miércoles, 23 de agosto de 2017

EL SEGUNDO HIJO


Estoy un poco atascada con esta novela, tanto que creo que voy a abandonar su lectura (salvo que alguien me convenza de lo contrario), es tan farragosa e intrincada la trama.... tan artificialmente complicados los diálogos y las situaciones que....bufff me estoy aburriendo de muerte¡¡¡ y eso que tenía buenas perspectivas porque el tema (Guerra Civil Española) me encanta y la sinopsis (intervención alemana en España, auge del nazismo en Alemania) me pareció muy atractiva, pero.....!!
Parece ser que esta novela cierra la trilogía "Berlín Noir" cuyas anteriores entregas son, Rosa y Sombras y Luces, visto lo visto, no creo que me anime con las anteriores...
Al fin he logrado terminar la novela pero, la verdad, no puedo recomendarla.


Resumen y sinópsis de El segundo hijo de Jonathan Rabb (Ediciones B)
El inspector de policía Nikolai Hoffner se ve forzado a jubilarse porque los nazis han descubierto que tiene una antepasada judía. Mientras tanto, Georg, hijo de Hoffner y director de cine, deja a su mujer y a su hija en Berlín para viajar a Barcelona, donde pronto se celebrará la Olimpiada Popular. Pero el estallido de la Guerra Civil lo cambia todo. De pronto, Georg desaparece y Hoffner se ve inmerso en una quijotesca búsqueda para devolver a su hijo a casa.

El segundo hijo (fragmento)

1
Barcelona
"No había más que sol y calor... Tanto que de vez en cuando el muchacho se obligaba a torcer el cuello para sentir como le bajaban por la espalda las gotas de sudor.
¿Y qué esperaba un alemán de España? Lo normal era sudar a chorros y tener un aspecto lamentable, del que, a pesar de la barba de tres días,  daban cuenta las mejillas arreboladas de un bonito rojo bermellón. Además no olía muy bien..., como tampoco lo hacían los que miraban desde la hilera; al otro lado de la plaza con la cámara lista y el cigarrillo pegado a los labios resecos.
Había pensado dejarse la barba, pero sabía que, al volver a Berlín, su mujer le diría que se afeitase. Y asustaría al niño... Antes de que todos los regalos salieran en desorden de la maleta, resonaría por el vestíbulo un  "¿dónde está mi papi?, ¿dónde está mi papi?", acompañado de chillidos y lágrimas. Los regalos siempre funcionaban con un niño de cuatro años, aunque vinieran de un padre a quien casi no reconocía."

PROFESORA HANÁ


"La profesora Haná cumple 40 años y es virgen...."
Así comienza una novela que con la apariencia de relatar la vida de una mujer soltera en Egipto nos enfrenta con un mundo desconocido de intrigas académicas, amor patológico, machismo institucional y usos culturales que no son tan lejanos como pareciera a primera vista.
Una novela para un par de tardes, que no pasará a la historia de la literatura, pero se deja leer con agrado.

Sinopsis (Alba Editorial)

En la víspera de su cuarenta cumpleaños la profesora Haná, una brillante catedrática de la Universidad de El Cairo, se siente especialmente sola. Va a cumplir cuarenta años y todavía es virgen. Ha conseguido triunfar profesionalmente en un entorno donde los hombres ejercen el poder académico pero todavía no ha disfrutado de los placeres de la vida. Justo cuando decide que esa misma noche tiene que perder la virginidad, en su despacho aparece Jáled, su joven adjunto que es guapo, pobre y devoto creyente.
Profesora Haná es a la vez una novela de campus y de lucha por el poder y una historia de amor llena de pasión y de contrastes. Los conflictos que sacuden a sus protagonistas nos muestran las múltiples caras del Egipto actual, una sociedad moderna y al mismo tiempo muy enraizada en sus tradiciones. Reem Bassiouney ha escrito una novela cuya trama oculta es la situación de las mujeres en el mundo árabe y de su derecho a poder escribir su propio destino.

