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viernes, 14 de agosto de 2015

LOS SUBTERRÁNEOS



Eternamente joven en nuestro pensamiento y nuestras lecturas; en Marzo de este año hubiese cumplido 93 años, Jack Kerouac.
Si en On the Road cantaba y contaba las vidas de los "hot beat" de la postguerra, recordemos que se ambienta en 1948, esta novela aparecida un año después es un retrato amargo de los "cool beat" que vivieron, bebieron, fumaron, amaron.....5 años más tarde. Retrato amargo de parte de su propia vida, historia de amor, drogas, alcohol, jazz y San Francisco años 50. 
Si On the Road es la obra fundamental de Kerouac y de la generación beat, Los subterráneos (The Subterraneans) es la obra fundamental de Kerouac,  la confirmación de que no fue autor de una sola obra, de que su "prosa espontánea" tenía, todavía mucho que decir, mucho que contar, mucho por vivir¡
Los subterráneos es una suerte de autobiografía, con alter ego, una novela corta que, con el pretexto de una historia de amor entre Percepeid y Mardou (Jack Kerouac y Alene Lee), nos lleva por el camino de una generación que rompió con el "sueño americano" para perseguir su propio sueño por caminos menos trillados y más peligrosos.
La música, vital en la obra de Kerouac, tiene un gran protagonismo en la peripecia vital que este narrador omnisciente nos relata y forma parte de la columna vertebral de Los subterráneos. 
La novela late a ritmo de jazz.

Mención aparte merece el prólogo, escrito por Henry Miller una verdadera joya y una clase magistral sobre lo Generación Beat y lo que significa ser hipster; su primera frase anuncia lo que vendrá:

"Es posible que nuestra prosa no se recobre jamás de lo que le ha hecho Jack Kerouac". (Henry Miller)
Os dejo un fragmento de la novela, uno de los más famosos y uno de los más hermosos:

"Los hombres son tan locos, desean la esencia, la mujer es la esencia, ahí la tienen directamente entre las manos, pero ellos se precipitan en todas direcciones erigiendo inmensas construcciones abstractas.
El sol suave, las flores y yo que me alejaba por la calle y pensaba: “¿por qué me habré permitido alguna vez aburrirme en el pasado?”, y como compensación me emborrachaba o tomaba esas cosas o me daban ataques o todas esas artimañas que usan las personas porque desean algo, cualquier cosa, salvo la serena comprensión de lo que realmente existe, que después de todo es tanto, y las cavilaciones provocadas por las odiosas convenciones sociales, las rabias, el hacerse mala sangre por los problemas sociales y por mi problema racial, todo eso importaba tan poco; aunque ahora podía sentir esa gran seguridad y el oro de la mañana terminaría alguna vez por desvanecerse, y ya había empezado a hacerlo; hubiera podido construir toda mi vida como esa mañana solamente sobre la base de la pura comprensión y el deseo de vivir y seguir adelante, dios, todo era la cosa más hermosa que jamás me había sucedido, a su manera; pero todo era también siniestro." Jack Kerouac