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jueves, 19 de agosto de 2021

SUKKWAN ISLAND



Gracias a todos los amig@s lector@s que me habéis recomendado esta novela. Una brutal ópera prima de David Vann que reescribe su infancia, eligiendo como escenario una isla en Alaska.

Podría ser una novela de supervivencia o de relaciones recuperadas, pero es una novela de pensamientos y caracteres, una historia brutal que corta la respiración pero no interrumpe la lectura. «Era una locura la cantidad de comida que habían almacenado. Suficiente como para alimentar a una colonia pequeña durante el invierno. Pero la estancia se había convertido en eso para él. En vez de relajarse y llegar a conocer a su hijo, solo se había preocupado por sobrevivir. Y cuando finalmente había llegado el momento de dejar de almacenar comida, se había sentido aterrorizado; no sabía cómo pasar el tiempo, cómo superar el invierno. Así que había empezado a llamar a Rhoda por la radio. En un mes se habría marchado, estaba seguro. No habría podido quedarse. Pero Roy pensaba que iban a quedarse».

Es la primera novela que leo de Vann y creo que leeré más, porque me ha gustado y porque quiero averiguar como se las arregla Vann cuando el argumento no tenga nada que ver con su vida.

La recomiendo!

Sinopsis (ed. Planeta)

Premio Llibreter 2011.
Una isla salvaje en el sur de Alaska, a la que solamente puede accederse en barco o hidroavión, repleta de frondosos bosques húmedos y montañas escarpadas. Este será el inhóspito decorado donde Jim decidirá fortalecer las relaciones con su hijo Roy, a quien apenas conoce. Doce meses por delante, viviendo en una cabaña apartada de todo y de todos: parece una buena oportunidad para estrechar lazos y recuperar el tiempo perdido. Pero la situación, poco a poco, deviene clautrofóbica, asfixiante, insostenible. La díficiles condiciones de supervivencia y la olla a presión emocional a la que se ven abocados padre e hijo acaban por conformar una postal de pesadilla.

#LIBROS,  #reseñas2018


 

lunes, 20 de noviembre de 2017

CARIBOU ISLAND


RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 8 de Octubre de 2014.
Es un libro sobre relaciones familiares, sobre relaciones de pareja, sobre la aridez humana en la aridez de Alaska.
Es un libro que...
Recordarlo para describirlo me angustia otra vez.
¿Debería uno hacerse esto como persona en aras de uno como lector?...
Este es un libro con el que me lo cuestioné.
Pero que es bueno, lo es. Con mayúsculas, con signos de exclamación y suspiros.
Vean ustedes que hacen.

Sinopsis (Ed. Literatura Random House)
En medio del paisaje salvaje de Alaska, el matrimonio formado por Irene y Gary va a la deriva. Para cumplir un viejo sueño de Gary deciden construir una cabaña en un remoto rincón de la isla. Irene sospecha que el plan de Gary es el primer paso para abandonarla y pronto comienza a sufrir extrañas jaquecas y le asaltan recuerdos de un trágico pasado familiar. Cuando el duro invierno llega sin previo aviso, la pareja se ve sometida a una tensión insólita. Su hija mayor, Rhoda, intenta ayudarles aunque ella misma está atravesando una crisis personal. Caribou Island cuenta una tragedia demoledora, una historia ambientada en una tierra hostil a la vez que grandiosa. La novela tira de ese hilo vital que es la comunión con el entorno y sitúa a los personajes en un auténtico paraje animado, pero ni siquiera la idílica alianza con la naturaleza ayuda a los personajes a escapar de una amenaza terrible y constante.

Caribou Island (fragmento)

Cuando Rhoda llegó a casa se encontró a Jim con una copa en la mesita que tenía al lado. Frente a la ventana, bebiendo, contemplando el mar. Muy extraño, puesto que Jim casi nunca bebía y, desde luego, nunca a solas. Rhoda empezó a percibir los detalles que notaba durante una tragedia: el frigorífico hizo un clic al ponerse en marcha y enseguida otro para desconectarse; el sol se ref lejaba en la madera oscura de la mesita pero no en el vaso de Jim; la casa, por lo demás, estaba insólitamente caldeada, casi húmeda, claustrofóbica. Dejó las bolsas del colmado que traía y se acercó a él.
¿Qué pasa?, preguntó con una voz que a ella le pareció que transmitía miedo. Al decirlo le tocó ligeramente el hombro.
Hola, dijo él, quizá un poco sonrojado al volver la cabeza, pero no ebrio, pues hablaba sin farfullar. ¿Qué tal el día?
¿Qué ocurre? ¿Cómo es que estás aquí bebiendo?
No es más que una copita de jerez, dijo Jim, y cogió el vaso e hizo girar el hielo en su interior. Disfrutando la vista.
Algo pasa. Creí que había muerto alguien o algo así. ¿A qué viene ese repentino cambio de conducta?
¿Es que uno no puede ni tomarse una copa? Joder, cualquiera diría que estaba pegando fuego a la casa o escribiendo en las paredes con lápices de colores, o qué sé yo. Tengo cuarenta y un años, soy dentista y estoy en mi casa tomando un poco de Harveys después del trabajo.
Vale, vale.
Alegra esa cara.

