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viernes, 1 de diciembre de 2017

EL DISCURSO SECRETO


Segunda entrega de la serie de novelas protagonizadas por Leo Stepánovich Demídov.  miembro del MGB (Departamento de Seguridad del Estado) en Moscú en 1953.

Nueva novela protagonizada por Leo Stepánovich Demisov, se acaba el stalinismo y comienza la era Khrushchev, los cambios alcanzan a Demisov y su familia como un huracán helado que procede de los fríos campos de concentración (gulag) del este, todo cambia para que nada cambie y la crueldad sigue campando a sus anchas.
Continua la historia del bloque soviético y se adivina su descomposición, lenta descomposición e inexorable.
Realmente, me ha gustado menos que El niño 44, porque tiene menos "negrura literaria" y algunos personajes son ridículamente estereotipados (Fraera, por ejemplo), pero la he leído con gran facilidad y me ha resultado muy entretenida; por tanto espero la tercera entrega en la que espero, que se recupere el toque de novela negra que tiene la primera.
Recomendable.

Sinopsis (Ed. Planeta)
Unión Soviética, 1956: la muerte de Stalin marca el principio del fi n de un sistema donde la policía actuaba como criminales. Aunque Jruschev promete reformar el país, hay fuerzas que no son capaces ni de olvidar ni de reconciliarse con los nuevos tiempos. Leo Demidov, antiguo oficial del Ministerio parala Seguridad Estatal, se enfrenta a su propio pasado. Sus hijas, él y su mujer, se encuentran en un grave peligro: alguien trata de ejecutar despiadadamente su particular venganza.





EL NIÑO 44


Primera entrega de la serie de novelas protagonizadas por Leo Stepánovich Demídov, miembro del MGB (Departamento de Seguridad del Estado) en Moscú en 1953.

Un par de días me ha durado este regalo de mi querida Anita Ember. Novela negra, muy negra en la que la oscuridad del ambiente contagia a los protagonistas.
Inspirada en hechos reales, es una crónica de los últimos años del stalinismo desde la óptica de un integrante de los cuerpos de seguridad del estado soviético; Leo Stepánovich Demidov, si que es un antihéroe de verdad, su lado oscuro no tiene nada que ver con complejos o ex-esposas, su lado oscuro es real y sirve a sus amos....
El niño 44 es más que una novela negra, que lo es, tiene una base histórica indudable y recrea de una forma totalmente realista la oscuridad reinante en la URSS; los personajes están bien construidos y el ritmo es trepidante de principio a fin.
Recomendable, muy recomendable, tanto que me he "lanzado de cabeza" a la segunda novela protagonizada por Leo Demisov, El Discurso Secreto.

Sinopsis (Ed. Salamandra)
Héroe de guerra y agente del servicio de seguridad de la Unión Soviética, Leo Stepánovich Demídov cree ciegamente en la propaganda oficial, que sostiene que su país es el paraíso de la igualdad y la fraternidad sobre la Tierra, una alianza de ciudadanos libres y trabajadores prósperos que merece la pena defender de sus múltiples enemigos con todos los medios imaginables, incluidos la delación, la represión y el castigo severo a los infractores. Pero el día que lo obligan a espiar a su propia esposa por supuesta traición a la patria, a Demídov comienza a caérsele la venda de los ojos. En efecto, ni sus condecoraciones ni su inmaculada hoja de servicios le sirven para evitar ser degradado y expulsado de Moscú. Obligado a incorporarse a la milicia en una ciudad industrial, se encuentra con el caso de una serie de asesinatos de niños que las autoridades han dado sospechosamente por cerrado. Con muy poco que perder, y convencido de que un despiadado criminal anda suelto, Demídov se lanza a resolver el misterio por su cuenta, una decisión arriesgada que lo llevará a descubrir el verdadero peligro que se cierne sobre él, una amenaza mucho más temible que su escurridizo objetivo.
Relato trepidante, imposible de abandonar antes del final, esta primera novela del escritor inglés Tom Rob Smith retrata con inusual realismo el ambiente claustrofóbico y la crueldad del estalinismo. Convertida en un éxito de ventas en todo el mundo, Lee Child la calificó de «debut soberbio: una novela intensa, diferente, lograda, madura y emocionante», y Scott Turow de «novela apasionante desde la primera hasta la última página». La versión cinematográfica ha sido producida por Ridley Scott y dirigida por Daniel Espinosa.

El niño 44 (fragmento)

Chervoi, Ucrania
Unión soviética
25 de enero de 1933
Como María había decidido morir, su gato tendría que arreglárselas solo. Ya se había ocupado de él mucho más de lo razonable. Hacía tiempo que las ratas y los ratones habían caído en trampas y servido de comida a la gente del pueblo. Los animales domésticos habían desaparecido poco después. Todos menos uno, aquel gato, su compañero, al que ella había mantenido oculto. ¿Por qué no lo había matado? Necesitaba una razón para vivir; alguien a quien proteger y querer... un motivo para sobrevivir. Se había prometido seguir alimentándolo hasta el día que no pudiera alimentarse ella misma. Aquel día había llegado. Ya había cortado sus botas de cuero en tiras y las había hervido con ortigas y semillas de remolacha. Ya había escarbado la tierra en busca de gusanos, había lamido cortezas. Aquella mañana, en un delirio febril, se había puesto a mordisquear la pata del taburete de la cocina, masticando y masticando hasta llenarse las encías de astillas. Al verla, su gato había escapado y se había escondido bajo la cama. Se negó a asomarse incluso cuando ella se agachó y, llamándolo por su nombre, trató de convencerlo para que saliera. Aquél había sido el momento en que María había decidido morir, pues ya no tenía nada que comer y nadie a quien querer.

Esperó hasta el anochecer para abrir la puerta de su casa. Supuso que, bajo el manto de la oscuridad, su gato tendría más oportunidades de llegar al bosque sin ser visto. Si alguien del pueblo reparaba en él, lo cazaría. Incluso en aquel instante, tan cerca de su propia muerte, la idea de que mataran a su gato la destrozaba. Se consoló pensando que el factor sorpresa estaba de parte del animal: en una comunidad donde los hombres maduros mascaban puñados de tierra con la esperanza de encontrar hormigas o larvas de insectos, los niños escarbaban en la mierda de caballo por si había cáscaras de grano sin digerir y las mujeres se peleaban por los huesos, estaba segura de que nadie imaginaría que un gato pudiera seguir vivo.