domingo, 6 de noviembre de 2022
EL TIEMPO DE LAS MOSCAS
martes, 28 de diciembre de 2021
LAS VIUDAS DE LOS JUEVES
He elegido esta portada de Alfaguara para recomendar, sin duda, la magnífica película basada en la novela y es que ver a los personajes que nos imaginamos interpretados tan fabulosamente, merece la pena😍
Sinopsis (ed. Alfaguara)
Detrás de las altas paredes perimetrales, más allá de los portones reforzados por barreras y flanqueados por garitas de vigilancia, se encuentra Altos de la Cascada. Afuera, la ruta, la barriada popular de Santa María de los Tigrecitos, la autopista, la ciudad, el resto del mundo.
En Altos de la Cascada viven familias que llevan un mismo estilo de vida y que quieren mantenerlo cueste lo que cueste. Allí, en el country, un grupo de amigos se reúne semanalmente lejos de las miradas de sus hijos, sus empleadas domésticas y sus esposas, quienes excluidas del encuentro varonil, se autodenominan, bromeando, «las viudas de los jueves».
Pero una noche la rutina se quiebra y ese hecho permite descubrir, en un país que se desmorona, el lado oscuro de una vida perfecta.
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lunes, 15 de noviembre de 2021
CUÁNTO VALE UNA HELADERA y otros textos de teatro
Qué maravilloso rato he pasado con estas piezas teatrales que muestran la genialidad de Claudia Piñeiro en cualquier género que se proponga. Me gustaría ver alguna de ellas representada en un teatro, sobre todo la primera que dá nombre al libro.
La editorial habla de tres comedias y tres dramas, yo creo que las seis tienen una mezcla interesante entre lo cómico y lo dramático que las hace más humanas, más plausibles y más cercanas.
Muy recomendable🌞🌞🌞
Sinopsis (ed. Alfaguara)
Seis piezas breves de teatro, tres comedias y tres dramas, escritas por una de las autoras más leídas en Argentina y en el mundo: Claudia Piñeiro.
Este libro reúne las seis obras de teatro escritas por Claudia Piñeiro, tres comedias y tres dramas. Seis historias de gente común en situaciones que pueden mover a la risa o al espanto.
Una mujer reclama una heladera nueva porque la suya se quemó por una bajada de tensión, pero su apellido se escribe con la letra ñ y las computadoras de la empresa no la reconocen como la propietaria; los hijos de una anciana con Parkinson se pelean para ver quién va a cuidarla; un hombre es asesinado unos días antes de casarse y en su velorio se descubren unas cuantas verdades; una madre y su hija dialogan sobre el genocidio armenio en paralelo al genocidio de la última dictadura en la Argentina; un joven vuelve al pueblo que abandonó años atrás para reencontrarse con su historia; el robo a una escribanía deja a la escribana y a su empleado atados uno junto al otro, en un diálogo incómodo.
Con una enorme capacidad para la evocación de escenas cotidianas, con diálogos precisos, con el oído siempre atento a las inflexiones de la oralidad, la autora desliza sutiles sugerencias para la puesta en escena: una mirada, una luz, una canción nos llevan directo al corazón de las historias. Un libro delicioso que confirma que Claudia Piñeiro brilla en todos los géneros literarios.
#LIBROS #reseñas2021#novedades2021 #bookstagram #bookstagrammer #bookstagramespaña #booksaddict #bookish #teatro #instabook
jueves, 2 de septiembre de 2021
CATEDRALES
miércoles, 25 de agosto de 2021
QUIÉN NO
Claudia Piñeiro nunca defrauda, da igual novela, cuento o relato, capta la esencia humana en un toque, en un golpe de efecto, en una mirada.
Estos relatos son como el juego de ¿Quien no? y desvelan todo aquello que no y lo qué si. Dieciseis cuentos que escarban en las relaciones familiares, la mentira, las apariencias, el amor y todo aquello que ocultamos, conscientemente o no...!
Muy recomendable🌞🌞🌞
Sinopsis: (ed. Alfaguara)
Los relatos de Quién no presentan breves escenas cotidianas con las que todos podemos sentirnos identificados. Algunas son rarezas que pasan inadvertidas, pequeñas obsesiones que hacen su juego en medio de la rutina de los días; otras pueden llevar al crimen, pero siempre anidan en lo más secreto de las personas.
Un hombre egoísta realiza un acto generoso, un muerto puede hablar a través de sus pertenencias, un solitario vive su noche de amor de la manera más absurda, una pareja crea su propio infierno, un escritor famoso se oculta en su prestigio, y así, como ellos, todos los protagonistas de estas historias se ven enfrentados a fantasmas más o menos reales.
