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sábado, 26 de agosto de 2017

EL LEGADO DEL REY TSONGOR


RESEÑADO por Ricardo Cortat para LIBROS, el 19 de Diciembre de 2013.
'El legado del rey Tsongor' de Laurent Gaudé.

Tsongor forjó un imperio a sangre y fuego y en su vejez y cuando ya vislumbra un futuro de tranquilidad, lo que debería ser el día más feliz de su vida, la boda de su hija, se convierte en años de sinrazón cuando el pasado viene a cobrarse sus deudas: la vida del rey y el honor de su hija.
Las dudas sobre como encarar estos requerimientos convierten la novela en una tragedia. La venganza, el odio, la destrucción, la locura... en resumen, la guerra, planta sus tiendas ante las puertas de la ciudad de Massaba y no las levantará hasta que no se hayan saldado todas las deudas.

Escrita en capítulos cortos, alternando diferentes espacios físicos y la habilidad para mover el reloj de la historia hace de 'El legado...' una novela agradable de leer.
Subidla hacia los primeros puestos de la lista interminable.

El legado del Rey Tsongor (fragmento)

Capitulo 1: La gran noche en blanco del rey Tsongor.
"Por lo general, el primero que se levantaba en palacio era Katabolonga. Recorría los pasillos desiertos mientras fuera la noche aún gravitaba con todo su peso sobre las colinas. Ni un solo ruido acompañaba sus pasos; iba de su habitación a la sala del taburete de oro sin cruzarse con nadie. Su silueta era la de un ser vaporoso que se deslizaba a lo largo de las paredes; así era, acababa su tarea en silencio antes de que se levantara el sol.
Pero esa mañana no estaba solo. Esa mañana, en los pasillos reinaba una agitación febril. Decenas y decenas de obreros y porteadores iban y venían con precaución, hablando en voz baja para no despertar a nadie. El palacio era como un gran barco de contrabandistas que descargan sus mercancías al amparo de la noche. Todo el mundo se afanaba en silencio; en el palacio de Massaba no había habido noche, el trabajo no había cesado.
Desde hacía varias semanas, Massaba se había convertido en el palpitante corazón de una actividad de hormiguero, pues el rey Tsongor iba a casar a su hija con el príncipe de las tierras de la sal. De las regiones más remotas llegaban largas caravanas que acarreaban especias, telas y ganado. Los arquitectos se afanaban en ensanchar la gran plaza que se extendía ante la puerta del palacio. Se habían adornado todas las fuentes, y largas columnas de porteadores acudían con innumerables cestos de flores. Massaba vivía a un ritmo que no había conocido hasta entonces y su población había ido aumentando con el correr de los días. En ese momento, miles de tiendas apiñadas al pie de las murallas dibujaban inmensos y multicolores barrios de tela, en los que los mugidos del ganado se mezclaban con los chillidos de los niños que jugaban en la arena. Los nómadas habían llegado de muy lejos para estar presentes ese día, llegaban de todas partes e iban a ver Massaba, iban a asistir a la boda de Samilia, la hija del rey Tsongor.
Durante semanas, cada habitante de Massaba y cada nómada había depositado un presente para la futura esposa en la plaza principal. Era un mar de flores, amuletos, sacos de cereales y tinajas de vino, una montaña de telas y estatuas sagradas; todos querían ofrecer una prenda de admiración y un voto de felicidad a la hija del rey Tsongor."

miércoles, 23 de agosto de 2017

LA PUERTA DE LOS INFIERNOS


Si no conociese previamente la obra de Gaudé y sólo hubiese leído la contraportada de este libro, estoy segura de que no lo leería jamás, pero.......me encanta Gaudé y no he leído la contraportada. Aún así no me ha parecido la mejor obra que he leído de Gaudé,  hasta el momento.
Es una fábula sobre el bien y el mal, los sentimientos de pérdida y la recuperación absurda del pasado que no tiene, nunca, futuro.
Una historia de venganza apocalíptica que se salva gracias a la prosa magnífica de Gaudé.