UNA ESPOSA DE FIAR


Tenía esta novela "aparcada" desde hace bastante tiempo a pesar de las magníficas críticas que había leído sobre ella y de la atrayente cubierta con que la editorial nos ha obsequiado, y..... a veces es mejor dejarlo estar¡¡¡
Un proyecto de novela profunda que se ha quedado, según mi opinión, en un superficial "folletón con aspiraciones".
No me convence el argumento convencional y manido, previsible hasta las últimas consecuencias, no me convencen los sentimientos exacerbados pero descritos de forma un tanto vulgar, no me convencen los personajes que intentan copiar a los clásicos de la literatura romántica sin conseguirlo en ningún momento, en fín.....no me convence esta novela en la que había puesto bastantes expectativas a tenor de lo leído y es que, a veces,  repito, mejor dejarlo estar¡¡¡

Sinopsis
Una gélida tarde de otoño, en una remota población de Wisconsin a principios del siglo pasado, un hombre maduro aguarda en el andén la llegada de una mujer. Se trata de Ralph Truitt, el personaje más poderoso del lugar, alguien envidiado, temido y profundamente solitario, que en su deseo de disponer de una mujer sencilla y honrada que lo acompañe en su mansión, en medio de la nada, ha puesto un anuncio solicitando «una esposa de fiar». Sin embargo, la joven que se baja del tren, Catherine Land, no se ajusta exactamente a las expectativas del señor Truitt. Atractiva, esquiva y enigmática, su aceptación de casarse con una persona veinte años mayor sugiere algún plan oculto. Pero en caso de haberlo, lo que Catherine no ha calculado es que puede que el huraño Ralph también tenga su plan y, sobre todo, que esté dispuesto a hacer lo que sea para llevarlo hasta el final.

Una mujer de fiar (fragmento)

Era una mujer sola que había respondido a un anuncio personal de un periódico, una mujer que había viajado kilómetros y kilómetros con un billete que no había pagado con su propio dinero. No era dulce ni sentimental; tampoco sencilla ni honrada. Estaba desesperada y llena de esperanzas al mismo tiempo. Era como todas esas mujeres de cuyos sueños ingenuos se mofaba y reía con sus amigas. Sólo que ahora estaba mirando a la cara de una de esas mujeres, y ya no tenía ninguna gracia.

PARADERO DESCONOCIDO


Dos amigos y socios se cartean entre Noviembre de 1932 y Marzo de 1934. Las cartas van y vienen entre San Francisco y Múnich, y al ritmo epistolar cambian los hombres, el mundo, los sentimientos y las ideas.
En apenas año y medio nada volverá a ser igual.
Una novela cortísima, apenas 50 páginas que se publicó por primera vez en 1938 y estuvo prohibida y olvidada hasta su reedición en los años 60.
Una visión del mundo previo a la II Guerra Mundial que os recomiendo encarecidamente¡¡¡

Paradero desconocido (fragmento)

"SCHULSE-EINSESTEIN GALLERIES
SAN FRANCISCO, CALIFORNIA,
EEUU
12 de noviembre de 1932
Herrn Martin Schulse
Schloss Rantzenburg
Múnich, Alemania

