependencia, las justificaciones a otros y a uno mismo, el silencio....

Sinopsis (Ed. Seix Barral)
Con gran minuciosidad, una mujer planifica la muerte de la persona que ha convertido su vida en un infierno, su padre. El macabro plan toma forma en una libreta cuya tapa muestra unas apetitosas magdalenas. Una nota en el frigorífico con las palabras «Matar a papá» le recuerda cuál es el motor que impulsa ahora su vida.
Mientras el plan parricida avanza, se encuentra el cadáver de una mujer en un lago de la ciudad de Skövde; todo apunta a una muerte violenta. La inspectora Anna Eiler trabaja en el caso, pero no es la única: dos periodistas locales, Ing-Marie Andersson y Julia Almliden, realizan su propia investigación. Las tres tienen razones personales para resolver el asesinato, las tres esconden algo, pero sólo una de ellas es capaz de preparar a sangre fría un crimen aún más atroz que aquel que pretende resolver. No podrás dejar de leer hasta que averigües de cuál de las tres se trata.

Matar a papá (fragmento)

1
DOS MESES Y DIECISIETE DÍAS ANTES, SÁBADO, 2 DE ENERO DE 2010
Los secretos significan tanto como la persona con la que eliges compartirlos. Lo primero que quise hacer la mañana en que cambió todo fue mirarlo a la cara y hablar. Contárselo. Contárselo todo. Sin ocultar nada. No existía nadie con quien yo deseara compartir el secreto más que con él. Pero no lo hice. Dejé que el secreto siguiera siendo eso. Un secreto. Algo que luego existiría para siempre entre nosotros. Que se interpondría entre nosotros. Provocando en nuestra confianza mutua una fi sura donde podía instalarse el vacío. Hacer un nido. Extenderse. No tenía elección. Me levanté, me vestí, me fui al trabajo. Y supe que nada volvería a ser como antes.


Uñas y dientes


Tercera entrega de la serie de novelas protagonizadas por el Inspector John Rebus

RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 30 de Septiembre de 2014.
Rebus, capítulo 3.
Lástima haber leído este libro días después del referéndum escocés.
Las continuas referencias sobre los múltiples acentos idiomáticos y lo ininteligibles que son para algunos oyentes, las comparaciones entre cervezas, whiskys y pubs, la competición sobre la peligrosidad Londres vs Edimburgo... Incluso la efervescencia producida por el 'Flowers of Scotland'. Todo eso viste de 'britanismo' una novela dura en las descripciones, casi diría que Rankin se regodea en y con la sangre pero que te lleva en volandas. Igual como llevan al pobre Rebus por todo Londres, de arriba a abajo.
Buena. Bien Rankin y bien Rebus.
Por cierto, no sé que votó el escritor pero sí se sabe que votó el inspector Rebus. Pero eso es un trabajo que dejo para LIBROS.

Sinopsis (Ed. RBA)
Un maníaco anda suelto por las calles del East End londinense. Las comparaciones son odiosas, pero el modus operandi del criminal le acerca demasiado al perfil del ya mítico Jack el Destripador: después de cada asesinato, arranca e ingiere una parte del cuerpo de su víctima. El nuevo monstruo del East End es objeto de toda la atención delos medios, que le han apodado Wolfman (Hombre Lobo) por haber sido hallada debido a que su primera víctima ha sido hallada en Wolf Street. Scotland Yard pide ayuda al el inspector Rebus, experto en crímenes macabros, es requerido por Scotland Yard para que colabore en la investigación, algo que el inspector George Flight verá como una interferencia innecesaria y molesta. Si quiere resolver el caso, Rebus deberá lidiar no solo con el esquivo asesino, sino también con su hostil colega londinense y con la presencia de una atractiva psicóloga que despertará sus instintos más incontrolables. Ian Rankin vuelve a sobrecoger a los lectores con una terrorífica historia cargada de intriga y verosimilitud.

Uñas y dientes (fragmento)

PRÓLOGO Hunde el cuchillo, ella.
Por experiencias pasadas, sabe que es un momento de mucha intimidad. Su mano aferra el mango frío del cuchillo y el impulso clava la hoja entera en la garganta hasta que su propia mano roza la piel. Carne contra carne. Primero, la chaqueta, o el jersey de lana, la blusa o la camiseta de algodón, y después la carne. Ahora un tajo. El cuchillo palpita como un animal que olfatea. La sangre caliente cubre el mango y la mano. (La otra mano tapa la boca y ahoga los gritos). El momento es sublime. Un encuentro. Un contacto. El cuerpo es fogoso, trémulo, cálido de sangre, y borbotea por dentro cuando lo de dentro se exterioriza. Hierve. El momento acaba demasiado pronto.
Y aún siente ganas. No está bien, no es habitual, pero las siente. La desviste un poco; en realidad, la desviste mucho, quizá más de lo necesario. Y hace lo que tiene que hacer, barrenando otra vez con el cuchillo con los ojos fuertemente cerrados. Esta parte no le gusta. Nunca le ha gustado esta parte, ni aquella vez ni ahora. Pero, sobre todo, aquella vez.
Finalmente, saca los dientes y los hunde en el blanco vientre hasta cerrarlos en un mordisco satisfactorio, y susurra, como siempre, las cuatro palabras:
—Es sólo un juego.
Es de noche cuando George Flight recibe la llamada. La noche del domingo. El domingo es su bendito día: rosbif con pudin, los pies en alto delante del televisor y el periódico abierto, abandonado en el regazo. Pero durante toda la jornada ha tenido un presentimiento; lo sintió en el pub, a la hora de almorzar, un retortijón como si tuviera gusanos, gusanitos blancos hambrientos, gusanos imposibles de satisfacer. Después, ganó el premio en la rifa del pub: un oso de peluche naranja y blanco, de casi un metro de alto. Hasta los gusanos se rieron, y supo que el día acabaría mal.
Que es lo que, efectivamente, sucedía, con el teléfono sonando sin parar, anunciando las malas noticias que no podían esperar al día siguiente.

