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martes, 7 de julio de 2015

LA TEJEDORA DE SOMBRAS




Esta novela fue reseñada para LIBROS; por Mari Dolores Sanchís un 23 de Marzo de 2012 y esta es su reseña tal como la compartió con nosotros:

"He leído "La tejedora de sombras", de Jorge Volpi. La historia real de una pasión llevada al límite entre Christiana Morgan y Henry Murray, médico y psicólogo famoso, ambos casados con otras personas. Los dos reconocen que su pasión es incontrolable y se hacen analizar en Suiza por Jung. Christiana, una mujer con un nulo instinto maternal , dibuja las visiones que tiene en sus sueños para que Jung... las interprete. Un amor terrible que se prolonga durante 42 años. Una narración cuidada basada en cartas, documentos y diarios, también con fotografías de los protagonistas y los dibujos de Christiana. Además de gustarme como novela, ya que no es una biografía, creo que es un buen trabajo de investigación. Me gustó." Mari Dolores Sanchis (23 de Marzo de 2012)

Una historia de adulterio con la psicología analítica de Jung, como fondo, se ha criticado en algunos foros el escaso rigor histórico de Volpi al escribir la novela, pero es que no es una biografía (como bien dice Mari Dolores) sino una obra de ficción basada en ciertos hechos reales. La trama es compleja e interesante pero ha suscitado controversia en el mundo literario, yo me he fiado de Mari Dolores y he acertado. Para los que "no se fían de nadie" un fragmento del inicio de la novela:


                                       UNA MUJER INSPIRADORA
                                                                                  Saint John, Islas Vírgenes, 1967
                                                                                  De Florencia a Le Havre, 1925
"Poco después del mediodía, cuando la playa queda desierta y no se escucha el ulular de las aves ni el clamor de las cigarras —una voz provocaría un escándalo—, el océano parece una plancha color turquesa, sólida e impenetrable. Los rayos de sol atraviesan las olas sin rasgarlas y los petreles se mecen apáticos, como sostenidos por un hilo, en la bruma del trópico.
El viento, capaz de azotar los manglares como briznas y doblar por la mitad un hato de palmeras —una mano violentando su cabello—, exuda un vapor denso que se adhiere a la piel con su tufo a algas fermentadas.
Al alzar la vista, un azul blancuzco e iridiscente hiere sus pupilas. En vez de permanecer a la intemperie, en la quietud de la playa, de su playa, Christiana se siente atrapada en un cuarto hermético, un horno de paredes calcáreas, sin salida." (Capítulo I  - ALLEGRO CON BRÍO)