Querido Martin:
¡De vuelta en Alemania! ¡Cómo te envidio! Aunque no la he visto desde que era un niño de escuela, escribir Unter den Linden todavía me conmueve… La amplitud de horizontes de la libertad intelectual, las discusiones, la música, el desenfado de la camaradería. Y ahora el viejo espíritu aristócrata, la arrogancia prusiana y el militarismo han desaparecido. Llegas a una Alemania democrática, a una tierra profundamente culta, donde la preciosa libertad política está en sus comienzos. Será una vida maravillosa. Tu nueva dirección no puede ser más sugestiva. Me alegro de que la travesía haya sido tan agradable para Elsa y los pequeños.
En cuanto a mí, no puedo decir que esté tan feliz. La mañana del domingo me encuentra hecho un solterón solitario sin objetivo alguno. Mi hogar de los domingos se ha trasladado a través de los anchos mares. ¡Aquel antiguo caserón en la colina… tu bienvenida diciéndome que el día no llegaba del todo hasta que no estábamos otra vez juntos! Y nuestra querida y jovial Elsa, que salía radiante a recibirme, me cogía de la mano, gritaba «¡Max, Max!» y me empujaba adentro para abrir mi Schnaps favorito. Y también la preciosidad de los chiquillos, sobre todo tu guapísimo pequeñín Heinrich. Será un hombre hecho y derecho antes de que vuelva a ponerle los ojos encima.
Y la comida… ¿Habrá esperanzas de que vuelva a comer como comía? Ahora voy a un restaurante y, por encima de mi desolado roast beef veo borbotear el gebackner Schinken en su salsa burgundesa, el Spätzle, ¡ah, el Spätzle y Spargel! No, nunca me resignaré a mi dieta norteamericana. Y los vinos, deslizados con tanto cuidado a tierra de los barcos alemanes, y las promesas que nos hacíamos, cuando los vasos rebosaban por cuarta, quinta y sexta vez."




LA GUERRA MÁS FRÍA


Segunda novela del Tríptico de Asclepia.

Bien sabido es que no soy aficionada, en absoluto, a la ciencia ficción, por eso tuve mis reservas a la hora de leer a Tregillis, y la verdad es que me ha sorprendido agradablemente.
Historia alternativa sobre la Guerra Fría en la que los espías persiguen a seres "extraordinarios" cuyas habilidades inimaginables pueden decantar la victoria en un segundo, trufada con historias personales tan corrientes que podría ocurrirle a cualquiera.
Me ha mantenido entretenida durante un par de días.
300 páginas de realidad fantástica que continuará......¡¡¡

La Guerra más fría (fragmento)

1


"Gretel tocó el brazo de Klaus con un dedo.
—Espera — susurró.
Transcurrieron varios segundos mientras Gretel consultaba alguna cronología privada que solo existía en su cabeza. Klaus reconoció la expresión: su hermana estaba recordando el futuro, atisbando unos pocos segundos por delante del momento actual.
—Ahora, hermano — dijo entonces.
Klaus absorbió de su batería robada un diminuto reguero de corriente, la cantidad justa de Götterelektron para desmaterializar su mano. Era un riesgo, un riesgo que Gretel le había asegurado que daría sus frutos. Por eso llevaba semanas practicando.
Su mano fantasmal se introdujo en el hormigón armado. Cerró los dedos en torno a uno de los cerrojos que mantenían sellada la cámara acorazada. Klaus se concentró, enfocando su Willenskraft como un bisturí, y sacó de la pared un trozo de acero de un dedo de longitud. Gretel atrapó el fragmento metálico antes de que cayera al suelo con un estrépito que los delatara."

EL CUERPO HUMANO


Cuanto más leo sobre la guerra, más crece en mi un sentimiento antibelicista que no tiene vuelta atrás.
Esta no es una "novela de guerra" es una novela sobre los destrozos que la guerra causa en un grupo de jóvenes, que no son especialmente idealistas, ni especiales, son jóvenes perdidos en un mundo desconocido que saca lo peor de cada uno de ellos y, en mayor o menor medida, destroza sus vidas. Primera novela que leo de Paolo Giordano que sin ser una obra maestra, ha mantenido mi interés a lo largo de sus 300 páginas.
Para todos lo que quieran realizar un ejercicio de reflexión (bien escrita) sobre la guerra de nuestros días, la recomiendo¡¡

