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sábado, 16 de diciembre de 2017

CAMILLE


Cuarta entrega de la serie de novelas protagonizadas por el comandante Camille Verhoeven, que trabaja en la Brigada Criminal de la Policía de París.

Ahora que este comandante bajito y sentimental, nos había conquistado, van y nos lo quitan......
Realmente poco a poco nos vamos quedando sin héroes que valgan la pena. Camille Verhoeven es un personaje tan especial que conquista lento pero seguro.
Esta es la última entrega de la serie, no es la mejor, pero se lee en un suspiro y deja un regusto amargo, de pérdida, de desencanto.
Pierre Lemaitre ya puede "inventarse" un nuevo personaje pronto¡¡¡

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
El final de la tetralogía protagonizada por el comandante Camille Verhoeven, la serie más apasionante de los últimos años, ganadora del prestigioso Dagger Award de novela negra.

«Un acontecimiento se considera decisivo cuando desbarata nuestras vidas por completo. Por ejemplo, tres disparos de una escopeta de repetición sobre la mujer que uno ama.»
Anne Forestier queda atrapada en medio de un atraco a una joyería en los Campos Elíseos. Tras recibir una paliza que la deja al borde de la muerte, tiene la suerte de sobrevivir... y la condena de haber visto la cara del asaltante. Su vida corre un grave peligro, pero Anne cuenta con la ayuda del hombre al que ama: el comandante Camille Verhoeven. Este estará dispuesto a actuar al margen de la ley con tal de protegerla. Pero ¿quién es ese enemigo, y por qué ese empeño tan feroz en acabar con Anne?
La atmósfera y la escritura escalofriantes de este final de la tetralogía confirman una vez más el increíble talento de Pierre Lemaitre.

Camille (fragmento)

10.00 h
Un acontecimiento se considera decisivo cuando desbarata nuestras vidas por completo. Camille Verhoeven había leído esta afirmación unos meses antes, en un artículo sobre «La aceleración de la historia». Ese acontecimiento decisivo, sobrecogedor, inesperado, capaz de provocar un cortocircuito en el sistema nervioso, lo podrán distinguir inmediatamente del resto de accidentes vitales porque transmite una energía y una intensidad particulares. En cuanto ocurra, serán conscientes de que sus consecuencias van a ser de proporciones gigantescas, de que lo que ha pasado es irreversible.
Por ejemplo, tres disparos de una escopeta de repetición sobre la mujer que uno ama.
Eso es lo que le va a suceder a Camille.
Y poco importa que ese día hayan tenido que acudir, como él, al entierro de su mejor amigo y que tengan la sensación de que ya ha sido suficiente para una sola jornada. El destino no es de los que se contentan con ese tipo de banalidades; es perfectamente capaz, por el contrario, de manifestarse en forma de asesino armado con una Mossberg 500 del calibre 12 y cañón recortado.
Queda saber ahora cómo reaccionarían. Esa es la cuestión.
Porque la capacidad de razonar queda aturdida hasta tal punto que la mayoría de las veces se reacciona de forma puramente instintiva. Por ejemplo cuando, antes de los tres disparos, muelen literalmente a palos a la mujer amada y después se ve claramente al asesino empuñar la escopeta tras haberla cargado con un golpe seco.
Sin duda en esos momentos surgen los hombres extraordinarios, aquellos que saben tomar las mejores decisiones en las peores circunstancias.

jueves, 7 de diciembre de 2017

ROSY & JOHN


Tercera entrega de la serie de novelas protagonizadas por Camille Verhoeven,  comandante de la Brigada Criminal de la Policía de París.

Un nuevo caso del Comandante Verhoeven, diferente a los anteriores, más corto, menos sangriento pero con una tensión psicológica intensa e interesante.
Nuestro Camille está "despertando" de nuevo, atentos al siguiente volumen, porque algo me dice que esta historia es de transición.
Lemaitre siempre es un placer¡¡¡

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
Después de Irène y Alex, llega la tercera entrega de la serie del comisario Camille Verhoeben, por el autor ganador de un premio Goncourt, de dos Dagger Awards, del Premio de Novela Negra Europea y del Permio Best Novel Valencia Negra, con más de medio millón de lectores.
El dilema del comandante Camille Verhoeben.
Jean Garnier es un joven solitario que lo ha perdido todo: su trabajo, tras la muerte misteriosa de su jefe; su novia, en un extraño accidente, y Rosie, su madre y principal apoyo, que ha sido encarcelada. Para dar rienda suelta a su dolor, planea hacer explotar siete obuses, uno por día, en distintos puntos de la geografía francesa.
Después del primer estallido se entrega a la policía. Su única condición para evitar la catástrofe es la liberación de su madre. El comisario Verhoeben se encuentra ante un gran dilema: ¿es Jean un lunático con delirios de grandeza o una verdadera amenaza para todo el país?