martes, 29 de agosto de 2017

SUKKWAN ISLAND


RESEÑADA por Gloria González para LIBROS, el 4 de Septiembre de 2013.
“Sukkwan Island” de David Vann.

Sinopsis (Ed. Alfabia)
Jim decide llevar a su hijo Roy, de 13 años, a pasar todo un año en una isla en el sur de Alaska, salvaje y deshabitada, dice que para fortalecer la relación padre-hijo y dar a Roy lecciones de supervivencia Pero resulta que Jim es un hombre débil, amargado, torpe, indeciso unas veces, impulsivo otras, hasta el extremo; quizás no esté preparado para enfrentarse ni enfrentar a su hijo a estas condiciones de supervivencia.
La primera parte de la novela narra la cotidianidad de los dos personajes en este espacio. Todo el tiempo es describir el paisaje, narrar acciones de forma concisa, escasos diálogos; a través de esos elementos el autor nos guía por el paulatino desencanto del padre y el alejamiento de su hijo.
Y de pronto, al final de la primera parte… ¡uf!, nadie imagina lo que ocurre. Y lo que ocurre es un suceso que te queda… mal, con los ojos como platos, para el que no has sido preparado por el autor. Y ya enganchas con la segunda parte y no puedes parar de leer, aunque a veces lo necesites, para tomar aire, para despejarte y sacudirte un poco el malestar.

David Vann es un nuevo autor norteamericano que está cosechando muy buenas críticas y al que se ha comparado con Cormac McCarthy, a veces con razón y a veces no tanto, “Sukkwan Island” es su primera novela.

Es una novela breve, afortunada y necesariamente. Un buen relato de calidad indudable, pienso, y es claustrofóbico, desagradable, crudo, angustioso, todo el tiempo hasta el final.
La recomiendo. Mientras, voy a ver si encuentro algo de reír.

Sukkwan Island (fragmento)

“Tu madre y yo teníamos un Morris Mini. Era un coche diminuto, como el coche de un parque de atracciones, y uno de los limpiaparabrisas estaba roto, así que tenía que sacar la mano por la ventanilla para manejarlo. En esa época a tu madre le volvían loca los campos de mostaza, siempre quería que fuéramos a verlo cuando hacía buen día, por todo Davis. Entonces había más campo y menos gente. Pasaba en todo el mundo. y aquí empezamos la educación en casa. El mundo era al principio un gran campo, y la Tierra era plana. Y todas las bestias vagaban por el campo y no tenían nombre, y cada animal grande se comía al animal más pequeño, y nadie se sentía mal por eso. Después vino el hombre, y llegó encorvado, peludo, estúpido y débil, a los confines de la Tierra y se multiplicó, y mientras esperaba se volvió tan numeroso y retorcido y asesino que los confines de la Tierra empezaron a combarse. Los confines se curvaron y doblaron lentamente, hombres, mujeres y niños se apelotonaban unos encima de otros para permanecer en el mundo y agarraban la piel de la espalda de los demás al escalar hasta que finalmente todos los hombres estaban desnudos y despojados y tenían frío y eran asesinos y se aferraban al confín del mundo.
Su padre hizo una pausa, y Roy dijo: ¿Y entonces qué?
Con el tiempo los confines se terminaron tocando. Se doblaron y se unieron y formaron el globo, y el peso echó el mundo a rodar y los hombres y las bestias dejaron de mirarse. Entonces el hombre miró al hombre y, como todos éramos tan feos, sin pelo y con bebés que parecían escarabajos patateros, el hombre se dispersó y empezó a matar bestias y vestir su pelaje más bonito.
Ja, dijo Roy. Pero luego qué.
Lo que pasó luego es muy complicado de contar. En algún momento aparecieron la culpa, el divorcio, el dinero y Hacienda, y todo se fue al infierno.
¿Crees que todo se fue al infierno cuando te casaste con mamá?
Su padre le lanzó una mirada que dejó claro que Roy había demasiado lejos. No, creo que se fue al infierno un poco antes. Pero es difícil decir cuándo.”