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domingo, 27 de agosto de 2017

EL ASESINO DENTRO DE MI


RESEÑADO por losrelatosdepatri para LIBROS,  el 29 de Septiembre de 2013.
Terminado "El asesino dentro de mí" de Jim Thompson.
Me ha gustado mucho esta novela, por la angustia que vive el lector al estar precisamente en la mente del asesino, el ver como los demás le ven como alguien inofensivo y saber lo que va a pasar antes que las víctimas.
Un punto de vista que cuando se escribió esta novela en el año 1952, ha tenido que ser muy revolucionario.

El asesino dentro de mi (fragmento)

1"Había terminado el pastel y estaba tomando la segunda taza de café, cuando le vi. Pocos minutos antes había llegado el mercancías de medianoche; el sujeto estaba fisgando por una esquina de la ventana del restaurante, la más cercana a la estación, con una mano a guisa de visera y entornando los ojos para que la luz no le cegase. Se dio cuenta de que le observaba y desapareció en la oscuridad. Pero yo sabía que continuaba allí al acecho. Los vagabundos siempre me toman por un tipo fácil de despistar.
Encendí un puro y me levanté. La camarera, una chica nueva de Dallas, me miró mientras me abrochaba el abrigo.
¡Vaya! Pero si ni siquiera lleva revólver —dijo como si me diese una gran noticia.
—No —sonreí—. Ni revólver, ni porra, ni nada que se le parezca. ¿Paraqué?
—Pero usted es un poli... Bueno, el sheriff adjunto. ¿Y si algún maleante dispara contra usted?—Aquí, en Central City, no hay muchos maleantes, señorita —expliqué—. Y además también son personas, aunque no actúen bien del todo. Si uno no les hace nada, ellos tampoco. Se avienen a razones.
Sacudió la cabeza, mirándome con ojos temerosos, y me fui hacia la caja. El propietario no quiso aceptar mi dinero, y me lo devolvió junto con un par de cigarros. Volvió a darme las gracias por haberme ocupado de su hijo.
—El chico ya no es el mismo de antes, Lou —dijo, enlazando una palabra con otra, como suelen hacer los extranjeros—. No sale por las noches, le va muy bien en la escuela. Y siempre habla de usted, dice que Lou Ford es una gran persona.
—Yo no hice nada —respondí—. Sólo hablé con él. Me interesé poco.Cualquier otro podría haber hecho lo mismo.
—No. Sólo usted —afirmó—. Con su bondad mejora a los demás. Lo dijo como despedida, pero yo quería seguir. Apoyé el codo en el mostrador, crucé un pie por detrás del otro y di una larga chupada al cigarro. Me caía bien el hombre —a decir verdad, me caía bien casi todo el mundo—,demasiado bien como para dejarle escapar. Educado, inteligente: un individuo."