Rosy & John (fragmento)

17.00 h
El encuentro fortuito que da un vuelco completo a tu vida, la placa de hielo traicionera, la respuesta que se pronuncia sin pensar… Las cosas decisivas ocurren en menos de una décima de segundo.
Por ejemplo, ese chiquillo de ocho años. Si da un simple paso en falso puede cambiarlo todo, irreversiblemente. Su madre fue a que le echaran las cartas, y le predijeron que sería viuda antes de que terminase el año. Se lo contó a su hijo entre lágrimas, con los puños contra el pecho, la voz entrecortada por los sollozos. Necesitaba hablarlo con alguien, ¿entiendes? Pero él nunca había sido capaz de imaginar siquiera la muerte de su padre, que le parecía indestructible. Y ahora vive atemorizado. Es que hay cada madre… La suya tiene treinta años, pero la madurez de una adolescente. Hace tiempo que olvidó aquella predicción (aparte de un poco inconsciente, es bastante olvidadiza, y pasa de un pensamiento a otro con una velocidad pasmosa). Evidentemente, para su hijo es harina de otro costal. Su imaginario quedó marcado por completo por esa historia de brujas, de la que no habla con nadie a pesar de que le desata numerosas pesadillas. Algunos días, la idea de la muerte de su padre le invade hasta el punto de ponerle enfermo, para después desaparecer durante semanas como por arte de magia. Pero al regresar lo hace con una fuerza redoblada, provoca que le flaqueen las piernas, literalmente, y tiene que apoyarse en algún sitio, o sentarse.

domingo, 3 de diciembre de 2017

IRÈNE


Primera entrega de la serie de novelas protagonizadas por Camille Verhoeven, comandante de la Brigada Criminal de la Policía de París.

Otra vez, y ya son innumerables, una editorial española "empieza la casa por el tejado" y publica la segunda novela de una serie policíaca antes que la primera......y no es baladí el tema porque seguramente tod@s l@s que hemos leído Alex, hubiésemos "disfrutado" más del universo de Camille Verhoeven si se nos hubiese dado la oportunidad de comenzar por el principio, dicho esto, nada puede igualars...e al placer de disfrutar de una novela negra magnífica, con todos los ingredientes que debe tener el "noir" puro y duro.
Irene, titulada originalmente Travail Soigné, es una gran novela de género negro-policíaco, es una novela para "connaisseur" del género negro, las claves se disfrutan más si un@ ha leído mucha novela negra; pero tiene la gran virtud de ser también una gran novela para "principiantes" que puede ayudar a elaborar un catálogo de lecturas magníficas de un género que, durante siglos, fue injustamente marginado y considerado de segunda...
Irene es, sobre todo, una novela redonda, absorbente, dura, tierna y en la que el lector no tiene descanso, quiere leer y leer hasta descubrir todas las claves que Lemaitre nos ofrece, sin prisa pero sin pausa. No voy a decir que sea la mejor novela del autor que he leído, porque sería injusta con su gran Nos vemos allá arriba, pero puedo decir y digo, que es una gran novela.
Si tenéis la suerte de no haber leído, todavía, Alex dejadla para más tarde y empezad por Irene, lo agradeceréis¡¡
Pero empecéis por la que empecéis, leed a Lemaitre¡¡

Sinopsis (Ed. Alfaguara)
El comandante Camille Verhoeven vive la vida perfecta: está casado con la maravillosa Irène, con la que espera su primer hijo. Pero su felicidad se resquebraja tras un asesinato inusualmente salvaje. Desde que la noticia se hace pública, la prensa lo acecha y cada uno de sus movimientos se convierte en noticia de portada.
Verhoeven descubre que el asesino ha matado antes. Cada uno de sus crímenes parece rendir homenaje a una novela negra clásica, por lo que los periodistas se apresuran a darle un sobrenombre: «El Novelista». Quienes pueden ayudar a encontrarlo se suman a la lista de sospechosos: un librero y un profesor universitario expertos en novela negra. La investigación se convierte así en un duelo intelectual, y en una aterradora carrera contra el reloj.
No volverás a leer del mismo modo una novela negra...
Irène ha sido galardonada con el Premio Literario San Clemente Rosalía Abanca.

Irène (fragmento)

Lunes, 7 de abril de 2003
1.
—Alice… —dijo mirando lo que cualquiera, excepto él, habría considerado una chica.
Había pronunciado su nombre para ganarse su complicidad, pero no había conseguido que aquello surtiera el menor efecto. Bajó la mirada hacia las notas a vuela pluma que había tomado Armand durante el primer interrogatorio: Alice Vandenbosch, veinticuatro años. Intentó imaginar qué aspecto podría tener normalmente una Alice Vandenbosch de veinticuatro años. Debía de ser una chica joven, con el rostro alargado, el cabello castaño claro y una mirada firme. Levantó la vista y lo que observó le resultó del todo improbable. Esa chica no se parecía a sí misma: el pelo, antaño rubio, pegado al cráneo y con largas raíces oscuras, una palidez enfermiza, un gran hematoma violáceo en el pómulo izquierdo, un hilillo de sangre seca en la comisura del labio… y, en cuanto a los ojos, aterrados y huidizos. Ningún signo de humanidad, salvo el miedo, un miedo terrible que hacía que todavía temblara, como si hubiese salido sin abrigo un día de nevada. Sostenía el vasito de café con las dos manos, como la superviviente de un naufragio.
Normalmente, la simple aparición de Camille Verhoeven perturbaba incluso a los más impasibles. Pero con Alice, nada. Alice permanecía encerrada en sí misma, temblorosa.
Eran las ocho y media de la mañana.

martes, 28 de noviembre de 2017

ALEX


Segunda entrega de la serie de novelas protagonizadas por Camille Verhoeven, comandante de la Brigada Criminal de la Policía de París.