El cuerpo humano (fragmento)
" Tres miembros integran la comisión disciplinaria, según la denomina pomposamente el folio de convocatoria. Dos son externos: un sargento mayor y otro oficial que no lleva los grados, ambos con acento del sur; Egitto no los conoce. Sentado en el centro, la preside el coronel Matteo Caracciolo, a quien frecuenta desde hace tanto tiempo que lo suyo bien podría pasar por una amistad, pese a que se caracteriza por un cierto e insuperable desapego. Al menos de palabra, Caracciolo está de su parte. Si lo deja en sus manos —le ha dicho en privado—, todo irá bien, el incidente será rápidamente reabsorbido (ha empleado justo este término, «reabsorbido», como si fuera un traumatismo craneal). A renglón seguido, sin embargo, se ha negado a aclararle la naturaleza exacta de las acusaciones, como si eso lo incomodase. ¡Por supuesto que puede dormir tranquilo, teniente Egitto! Será sólo una sarta de estupideces, las habituales minucias típicas del ejército.
El coronel sigue tuteándolo ante los otros dos militares, pese a que a éstos esa falta de formalidad no parece gustarles. Ha abierto la sesión dejando claro que en su opinión es de todo punto insensato desenterrar unas circunstancias que se remontan a hace más de un año, cuando ya está hablándose de una nueva misión para su brigada. Pero ¿qué pueden hacer? Los tiempos de la burocracia no coinciden forzosamente con los de los hombres, mejor dicho, casi nunca coinciden.
En la sala sofocante, ocupada casi por completo por la mesa rectangular de madera oscura, el aire está viciado. A Egitto se le cierran los ojos. A pesar de las palabras de ánimo, ha pasado la noche sin dormir y ahora está desfallecido, aniquilado, presa del mismo mal humor de los peores días antes del tratamiento. Teme que no sea una mañana adecuada para una investigación sobre él; el cansancio lo hace siempre poco propenso a las componendas. Además, se ha dado cuenta ya de que le gusta esa libertad que la vida concede en ocasiones de ponerlo todo patas arriba en unos segundos. Antes aún de que entren de lleno en la materia, está seguro de que encontrará la manera de liarla bien. "

REENCUENTRO


Hace pocos días en otra página dedicada a la literatura se planteó un debate sobre si ya se habían escrito suficientes libros sobre la guerra civil española, lo que me recordó el gran número de libros que se han escrito sobre la persecución a los judíos, el holocausto y sus consecuencias....
Si tenía alguna duda esta se ha resuelto al leer esta pequeña joya de, apenas, 100 páginas en la que Uhlman nos relata con sensibilidad totalmente exenta de sentimentalismo una historia de amistad adolescente en el mundo hostil de la Alemania pre-nazi.
Una historia cuya aparente sencillez no esconde la marea subterránea que agita los corazones y las mentes de los protagonistas y su mundo.
Una tarde ganada al tiempo es la que he empleado en leer esta novela que les recomiendo encarecidamente, después de agradecer a Vera Sáez que me hiciera conocer este libro y a su autor.