En estos cuentos certeros, cercanos y valientes corre la sangre, a veces a borbotones, y otras como un filo hilo rojo sobre cualquier tejido, para recordarnos que nadie e stá a salvo de la violencia y que detrás de nuestras máscaras de gente normal todos somos «un poco raros».
#LIBROS #reseñas2019 #novedades2019
lunes, 23 de agosto de 2021
LAS GRIETAS DE JARA
Creo que este es uno de los pocos libros de Claudia Piñeiro que no había leído, por eso agradezco a Alfaguara su reedición en España (la primera es de 2009) que me ha dado la oportunidad de subsanar esta carencia.
Las grietas de Jara es una novela de arquitectos, de ahí las grietas literales y de personas, de ahí las grietas figuradas. Su protagonista tiene 45 años y una vida aparentemente perfecta, pero las grietas acechan en cualquier lugar, en cualquier pared y, hasta aqui puedo leer...
Un thriller psicológico, una novela negra típicamente Piñeiro, una novela que me ha "quitado el sueño".
Muy recomendable!!!🌞🌞🌞
Autora galardonada con el Premio Pepe Carvalho de Novela Negra 2019
La autora de Las viudas de los jueves demuestra una vez más su capacidad para construir personajes y contar historias en las que el suspense no impide la pintura social ni la crítica
Novela ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2010
Sinopsis (ed. Alfaguara)
¿Qué precio hay que pagar para dar una vuelta de timón y decidirse a vivir los propios sueños?
Aunque Pablo Simó quiere construir la torre de sus sueños, se limita a dibujarla: hace veinte años que trabaja en un estudio de arquitectura que no puede o no quiere dejar. Veinte años son también los que lleva casado con Laura, a quien solo lo unen la costumbre y una hija típicamente adolescente.
Cuando una joven llegue inesperadamente al estudio buscando a Nelson Jara, comenzará a revelarse la trama en la que Simó está implicado junto a su jefe y una compañera de trabajo. La aparición de la muchacha y las derivaciones de ese hecho del pasado abrirán una grieta en la precaria estabilidad del arquitecto, que verá derrumbarse una a una las certezas que lo sostenían.
#LIBROS #reseñas2019
sábado, 6 de enero de 2018
ELENA SABE
Acostumbrada a la sutil ironía y el velado humor que Claudia Piñeiro vierte en sus novelas, inicié la lectura de Elena sabe, una de las pocas obras de la autora que no había leído. Y no hay humor, ni tan siquiera ironía; hay bofetadas de realidad cruel, sentimientos antiguos y nuevos, dolor, enfermedad, prohibiciones, negación, frustración, muerte, relaciones patológicas, maternidad....
Elena sabe, transcurre en un solo día en el que se repasa una vida y se investiga una muerte. Es una lectura tan desasosegante que menos mal que tiene sólo 175 páginas porque de ser más larga tendría que haberla dejado a medias.
Elena sabe me ha dejado un poso amargo que tardaré en borrar de mi mente y eso es prueba de la maestría de Claudia Piñeiro, a pesar de la escasa empatía con los personajes, una no puede dejar de leer.
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domingo, 31 de diciembre de 2017
LAS MALDICIONES
Aparte de tratar ese tema, que sirve para forjar la trama de la novela, es una lección magistral de las nuevas formas de la política. De cómo se trata la información para que haga su efecto en las masas.
En medio de todo ese mundo hay una historia que te hace leer y leer hasta ver su desenlace.
Sus personajes bien definidos. La historia con su intriga, su pellizco, y en medio la política, con todos sus matices: egoísmo, poder, ambiciones, miedo …
Me imagino que a los argentinos esta historia les será en parte conocida. Aunque en el fondo es una historia que desgraciadamente se repite en todas partes. A mí me ha gustado y lo recomiendo.
Y como consecuencia personal, me doy cuenta que no soy yo sola la que tiene el carnet del partido caducado.
Y esta es mi opinión, acerca de la novela:
La vida y obra de Fernando Rovira (cambien un par de letras del apellido) un líder "carismático" que va a cambiar la vida de los argentinos con sus "ideas".....
Con un estilo muy reconocible la escritora relata el desembarco de un político y sus asesores, paralelamente las vidas privadas llenan la novela de ...realidad, la realidad de "cambiar todo para que nada cambie", la realidad de considerar a los votantes menores de edad, la realidad del marketing y el engaño, la pura realidad!!!
Quizás le sobren datos históricos aunque a mí me ha gustado esa "contrahistoria argentina" pero con un mínimo de reflexión sientes un escalofrío de miedo recorriendo tu columna vertebral!!!
La recomiendo, mucho!!!
