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sábado, 28 de agosto de 2021

FAMILIAS FATALES


Cuarta entrega de la saga Ríos de Londres, protagonizada por Peter Grant agente de la Policía Metropolitana de Londres.


No tengo remedio! De mi biblioteca de cabecera #bibliotecadiputacioncoruña me traje la cuarta entrega de la serie Ríos de Londres, esa mezcla detectivesco-mágica con la que nos obsequia anualmente el inefable Ben Aaronovitch y....?? Pues realmente esta fantasía no es lo mío, indudablemente es original y Aaronovitch escribe bien, pero tanta hada, duende y hombre sin rostro me superan, creo que he llegado a mi límite fantastico, pero tod@s los interesados podéis consultar los detalles en la página de la editorial británica de los libros: https://www.penguinrandomhouse.com/series/BP9/rivers-of-london


SINOPSIS (Ozeditorial) 

¿Podrá el agente Peter Grant detener al mago más peligroso de Londres?

El cuerpo mutilado de una mujer y ni rastro de magia: eso es lo único que el agente Peter Grant encuentra en la escena del crimen. Pero tiene razones para creer que el asesino practica la magia… Todas las pistas apuntan al mismo lugar: el Skygarden, una torre diseñada por un loco y habitada por personas desesperadas. Dispuestos a resolver el misterio, Peter Grant y su mentor, el inspector Nightingale, se adentrarán en las tinieblas más allá del Támesis, donde se esconden los secretos más oscuros de Londres. «Las novelas de Aaronovitch son divertidas, encantadoras, ingeniosas y emocionantes, y dibujan un mundo mágico muy cerca del nuestro.»

#LIBROS #reseñas2019 #novedades2019 #novelafantasticapoliciaca🕵️‍♂️🧙‍♂️


 

lunes, 14 de agosto de 2017

RÍOS DE LONDRES


Primera entrega de la saga Ríos de Londres, protagonizada por Peter Grant agente de la Policía Metropolitana de Londres.

RESEÑADO POR GLORIA GONZÁLEZ para LIBROS
7 de Enero de 2013
Acabo de leer "Ríos de Londres", de Ben Aaronovitch.
Es una novela detectivesca que se desarrolla en Londres con buenas dosis de fantasía. Lo que ahora llaman una novela de "fantasía urbana".
Afortunadamente ignoré este hecho (lo hice porque las novelas del género fantástico no suelen atraerme), pero también ignoré la frase de la portada que reza "Lo que sucedería si Harry Potter ingresara en la policía metropolitana" (no tiene nada que ver con Harry Potter, a mi parecer, aunque exista magia). Sólo hice caso de mi interés por probar nuevos géneros y de algunas buenas críticas. Y me alegro de haberlo hecho.
No es una gran obra, pero es fresca y entretenida, su personaje principal tiene una peculiar forma de ver la vida, con sentido del humor, y sobre todo está bien escrita. Se nota que su autor es guionista de televisión. En realidad, más que lo fantástico, me ha parecido que la trama utiliza lo mitológico, tradicional o inventado, con todos esos ríos, afluentes y arroyos de Londres representados por espíritus.
Algunos "peros" también podría decir, pero se los perdono por ser la primera de una saga.

Ríos de Londres (fragmento)

1
TESTIGO OCULAR

"Todo empezó a la una y treinta de la fría madrugada de un martes de enero. Martin Turner, artista callejero y, según sus propias palabras, aprendiz de gigoló, tropezó con un cuerpo frente al pórtico oriental de la iglesia de St. Paul en Covent Garden. Martin no estaba precisamente sobrio y en un primer momento pensó que el cuerpo pertenecía a uno de los muchos juerguistas que se
decantaban por emplear la plaza como lavabo y dormitorio al aire libre. Siendo Martin un avezado londinense, no le dedicó más que la «mirada estilo Londres», una rápida ojeada para saber si se trataba de un borracho, de un loco o de alguien en apuros. En realidad es muy posible que las tres condiciones se reúnan en una sola persona, y es por ello por lo que en Londres ejercer de buen samaritano se considera un deporte de riesgo. Viene a ser como el salto base o la lucha libre con cocodrilos. Martin tomó nota del abrigo y los zapatos de buena calidad, y ya había clasificado aquel cuerpo como el de un borracho
cuando se dio cuenta de que le faltaba la cabeza. Martin hizo notar a los detectives que le entrevistaron que había sido una suerte estar borracho, porque, si no, habría perdido el tiempo en chillar y correr de un lado para otro, sobre todo después de darse cuenta de que había metido los pies en un charco de sangre. En cambio, había marcado el 999 con la lenta y metódica paciencia de los borrachos aterrorizados, y había preguntado por la policía."