Reencuentro (fragmento)
" Y así pasaron los días y los meses sin que nada perturbara nuestra amistad. Desde fuera de nuestro círculo mágico llegaban rumores de conmoción política, pero el ojo de la tormenta estaba lejos: en Berlín, donde, según las informaciones, se producían choques entre nazis y comunistas. Stuttgart parecía el lugar tranquilo y sensato de siempre. Es cierto que de cuando en cuando se producían pequeños incidentes. Aparecían esvásticas en las paredes, hostigaban a un ciudadano judío, apaleaban a unos pocos comunistas, pero la vida en general se desarrollaba como de costumbre. Los Höhenrestaurants, la Ópera, los cafés al aire libre estaban abarrotados. Hacía calor, los viñedos estaban cargados de uvas, y los manzanos empezaban a encorvarse bajo el peso de la fruta madura. La gente conversaba acerca de los lugares adonde iría a pasar sus vacaciones: mis padres mencionaban Suiza y Konradin me dijo que se reuniría con sus padres en Sicilia. Aparentemente, no había nada de qué preocuparse. La política era cuestión de adultos y nosotros debíamos resolver nuestros propios dilemas. Y a nuestro juicio, entre éstos el más apremiante consistía en descubrir la mejor forma de aprovechar la vida, lo cual era muy distinto a dilucidar qué sentido tenía, si es que tenía alguno, y cuál sería la condición humana en ese cosmos alarmante e inconmensurable. Estos eran los problemas de trascendencia auténtica y eterna, mucho más importantes para nosotros que la existencia de figuras tan efímeras y ridículas como Hitler y Mussolini.
Fue entonces cuando sucedió algo que nos conmovió profundamente a ambos y que influyó mucho sobre mí.
Yo siempre había dado por supuesta la existencia de un Dios todopoderoso y benévolo, creador del Universo. Mi padre nunca me hablaba de religión, y no se inmiscuía en mis creencias. En una oportunidad oí sin proponérmelo cómo le decía a mi madre que no obstante la ausencia de pruebas contemporáneas él creía que había existido un Jesús histórico, un maestro judío de moral, muy sabio y dulce, un profeta como Jeremías o Ezequiel, pero que le resultaba absolutamente inconcebible que alguien pudiera definir a ese Jesús como «Hijo de Dios». Le parecía blasfema y repulsiva la idea de un Dios omnipotente capaz de contemplar pasivamente cómo Su Hijo padecía esa muerte cruel y lenta en la cruz, la idea de un «Padre Divino» menos propenso que un padre humano a correr en ayuda de su hijo.
Sin embargo, aunque mi padre había declarado no creer en la divinidad de Cristo, sospecho que era más bien agnóstico que ateo, y que si yo hubiera querido convertirme al cristianismo no se habría opuesto... no con más vehemencia, en verdad, que si hubiera resuelto convertirme al budismo. Por otro lado, estoy seguro de que habría procurado impedir que me transformara en un monje de cualquier confesión, por considerar que la vida monástica y contemplativa era irracional y desperdiciada.
En cuanto a mi madre, parecía flotar muy satisfecha en un estado de confusión. Acudía a la sinagoga el Día del Perdón, pero cantaba «Stille Nacht, Heilige Nacht» en Navidad. Acostumbraba a hacer donaciones a los judíos para ayudar a los niños judíos de Polonia, y a los cristianos para la catequización de los judíos. Cuando era pequeño me había enseñado algunas oraciones sencillas en las que imploraba a Dios que me ayudara y que fuera misericordioso con papá, mamá y nuestro gatito. Esto era casi todo. Al igual que mi padre, parecía no necesitar ninguna religión, pero era trabajadora, buena y generosa, y estaba convencida de que seguramente su hijo seguiría el ejemplo de ellos dos. Y así me crié entre judíos y cristianos, entregado a mí mismo y con mis propias ideas acerca de Dios, sin creer vehementemente y sin poner seriamente en duda la existencia de un espíritu rector benévolo y omnímodo, ni el hecho de que el mundo era el centro único del Universo y de que nosotros, judíos y gentiles, éramos los hijos favoritos de Dios.
Nuestros vecinos eran los Bauer, quienes tenían dos hijas de cuatro y siete años, y un hijo de doce. No había intimado con ellos —los niños eran demasiado pequeños para que yo les hiciera partícipes de mis juegos— pero los conocía de vista y había observado a menudo, no sin envidia, cómo padres e hijos retozaban juntos en el jardín. Recuerdo vívidamente cómo el padre empujaba a una de las niñitas, sentada en un columpio, que se remontaba a una altura cada vez mayor, y cómo el vestido blanco y la cabellera rojiza de la chiquilla parecían una vela encendida al desplazarse velozmente entre las frescas hojas verdes de los manzanos. "