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lunes, 28 de agosto de 2017

VENGANZA


Primera novela de la serie protagonizada por Gideon Crew

RESEÑADA por Ricardo Cortat para LIBROS, el 21 de Mayo de 2013.
"Venganza" de Preston y Child.
Nuevo personaje, Crew, y nuevas aventuras.
Si no fuera por mi necesidad periódica de "palomitas", iría de cabeza a confesarme con el "padre" Tavares.
¿Tan mal les va con Pendergast que necesitaban crear a este hombre?
A medio camino entre "me llamo Bond, James Bond" y los libros de Dirk Pitt de Clive Cussler pero en malo, que ya es.
Debería llevar un aviso en la portada: "Úsese sólo en caso de calor piscinero extremo"
Eso sí, me lo he pulido de una sentada.

Culpable!

Reseña de Venganza, de Douglas Preston y Lincoln Child. Una novela para ocupar los ratos libres vacacionales para liberar la mente de todo.
Leed la reseña completa en el siguiente enlace:
http://miscriticassobrelibrosleidos.blogspot.com/…/venganza…


Sinopsis (Ed. Debolsillo)
Gideon Crew, timador, genio y ladrón de talento extraordinario, es el protagonista de la nueva serie de Preston&Child. Con doce años, Gideon Crew fue testigo del asesinato de su padre, uno de los matemáticos más prestigiosos del mundo. Antes de morir había sido acusado de traición. Ahora, con veinticuatro años, su madre le revela en el lecho de muerte los detalles de la terrible verdad: su padre era inocente, y su asesinato formó parte de una injusta conspiración. Le suplica que vengue su muerte y que mate al culpable. Para ello, Gideon elabora un detallado plan y lo lleva a cabo con máxima precisión. Sin embargo, la perfección con que cumple su objetivo acaba atrayendo la atención de un poderoso organismo que le obligará a realizar un encargo muy especial. Lejos de ser el final, esto podría ser tan solo el comienzo...

Venganza (fragmento)

Melvin Crew

1

"Agosto de 1988

Nada a lo largo de sus doce años de vida había preparado a Gideon Crew para lo que le aguardaba ese día. Cada insignificante detalle, cada gesto sin importancia, cada sonido y olor quedaron fijados, como tallados en un bloque de cristal, permanentes e inmutables para ser examinados a voluntad.
Su madre lo llevaba a casa en el Plymouth familiar después de su clase de tenis. Era un día caluroso, con más de treinta grados; la clase de día que hacía que la ropa se pegara a la piel y el aire fuera bochornoso. Gideon había orientado hacia su cara las salidas de ventilación del salpicadero y disfrutaba del chorro de aire acondicionado. Iban por la Ruta 27, bordeando el largo muro que rodeaba el cementerio de Arlington, cuando dos policías en moto interceptaron el vehículo; uno de ellos se situó delante y el otro detrás con las sirenas encendidas y las luces girando. El que iba en cabeza hizo un gesto con su mano enguantada y señaló hacia la salida de Columbia Pike. Una vez en ella, ordenó a la madre de Gideon que se detuviera. Los agentes no mostraron la habitual parsimonia de una parada rutinaria, sino que saltaron de sus motocicletas y se acercaron corriendo.
—¡Síganos, señora! —ordenó uno de ellos, inclinándose sobre la ventanilla.
—¿Qué pasa? —quiso saber la madre de Gideon.
—Es una emergencia de seguridad nacional. Acompáñenos. Iremos delante, despejando el tráfico.
—No entiendo qué...
Pero los agentes ya montaban de nuevo en sus motocicletas.
Los policías los escoltaron, entre el aullido de las sirenas, por Columbia Pike, en dirección a George Mason Drive, obligando a apartarse a todos los vehículos que se cruzaban en el camino. Se les unieron más motoristas, coches patrulla y finalmente una ambulancia, formando así una larga caravana que aullaba por las congestionadas calles. Gideon no sabía si sentirse intrigado o asustado. Cuando por fin doblaron por Arlington Boulevard, intuyó adónde se dirigían: a Arlington Hall Station, donde su padre trabajaba para el INSCOM, el Comando de Inteligencia y Seguridad del ejército de Estados Unidos."