Mostrando entradas con la etiqueta Premio Internacional del Festival de Cognac. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Premio Internacional del Festival de Cognac. Mostrar todas las entradas

martes, 5 de diciembre de 2017

EL HOMBRE SIN PASADO


Segunda  entrega de la serie de novelas ( Trilogía de Lewis) protagonizadas por Fionnlag Macleod nacido en la isla de Lewis, en las Hébridas Occidentales, en Escocia, Reino Unido, ahora, con el nombre de Finlay Macleod trabaja como policía en Edimburgo.

Esta trilogía debería ser una "decalogía"....¡¡¡ Hace tiempo que no disfruto tanto con una novela policíaca de un autor nuevo; la combinación de misterio, crimen, pasado, presente, tradiciones y vida privada, me ha conquistado¡¡¡
Pena que sólo me quede una¡

Sinopsis (Ed. Grijalbo)
UN HOMBRE SIN NOMBRE
En la isla de Lewis, al noroeste de Escocia, han aparecido los restos momificados de un joven. La única pista para identificarlo es el análisis de ADN, que lo relaciona con un granjero local.
UN HOMBRE SIN MEMORIA
Aunque este isleño, Tormod Macdonald, ya anciano y con principio de demencia senil, siempre sostuvo que no tenía parientes cercanos. Y ahora es imposible penetrar en sus recuerdos.
UN HOMBRE SIN ELECCIÓN
Cuando la familia de Tormod pide ayuda a Fin Macleod, el antiguo inspector de policía se siente obligado, como amigo, a resolver un misterio que se hunde en las brumas del pasado y en una isla que ha guardado demasiados secretos.
El hombre sin pasado estuvo 18 semanas entre los diez libros más vendidos en el Reino Unido y ha recibido tres premios en Francia: el Premio de los Lectores-Ancres Noires 2012, el Premio de los Lectores de Télégramme y el Premio Internacional del Festival de Cognac.

El hombre sin pasado (fragmento)

Prólogo

El escaso terreno existente en esta isla azotada por las tormentas, a tres horas de la costa noroeste de Escocia, ofrece el calor y el sustento a sus pobladores. También se lleva a sus muertos. Y muy de cuando en cuando, como hoy, les devuelve uno.
La extracción de turba es un acontecimiento social. Familia, vecinos, niños… todos se reúnen en el páramo mientras sopla una brisa del sudoeste que reseca la hierba y mantiene a raya los mosquitos. Annag solo tiene cinco años. Esta es la primera vez que participa en la extracción de turba, y la recordará toda la vida.
Se ha pasado la mañana con la abuela en la granja, viendo cocer los huevos en la vieja cocina económica alimentada con la turba del año anterior. Ahora las mujeres cruzan el páramo cargadas con cestos, y Annag se adelanta corriendo, descalza, con el agua cenagosa metiéndosele entre los dedos de los pies, pisando brezo espinoso, embargada por la emoción del día.
Absorbe el cielo con la mirada. Un cielo que el viento ha desgarrado y hecho jirones. Un cielo que deja escapar, en destellos momentáneos, rayos de sol que se derraman sobre la hierba seca entre la que asoman los extremos blancos del algodón de pantano; se mecen frenéticamente de un lado a otro agitados por los remolinos de viento. En los próximos días, las flores silvestres de primavera y principios de verano transformarán el marrón del paisaje invernal en un estallido de amarillos y púrpuras, pero por ahora permanecen aletargadas, muertas.