En el capítulo final de agradecimientos, Lemaitre menciona, por orden alfabético, a Louis Aragon, Marcel Aymé, Roland Barthes, Pierre Bost, Fiodor Dostoyevski, Cynthia Fleury, John Harvey, Antonio Muñoz Molina, Boris Pasternak, Maurice Pons y Marcel Proust como autores a los que debe mucho.
Pues, les ha salido un alumno aventajado.
Es la tercera novela que leo de Lemaitre y la he leído en un suspiro....., no puedo contar nada del argumento ya que cualquier mención sería un "spoiler en toda regla" pero debo decir que la capacidad de este hombre para construir sobre la nada y el equívoco, es proverbial; unido esto a un gran "manejo" del tempo literario y el lenguaje correcto, hace de un thriller una gran novela.
Debo decir que el personaje del Comandante Verhoeven (esta es la segunda novela de la serie y la primera publicada en castellano, inexplicable como siempre la política editorial...) dará mucho que hablar¡¡¡

Sinopsis (Ed. Grijalbo)
Han pasado varios años desde el caso del asesino en serie que trastocó para siempre su vida, y el comandante Camille Verhoeven aún no se ha repuesta del todo cuando un nuevo desafío vuelve a implicarlo personal y profesionalmente: Alex, una mujer de treinta años, ha desaparecido. No es una mujer cualquiera, y Verhoeven, sin sospechosos ni pistas, debe adentrarse en la investigación de su personalidad para poder encontrarla, mientras ella agoniza en un almacén abandonado. Cada minuto que pasa puede ser el último. Y él no se lo perdonaría nunca.
El autor de Vestido de novia e Irène vuelve a sacudirnos con este thriller escalofriante, una trama diabólica e imprevisible que lo confirma como el rey de la novela negra. Alex catapultó a Lemaitre a la fama internacional, al ser aclamado como el sucesor de Stieg Larsson; hoy su estilo es reconocido como único e inconfundible y cuenta con una legión de seguidores.
Uno de los mejores libros del año según el Financial Times, en proceso de adaptación al cine, ganador del Dagger Award y del Premio de Lectores de Novela Negra de Livre de Poche.

Alex (fragmento)

1A Alex le encanta. Desde hace casi una hora que se las prueba, duda, se las quita, se lo piensa, vuelve a ponérselas. Pelucas y postizos. Podría pasarse tardes enteras haciéndolo. Tres o cuatro años atrás había descubierto, por casualidad, esa tienda en el boulevard de Strasbourg. Apenas miró, entró por curiosidad. Sintió tal conmoción al verse pelirroja, como si toda ella se hubiera transformado, que compró de inmediato aquella peluca.
A Alex cualquier cosa le sienta bien porque es extraordinariamente guapa. No siempre fue así, ocurrió en la adolescencia. Antes, había sido una niña bastante feúcha y muy delgada. En cuanto empezó el cambio, sin embargo, fue como un mar de fondo, y el cuerpo mudó casi de golpe, como en una metamorfosis acelerada, en pocos meses. Alex era despampanante pero, dado que nadie había prestado atención a ese súbito atractivo, y mucho menos ella misma, jamás llegó a creérselo del todo. Ni siquiera ahora. Nunca le había pasado por la cabeza que una peluca pelirroja, por ejemplo, pudiera sentarle tan bien. Fue un
descubrimiento. No había llegado a imaginarse el alcance de la transformación, su trascendencia. Una peluca puede ser algo superficial, pero inexplicablemente tuvo la sensación de que sucedía algo nuevo en su vida. De hecho, nunca se puso esa peluca. Una vez en casa, se dio cuenta de inmediato de que era de pésima calidad. A primera vista, se notaba que era falsa, fea y se la veía pobre. La desechó. No la tiró a la basura, pero la metió en un cajón de la cómoda. Y de vez en cuando la cogía y se la probaba para ver cómo le quedaba. Aunque fuera una peluca espantosa, de esas que claman a gritos: «Soy sintética y de gama baja», eso no
impedía que aquello que Alex veía reflejado en el espejo le ofreciera un potencial en el que deseaba creer. Volvió al boulevard de Strasbourg y se tomó su tiempo contemplando las pelucas de buena calidad, a veces algo caras para su salario de enfermera interina, pero que, esas sí, podían lucirse. Y se lanzó.