La puerta de los infiernos (fragmento)
" Giuliana vagaba cada vez más a menudo por el barrio de Montesanto. Daba vueltas alrededor de la iglesia. Cada vez que pasaba por delante, depositaba una de sus notitas. Con el transcurso de los días, no tardó en haber decenas en la pared del templo. Quería cubrir la fachada de papelitos, que el cura supiera que ella estaba allí y que esperaba mucho de él.
Una noche, por fin, se sintió preparada. Fue a la iglesia. Eran casi las dos de la madrugada. El cielo estaba claro y las estrellas titilaban en la pureza nocturna. Se arrodilló ante la pesada puerta cerrada y murmuró su tercera imprecación.
—Estoy de rodillas ante usted, padre, pero no crea que soy débil. Soy fuerte. Confío en usted. Va a obrar para mí un milagro; ya siento correr la alegría por mis venas. Sé que los hombres como usted son capaces de cosas así. Quizá les cueste, pero están aquí abajo para eso, para aliviarnos de nuestras desgracias. Sé lo que se avecina. Los ciegos verán. Los paralíticos echarán a andar. Lo sé muy bien. Estoy preparada. Es la hora de la resurrección de los muertos. Todos, uno a uno, saldrán de debajo de la tierra y se pondrán a caminar. Espero con impaciencia. No será un milagro. Simplemente, la reconciliación del Señor con los hombres. Porque nos ofendió. También usted lo sabe. Mediante la muerte de Pippo, me arrojó al suelo y me pegó. Era un acto de crueldad, y lo maldije. Pero hoy ha llegado la hora del Perdón. El Señor va a arrodillarse ante nosotros y a pedirnos que lo perdonemos. Lo miraré largamente, lo besaré en la frente y lo perdonaré. Será entonces cuando los muertos se alcen, pues todo habrá acabado. Muy bien. Rezo para que llegue ese día. Ahora soy fuerte. Esperaré hasta mañana. Ya noto cómo ruge la tierra. Los cadáveres se revuelven. Se preparan y agitan con impaciencia. Sólo faltan unas horas para que el Señor se presente ante nosotros. Estoy ansiosa, padre, por verlo arrodillarse ante mí y llorar con humildad. "



martes, 22 de agosto de 2017

ELDORADO


Conozco pocos narradores tan exquisitos como Laurent Gaudé.
La primera novela que leí del autor, titulada El sol de los Scorta, me pareció uno de los ejercicios narrativos mejores de los últimos años.
No sólo la exquisitez del lenguaje atrae en la obra de Gaudé, atrae sobre todo la exquisitez de los sentimientos y el modo magnífico en que nos hace sentir la piel de los protagonistas sobre la nuestra. En Eldorado las vidas se cruzan y cambian, cambian para siempre; el comandante Piracci y Soleiman son dos caras de la misma moneda y sus vidas, también¡
Muy recomendable¡

Nuestra querida Rosi Torres Marino, nos expresa su opinión:

RESEÑADO por Rosi Torres Marino para LIBROS,  el 27 de Junio de 2014.
El dorado de Laurent Gaudé: No puedo decir que no me haya gustado, pero no era lo que esperaba. Gaudé no me ha parecido ese narrador portentoso del que he oído hablar. Desde luego la temática y el marco temporal de la novela es ya en sí desgarrador. Pero pese a estar cargado de una realidad dolorosa y cercana, pese a que el autor describe muy bien los pensamientos y sentimientos que han de tener aquellos que se ven sumergidos en esa desesperada huida, en esas terribles circunstancias, me ha parecido poco creíble.


Sinopsis (Ed. Salamandra)
Tercera obra de Laurent Gaudé publicada en castellano tras El legado del rey Tsongor y El sol de los Scorta —esta última ganadora del premio Goncourt 2004—, esta nueva novela del laureado escritor francés aborda el dramático fenómeno de la inmigración desde una óptica especular, la de dos expatriados que se mueven en direcciones opuestas.
  Al mando de una fragata que patrulla las aguas sicilianas que delimitan la codiciada fortaleza europea, Salvatore Piracci cumple abnegadamente con su penosa misión, hasta que el sorpresivo reencuentro con una mujer que él ayudó a rescatar de un barco a la deriva lo lleva a emprender un viaje de enorme trascendencia. Paralelamente, en Sudán, el joven Soleimán ha conseguido reunir el dinero necesario para abandonar el país en busca de una vida mejor, pero los planes no tardarán en complicarse, y el ansiado periplo hacia el Norte se convertirá en una durísima prueba, cuyas etapas estarán sembradas de peligros y amenazas, pero también de incontables muestras de fraternidad y esperanza.
  Los viajes de Salvatore y Soleimán componen así una conmovedora odisea de destinos entrecruzados en ambas orillas del Mediterráneo, sobre un paisaje a la vez auténtico y mítico, contemporáneo e intemporal. Al igual que en sus novelas anteriores, Laurent Gaudé hace gala una vez más de un lenguaje vibrante para sumergirnos en un universo de dimensiones épicas, descubriendo las raíces del ser humano en toda su grandeza y miseria moral.