EL VIDEO DE JESUS


RESEÑADO por Dani Tavares para LIBROS,  el 29 de Septiembre de 2014.
"El video Jesús". Al principio da miedo y piensas: será un "código da vinci"? será un libro lleno de trampas, con personajes estereotipados, con errores garrafales geográficos e históricos? donde el malo es muy malo, el bueno es muy bueno, (aparte de americano), donde el aguerrido protagonista acompañado de una bella dama investiga un secreto ...que durante siglos una secta ha mantenido oculta y que puede cambiar el mundo tal como lo conocemos blablablabla..., o sea, un libro nefasto para mentes simples? o será un libro de "ciencia ficción"? Pues tengo que decir que "El video Jesús" es un libro de ciencia ficción bastante redondo, ameno, simpático, emocionante y que me ha dejado un buen sabor de boca. El protagonista es americano y el malo también es muy malo pero los constantes giros del guión lo diferencian notablemente de todos aquellos que mezclan secretos históricos. Publicado en 1997, en el 2002 se adaptó a la televisión y en España parece que lo han emitido en varias ocasiones, no me alargo, os dejo la sinopsis: Stephen Foxx, un arqueólogo aficionado, participa como voluntario en una excavación cerca de Jerusalén y encuentra una tumba del siglo I con un contenido sorprendente: el esqueleto de un hombre de nuestros días, y a su lado, el manual de instrucciones de una cámara de vídeo que aún no se ha fabricado. La conclusión resulta espeluznante: en el futuro, un viajero en el tiempo se desplazará a la época del Nuevo Testamento con una cámara de vídeo para filmar.
La posibilidad de encontrar en algún lugar una cámara con una grabación de Jesús de Nazaret escondida desde hace dos mil años desata feroces intrigas para hacerse con el vídeo a toda costa.

Sinopsis (Ed. Bibliopolis)
"El Michael Crichton alemán "Der Spiegel
El hallazgo arqueológico más sensacional. Stephen Foxx, arqueólogo aficionado que participa como voluntario en una excavación cerca de Jerusalén, encuentra una tumba del siglo I con un contenido sorprendente: el esqueleto de un hombre de nuestros días, y a su lado, el manual de instrucciones de una cámara de vídeo que aún no se ha fabricado. La conclusión resulta espeluznante: en el futuro, un viajero en el tiempo se desplazará a la época del Nuevo Testamento con una cámara de vídeo para filmar... ¿qué? La posibilidad de encontrar en algún lugar una cámara con una grabación de Jesús de Nazaret escondida desde hace dos mil años desata feroces intrigas para hacerse con el vídeo a toda costa. ¿Hasta dónde estaría dispuesta a llegar la Iglesia católica para obtener la prueba definitiva de la existencia de Jesús... o para enterrar la demostración irrefutable de que nunca existió?

El video de Jesús (fragmento)

Desde que sabía que iba a ser famoso, les estaba esperando. Le asombraba que vinieran tan pronto, pero no le sorprendía.
Primero sólo se vio, allá a lo lejos, una nube de polvo. La percibió con el rabillo del ojo, levantó la vista y se preguntó si la ansiedad y la tensión de sus nervios le estarían engañando. Era muy probable. Los vehículos que iban por la pista pedregosa que se extendía aproximadamente un kilómetro al sudoeste del campamento solían levantar nubes de polvo como aquélla. Seguro que esta vez también se trataba de otro camión más que se dirigía al pueblo cercano. Lo más probable era que no significara nada. Por lo menos no aquello que él esperaba.

Devolvió su atención a los pocos centímetros cuadrados de terreno sobre los que estaba trabajando con un pincel de cerdas desde hacía una hora. Hacía calor. Era junio, y las temperaturas alcanzaban y superaban los veintiocho grados ya desde las primeras horas de la mañana. A partir de ese momento todos evitaban mirar el termómetro. No había llovido desde hacía semanas, lo que era bueno para el trabajo, pero a causa de ello la capa superior de la tierra se había convertido en un polvo asqueroso y fino que se alzaba al más mínimo soplo de viento, un polvo que respiraban, comían, llevaban consigo hacia sus tiendas y camas de campaña y que no iban a poder quitarse de encima hasta el final de los trabajos de excavación. Combinado con el sudor, formaba una capa fina y sucia, imposible de combatir con las duchas de goteo, tan parcas en agua, que utilizaban en el campamento.

En España se emitió una miniserie de televisión, basada en la novela, con el título El Enigma de Jerusalén.
https://www.filmaffinity.com/es/reviews/1/314209.html