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domingo, 28 de noviembre de 2021

LA CASA DE LAS BELLAS DURMIENTES


Me parece imposible no haber leído esta novela hasta hoy...! 
Es verdad que procuro alejarme de esas recomendaciones enfervorizadas y repetitivas y las modas me parecen siempre sospechosas, pero en este caso tienen razón, una novela corta y poética sobre la forma de abordar la vejez y los recuerdos...💜
Muy recomendable🌞🌞🌞

Sinopsis (ed. Austral)
La casa de las bellas durmientes sobresale en la obra de Yasunari Kawabata por su perfección formal. Comienza con la visita del viejo Eguchi a una casa secreta gobernada por una mujer ordinaria y práctica que, al final, como él mismo, revelará su esencia inhumana. En ese burdel, el protagonista, de sesenta y siete años, pasa varias noches junto a los cuerpos de jóvenes vírgenes narcotizadas. A la vez que admira el esplendor de lasfiguras dormidas, rememora su relación con las mujeres: su esposa, su madre, su amante, sus hijas…Erotismo, lujuria masculina, vejez y violencia se entretejen en esta fulgurante novela breve que amalgama, como es típico en la obra del Premio Nobel de Literatura, motivos tradicionales de la estética japonesa con temas modernos en ambientes casi irreales. Magnífica pero profundamente perturbadora, La casa de las bellas durmientes es una escalofriante meditación sobre la sexualidad y la muerte.

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jueves, 23 de noviembre de 2017

LO BELLO Y LO TRISTE


RESEÑADO por Gissela Olaondo para LIBROS,  el 31 de Diciembre de 2014.
Nuestra querida Gissela Olaondo cierra el año compartiendo novela de uno de los grandes de la literatura japonesa y nos dice que:
"Considerado uno de los mejores escritores japoneses (cosa que no pongo en duda ya que no en vano habrá sido premio nobel de literatura) y ésta su “obra cumbre”, a mí no me gustó nada: no me gustó la historia, ni ...los personajes, ni la forma de escribir plagada de descripciones de paisajes…bastante tediosa.
Primero Yoshimoto y luego Kawabata; evidentemente los escritores japoneses no son lo mío.-"
Magnífica reseña que comparto, totalmente¡¡¡ Gracias amiga¡
“Impulsado por la nostalgia, Oki Toshio, un escritor casado, decide viajar a Kyoto para oír las campanas del templo en el Año Nuevo. Pero además quiere ver a Otoko, antigua amante a la que había humillado. Todavía hermosa, Otoko, ahora pintora, vive con su protegida Keiko, una joven amoral, sensual y apasionada de apenas veinte años. Y lo que comienza como un reencuentro sentimental entre el maduro Oki y la discreta Otoko se convertirá, por voluntad de Keiko, decidida a vengar a su mentora, en un cruel drama de amor y destrucción.
Entre la ternura y la obsesión, la serenidad y el arrebato, Lo bello y lo triste es una de las obras cumbres de Kawabata, capaz de convertir el mero ajuste de un ceñidor en algo infinitamente erótico y perverso”.

Sinopsis (Ed. Austral)
Impulsado por la nostalgia, Oki Toshio, un escritor casado, decide viajar a Kioto para oír las campanas del templo en el Año Nuevo. Pero además quiere ver a Otoko, antigua amante a la que había humillado. Todavía hermosa, Otoko, ahora pintora, vive con su protegida Keiko, una joven amoral, sensual y apasionada de apenas veinte años. Y lo que comienza como un reencuentro sentimental entre el maduro Oki y la discreta Otoko se convertirá. Por voluntad de Keiko, decidida a vengar a su mentora, en un cruel drama de amor y destrucción.

Lo bello y lo triste (fragmento)
"El hecho de ser el último día del año hacía que el tiempo transcurriera con mayor lentitud. En el atardecer invernal, aquel bosque de tumbas y figuras Jizo serenaría sus sentimientos, pero al ver lo oscura que estaba la alameda que conducía al templo de Gío, ordenó al conductor que regresara. Decidió entonces detenerse en el templo del Musgo y luego volver al hotel. Los jardines del templo estaban casi desiertos, yermos de una infinita soledad. Sólo los recorría una pareja que parecía en luna de miel, en contraste con aquella amarga hiel de vaciedad. Había pinocha esparcida sobre el musgo y el reflejo de los árboles en el estanque se iba desplazando a medida que él avanzaba. En el camino de regreso al hotel las Colinas Orientales parecían incandescentes bajo la luz anaranjada del sol poniente. "

viernes, 1 de mayo de 2015

LA CASA DE LAS BELLAS DURMIENTES

Esta novela fue reseñada para LIBROS por Patricia Martínez el 28 de Marzo de 2012 y esta es su reseña, tal como nos la regaló:
"Termino "La casa de las bellas durmientes" de Yasunari Kawabata. Me ha gustado mucho este libro, transmite belleza y a la vez una extraña incomodidad y desazón. cuenta  la historia de una casa donde los ancianos pagan por dormir con jovencitas, ellas están narcotizadas y no se enteran de nada, pueden tocarlas, pero no deben de llegar más allá. El protagonista hará un recorrido por su vida, cada muchacha con la que duerme evocará diferentes momentos, sensaciones y reflexiones. Está plagado de un intenso y extraño erotismo muy propio de la cultura japonesa. Lo recomiendo para experimentar diferentes y contradictorias sensaciones." Los relatos de Patri (28 de Marzo de 2012)

Escrita en 1961 por Kawabata, primer escritor japonés en ganar el Nobel de Literatura tiene todo lo bueno y lo "malo" de la literatura japonesa, a saber, poesía, lirismo, una sutil mirada hacia la vida y un modo de escribir tan particular que en ocasiones la aleja del lector occidental por su lentitud y falta de ritmo que no es más que ese modo de vivir la vida y la escritura que  ha hecho a los japoneses como son.  
Todo esto y mucho más puede encontrarse entre las páginas de La casa de las bellas durmientes, que va más allá de la novela para convertirse en una reflexión (muy oriental, eso sí) sobre la juventud, la vejez, la vida y la muerte.

Este fragmento de la novela no lo dice todo, pero si condensa el espíritu que la inspira:
"Su serena respiración era más lenta que la de Eguchi. De vez en cuando el viento pasaba sobre la casa, pero ya no tenía el sonido de un invierno inminente. El bramido de las olas contra el acantilado se suavizaba al aproximarse. Su eco parecía llegar del océano como música que sonara en el cuerpo de la muchacha y los latidos de su pecho y el pulso de ella le servían de acompañamiento. Al ritmo de la música, una mariposa pura y blanca danzó sobre sus párpados cerrados. Retiró la mano de la muñeca de ella. No la tocaba en ninguna parte. Ni la fragancia de su aliento, ni de su cuerpo, ni de sus cabellos era fuerte"