Eldorado (fragmento)

"Los hombres, en plena noche, se contaban historias para hacerse brillar los ojos. El viejo mundo no estaba muerto. Aún había criaturas agitadas por la impaciencia que sonreían ante un sueño constantemente renovado de la felicidad lejana que se persigue."



lunes, 6 de abril de 2015

LA PUERTA DE LOS INFIERNOS


El 4 de Abril de 2012, Mari Dolores Sanchis, reseñó para libros una novela de Laurent Gaudé, a continuación la reseña tal como ella la escribió:

Leí "La puerta de los infiernos", de Laurent Gaudé. Un humilde taxista lleva de la mano a su hijo de 6 años a la escuela, de pronto se produce un tiroteo y una bala perdida mata al niño. Una muerte absurda que destroza la vida de una familia. Un padre abrumado por la culpa por no haber sido él, una madre que pide venganza obligando al padre que encuentre al asesino y lo mate. En su deambular se encontrará con unos personajes peculiares dispuestos a ayudarle a encontrar la puerta al mundo de los muertos para rescatar a su hijo. Una narración dura, trágica, dolorosa y descarnada, con mucha fuerza dramática que demuestra el amor de un padre por un hijo y el sacrificio que está dispuesto a hacer. Muy recomendable. Mari Dolores Sanchis (4 de Abril de 2012)

El destino concentrado en unas cuantas páginas...,  con el verbo ágil y elegante de Gaudé la tragedia nos sacude como un terremoto, la desesperación y la esperanza vana anidan en nuestro corazón y el amor sin esperanza, nunca ha sido tan bien descrito. Coincido plenamente con Mari Dolores en su apreciación sobre la novela y, añado, Laurent Gaudé rara vez defrauda.
Un fragmento de la novela servirá para ilustrar lo que mi fervor por el escritor, no haya sido capaz de transmitir:

" Giuliana vagaba cada vez más a menudo por el barrio de Montesanto. Daba vueltas alrededor de la iglesia. Cada vez que pasaba por delante, depositaba una de sus notitas. Con el transcurso de los días, no tardó en haber decenas en la pared del templo. Quería cubrir la fachada de papelitos, que el cura supiera que ella estaba allí y que esperaba mucho de él. 
Una noche, por fin, se sintió preparada. Fue a la iglesia. Eran casi las dos de la madrugada. El cielo estaba claro y las estrellas titilaban en la pureza nocturna. Se arrodilló ante la pesada puerta cerrada y murmuró su tercera imprecación. 
—Estoy de rodillas ante usted, padre, pero no crea que soy débil. Soy fuerte. Confío en usted. Va a obrar para mí un milagro; ya siento correr la alegría por mis venas. Sé que los hombres como usted son capaces de cosas así. Quizá les cueste, pero están aquí abajo para eso, para aliviarnos de nuestras desgracias. Sé lo que se avecina. Los ciegos verán. Los paralíticos echarán a andar. Lo sé muy bien. Estoy preparada. Es la hora de la resurrección de los muertos. Todos, uno a uno, saldrán de debajo de la tierra y se pondrán a caminar. Espero con impaciencia. No será un milagro. Simplemente, la reconciliación del Señor con los hombres. Porque nos ofendió. También usted lo sabe. Mediante la muerte de Pippo, me arrojó al suelo y me pegó. Era un acto de crueldad, y lo maldije. Pero hoy ha llegado la hora del Perdón. El Señor va a arrodillarse ante nosotros y a pedirnos que lo perdonemos. Lo miraré largamente, lo besaré en la frente y lo perdonaré. Será entonces cuando los muertos se alcen, pues todo habrá acabado. Muy bien. Rezo para que llegue ese día. Ahora soy fuerte. Esperaré hasta mañana. Ya noto cómo ruge la tierra. Los cadáveres se revuelven. Se preparan y agitan con impaciencia. Sólo faltan unas horas para que el Señor se presente ante nosotros. Estoy ansiosa, padre, por verlo arrodillarse ante mí y llorar con humildad. "

lunes, 22 de diciembre de 2014

EL SOL DE LOS SCORTA

El pasado mes de  Julio se cumplieron 118 años de la muerte de Edmond de Goncourt, escritor mediocre que en su testamento creó Los Premios Goncourt en memoria de su hermano Jules. Este premio literario de novela, sin duda, el más importante de Francia, nos ha dado novelas legendarias, y hoy reseñamos  una de ellas, la premiada en 2004. 
El sol de los Scorta, es la  tercera novela de Laurent Gaudé,  genial desde la primera página, aún más desde la dedicatoria y las palabras de Césare Pavese, desde la accidentada concepción de Rocco Scorta hasta la última frase del último capítulo:

"Bajo el sol de Montepuccio, los hombres, como las aceitunas, eran eternos"

Asistimos a la creación, crecimiento, consolidación, hundimiento-resurgimiento de una saga familiar digna de la gran literatura. Es, ni más ni menos que, una historia familiar en la Italia profunda llena de secretos, silencios, crímenes y sol.
Cierro esta breve reseña, con las palabras que Raffaele Scorta dirige a sus hermanos, sobrinos e hijos y que encierran la filosofía de la novela en una frase:

 “Hablar de una vez. Para dar un consejo, para transmitir lo que se sabe. Hablar. Para no ser simples animales que viven y mueren bajo el silencio del sol”