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viernes, 1 de diciembre de 2017
UNA SUERTE PEQUEÑA
No sé como se las arregla Claudia Piñeiro para tocar el corazón de los que la leemos, no se como se arregla para transmitir sentimiento sin ser "sentimental" y para lograr que Una suerte pequeña pueda suceder a cualquier mujer, en cualquier lugar del mundo.
En primera persona, Mar...y Lohan, narra su vida y, sin detenerse en detalles innecesarios, logra transmitir vívidamente, infancia, adolescencia y edad adulta; un tránsito difícil que se dirige inexorablemente hacia el principio, hacia donde todo empezó....
¿Es una novela triste?, no, es una novela real con las pequeñas miserias que nos acompañan, las pequeñas alegrías, los pequeños triunfos y los fracasos (pequeños o grandes); no es una historia pequeña, es la vida misma¡
Me ha encantado¡¡¡
En las dos décadas pasadas en los Estados Unidos, esa mujer dañada ha reconstruido su vida, gracias al amor y al apoyo de un ser generoso, aunque la vieja herida sigue allí, bajo una fina capa de piel. De vuelta en el suburbio donde ha vivido, deberá enfrentarse con sus fantasmas y, cuando el pasado vuelva como un torrente, habrá llegado el momento no sólo de encontrarse con aquellos que formaron parte de su drama personal sino con su propia capacidad para convertir el presente en un futuro sanador.
Debería haber dicho que no, que no era posible, que no podía viajar. Decir lo que fuera. Pero no lo dije. Me di explicaciones a mí misma, una y mil veces, acerca de por qué, aunque debería haber dicho que no, terminé aceptando. El abismo atrae. A veces sin que seamos conscientes de esa atracción. Para algunos, atrae como un imán. Son los que pueden asomarse, mirar hacia abajo y sentirse capaces de saltar. Yo soy una de ellos. Capaz de soltarme en el vacío, de caer para ser —al fin— libre. Aunque se trate de una libertad inútil, una libertad que no tendrá después. Libre sólo en el instante que dure la caída.
lunes, 21 de agosto de 2017
UN COMUNISTA EN CALZONCILLOS
“Los turboventiladores le traen alivio al pueblo.” Así decía mi padre. Y yo le creía. Por ese entonces, no conocía a nadie que tuviera en su casa aire acondicionado y los ventiladores comunes habían quedado desactualizados frente a esos artefactos cuadrados que podían inclinarse en distintas posiciones y que en los modelos más sofisticados permitían que la parrilla plástica frontal girara en sentido contrario a las paletas internas distribuyendo el aire de forma más equitativa. “Distribución de aire equitativa”, ésa era la frase exacta que mi papá usaba cuando ofrecía los turboventiladores más caros a los posibles clientes. La frase del alivio del pueblo la usaba sólo dentro de casa y la decía con entonación, como si imitara el discurso de un político. Salía por la mañana, con el baúl del auto cargado, y recorría las calles que el día anterior había marcado con fibra roja en fotocopias de la guía Filcar. Tocaba los timbres de cada casa ofreciendo el producto. Había turbos blancos, beige, símil madera y grises; no sé si eran lindos, pero a mí me parecía que lo eran. Sin embargo, nada es perfecto. Tampoco un turboventilador. Y el peor defecto que tenían no era el ruido que hacían sino la tierra que se juntaba entre las varillas de la parrilla frontal. Pero de eso, de los defectos, nunca hablé con mi papá. Ni del ruido ni de la tierra acumulada. Al turbo que teníamos en casa yo misma, todos los días, le repasaba las varillas con una franela, una por una, para que él no notara la suciedad."
