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jueves, 21 de diciembre de 2017

KAFKA Y LA MUÑECA VIAJERA


En el parque Sieglitz se encuentran el principio y el final de la vida, se encuentran el pasado y el futuro, la vida y la muerte; intercambian cartas y sentimientos, intercambian amor.
Me ha encantado este cuentito que se lee en un suspiro y se disfruta mucho!!!

Sinopsis (Ed. Siruela)
Un año antes de su muerte, Franz Kafka vivió una experiencia muy insólita. Paseando por el parque Steglitz, en Berlín, encontró a una niña llorando desconsolada: había perdido su muñeca. Para calmar a la pequeña, el autor de La metamorfosis se inventó una peculiar historia: la muñeca no se hbaía perdido, se había ido de viaje, y él, convertido en cartero de muñecas, tanía una carta que le llevaría al día siguiente al parque.

Kafka y la muñeca viajera (fragmento)
"Franz Kafka examinó de nuevo su reloj, y el de la torre. Ningún error. Pasaban diez minutos de la hora habitual a la que Elsi aparecía corriendo por el extremo del parque, a su izquierda. Diez minutos, la mayor de las tardanzas. ¿Significaba eso que su interés había muerto de repente? ¿Y si se encontraba enferma? ¿Qué haría Brígida en tal caso, seguir escribiendo día tras día para cuando se recuperase?
Dos semanas, catorce cartas, y aquellos diez minutos bastaban para enfrentarlo a una certeza desconocida hasta ese momento.
¿Hasta cuándo sería el cartero de muñecas?
¿Hasta cuándo escribiría la muy viajera Brígida?
Once minutos, doce.
Franz Kafka bajó la cabeza. Se sintió más triste y desilusionado que Elsi la mañana de la irreparable pérdida. Recordó paso a paso la escena de la que había formado parte veinticuatro horas antes sin hallar en ella nada que indujera a sospechar del cansancio de la niña. Había disfrutado mucho sabiendo cómo Brígida navegó por el Nilo y se internó valiente y audazmente por los pasillos secretos de las pirámides. Tanto como él escribiéndolo. De hecho le entraron unos deseos enormes de visitar Egipto.
Quince minutos.
Se resignó a lo inevitable. Si se trataba de un resfriado, la pobrecilla lo estaría pasando tan mal como él, sin posibilidad de avisarlo. Si por el contrario era el cansancio, el fin de su interés… Por lo menos habría cumplido con su tarea, impidiendo que una enorme herida presidiera la existencia de Elsi a causa de la pérdida de Brígida. Bastante había hecho con serle fiel dos semanas enteras.
—Podrás volver a escribir algo de provecho —se dijo.
¿Acaso no era de provecho la correspondencia de Brígida?
Tal vez tuviera más valor que cualquiera de aquellos relatos que nunca publicaría, y que estaban condenados al fuego y al olvido cuando Max Brod cumpliera con su voluntad tras su muerte.
Se sentía triste.
Decepcionado.
Veinte minutos.
¿Por qué seguía esperando? Nada menos que él, Franz Kafka, un adulto, esperando a una niña de poquísimos años…
Iba a levantarse.
Entonces la vio, como siempre, corriendo desde el extremo del parque, más veloz y congestionada que otras veces. Corriendo como aquello fuese lo más importante de su corta vida.
Ningún olvido.
Allí estaba Elsi.
Franz Kafka sonrió aliviado. "

miércoles, 13 de septiembre de 2017

LA MUERTE DEL CENSOR



Primera entrega de la serie de novelas protagonizadas por el Inspector de Policía Hilario Soler.

RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS,  el 13 de Mayo de 2014
De los libros me leo hasta la dedicatoria. Y de algunos hasta eso que pone al final de 'este libro se acabó de imprimir...' y me encuentro con uno dedicado a dos de las personas que más hicieron por convertir un brazo de sofá en un caballo Mustang y un palo en un Winchester 73. Un libro dedicado a Silver Kane y a ML Estefanía.
'La mort del censor' ...(La muerte del censor) de Jordi Sierra i Fabra.
Barcelona, 1963. Una canción en catalán acaba de ganar el Festival de la Canción del Mediterráneo... y un censor es apuñalado en su coche. A partir de aquí una novela negra con un policía muy poco del 'régimen'.
Sierra i Fabra escribe que cualquiera diría que hace churros pero se le agradece que sus novelas sean 'churros' de calidad. Rápido pero bueno y bonito.
Pero lo que más le agradezco, aunque él no lo sepa y, probablemente, no le importe, es que se acuerde en la dedicatoria de Francisco González Ledesma.
Si la veis en castellano, dejaos pillar por el inspector Hilari Soler.

Sinopsis (Ed. HarperCollins)
Una turbia trama de odios ocultos y pasiones escondidas abre una trepidante serie de intriga policial ambientada en la Barcelona de los años sesenta, en pleno franquismo. El protagonista es el comisario Hilario Soler, oveja negra entre sus compañeros por sus escrúpulos de conciencia y su celo ejemplar.
Veintisiete puñaladas y cuatro balas, una cruel venganza. Cuando aparece el cadáver de uno de los más importantes censores del régimen se encienden todas las alarmas del Estado. El caso se encargará a Soler, el mejor hombre de la comisaría. Pero ¿es esa la investigación más adecuada para encargar a alguien con escrúpulos? Personajes oscuros, pasados escabrosos, palabras prohibidas y todas las miserias de una sociedad dominada por la represión y la censura confluyen en una intensa narración de resonancias impresionantes.

La muerte del censor (fragmento)

—Yo he contado como mínimo veinte cuchilladas, y puede que haya más si algunas se han superpuesto.
—Mucho odio —dijo Hilario.
—Y rabia. Debió de seguir acuchillándole ya muerto.