sábado, 5 de agosto de 2017
BETIBÚ
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"Los lunes son los días que lleva más tiempo entrar en el Club de Campo La Maravillosa. La cola de empleadas domésticas, jardineros, albañiles, plomeros, carpinteros, electricistas, gasistas y demás obreros de la construcción parece no terminar nunca. Gladys Varela lo sabe. Por eso se maldice, ahí donde está, parada frente a la barrera de la que cuelga el cartel “Personal y proveedores”, detrás de por lo menos otras quince o veinte personas que, igual que ella, intentan entrar. Se maldice por no haber cargado la tarjeta electrónica que le permitiría el acceso directo. Pero es que la tarjeta vence cada dos meses y los horarios en los que se puede hacer el trámite para recargarla coinciden con los horarios en los que ella trabaja para el señor Chazarreta. Y el señor Chazarreta no tiene buen carácter. O al menos no tiene buena cara y a Gladys, esa cara, la intimida. Aunque ella no sabe si el gesto con que él la mira se debe a que es hosco, o seco, o de poco hablar. Pero sea lo que fuere, ésa es la razón por la que no se atrevió hasta ahora a pedirle salir antes o tomarse un rato para ir a la guardia a recargar su tarjeta de ingreso. Por la cara con que la mira. O no la mira, porque en realidad rara vez el señor Chazarreta lo hace. Mirarla. Mirarla a ella. Mira en general, mira alrededor, mira hacia el jardín, o mira una pared en blanco. Siempre con mala cara, serio, como enojado. También, con todo lo que tuvo que pasar, se entiende. Por suerte ella tiene, al menos, el permiso de ingreso firmado, eso sí; entonces tendrá que hacer la cola, como de hecho la está haciendo, pero nadie va a llamar al señor Chazarreta para que autorice su entrada al barrio.Al señor Chazarreta no le gusta que lo despierten, y cada tanto él duerme hasta tarde. Cada tanto se acuesta a cualquier hora. Y toma. Mucho. Gladys cree, o sospecha. Porque ella con frecuencia encuentra un vaso y una botella de whisky en el lugar de la casa donde el señor Chazarreta cayó dormido la noche anterior. A veces es el dormitorio. Otras veces el living, o la galería, o el cine ese que tienen en la planta alta. Tienen no, tiene, porque el señor Chazarreta vive solo desde la muerte de su mujer. Pero de eso, de la muerte de su mujer, Gladys no pregunta, ni sabe, ni quiere saber. Con lo que vio en el noticiero le alcanza."
miércoles, 2 de agosto de 2017
TUYA
Para leer en una tarde¡
" Me puse el pijama y me metí en la cama. Estaba incómoda. Daba vueltas para un lado y el otro. Traté de relajarme. Respiración profunda y esas cosas. Nada. Me levanté y bajé al living. Me senté en el sillón. La lluvia era cada vez más fuerte. Me imaginé el barro que habría en los bosques de Palermo para ese entonces. Me imaginé a Ernesto dando vueltas con el auto para poner en claro sus ideas. Me lo imaginé en la ruta de camino a casa, manejando bajo esa lluvia. Me acordé de las escobillas, de las de mi auto. De esa que no barría y que tendría que haber cambiado hacía meses. La izquierda. Y me dije: "Mejor ocuparme en algo útil mientras espero". Y fui al garaje a cambiar las escobillas. Ernesto siempre tiene repuestos para el auto. Bujías, fusibles, esas cosas. Yo sé bastante de mecánica, pero él no sabe qué sé, porque ocuparse de los autos es una tarea de los hombres, y como decía mi mamá, el día que cambias un cuento, sonaste, porque ya creen que sos plomera diplomada y no agarran un destornillador ni que se esté inundando la casa. Abrí la caja donde Ernesto guardaba los repuestos y la revolví. Las escobillas estaban debajo de todo. En realidad debajo de todo no; cuando saqué las escobillas encontré un sobre que, por supuesto, abrí. Porque yo tengo mucha intuición, y sabía que tenía que abrirlo. ¿Y qué había adentro? Más cartas de Tuya. Con el rouge de Tuya. "¡Qué diálogo de mierda hay que tener para necesitar tanta carta!", pensé. Las leí. Eran una asquerosidad. "Este hombre es un reverendo idiota", pensé, "¿en cuántos lugares de la casa habrá dejado pistas de su romance?". Tiré las escobillas al cuerno y me puse a hacer una revisión a fondo de toda la casa. Yo ya le venía revisando desde hacía un tiempo bolsillos, attaché, cajones del escritorio, la mesita de luz, la guantera. Pero la caja de repuestos del auto supera la imaginación de cualquiera. Agité libros, desarmé bollos de medias, saqué fondos de valijas y bolsos. Sólo encontré una foto carnet de Ernesto, atravesada por los labios de Tuya. Adentro de una cajita de preservativos. La foto tenía una dedicatoria: "Para que los disfrutemos juntos". Fue en ese momento en que me quedó claro por qué Dios puso ese tronco donde lo puso. Guardé la foto y los preservativos con el material que había encontrado en mi primera revisión, unas semanas atrás. Pensé en quemar todo antes de que viniera Ernesto. Dadas las circunstancias, no se podía correr el riesgo de que alguien las encontrara. Pero no sé, las guardé. Una nunca sabe. Yo había armado una especie de escondite en el garaje cuando todavía no había abierto mi cuentita en el banco. Un trabajo verdaderamente prolijo: había aflojado un ladrillo, lo había sacado limpito, lo había partido al medio, y otra vez al lugar de donde lo había sacado. Pero esta vez sólo la mitad del ladrillo. Con los billetitos atrás claro. Los billetitos ahora están en un lugar más seguro. "¡Vaya uno a saber dónde terminan estas porquerías!", pensé mientras doblaba las fotos y las notas para que entraran. "