jueves, 12 de octubre de 2017

EL COLOR DE LOS SUEÑOS


RESEÑADO por Rossana Cabrera para LIBROS,  el 26 de Agosto de 2014.
Una chica que trabaja en una librería, que es "salvada" de acuerdo a lo que se dice por ahí, por los libros y Nueva Orleans de telón de fondo, me parecieron unos ingredientes que no podía dejar pasar. (¿Verdad que hay una enorme cantidad de libros ambientados en esa ciudad? ¿O será que yo siento predilección y los busco?).
Bueno, la portada debió avisarme que no buceara o me iba a dar contra las piedras, pero no me previne.
No es malo con ganas, pero es chatito como agua de charco.
A veces vienen bien, esas liviandades.

Sinopsis (Ed. Maeva)
Ruta Sepetys, la autora de Entre tonos de gris, crea una protagonista inolvidable en la apasionante ciudad de Nueva Orleans.En una ciudad llena de peligros, Josie Moraine encontrará en los libros el valor para soñar con un futuro mejor. Nueva Orleans, 1943. Josie, una niña de diez años, acompaña a su madre Louise, a ver a Willie, la dueña del burdel más famoso de la ciudad, para que vuelva a darle trabajo. Willie siente una simpatía inmediata por Josie y le concede una nueva oportunidad a su madre. Siete años más tarde, gracias a Willie, Josie ha conseguido trabajo en una librería en cuya trastienda vive para mantenerse apartada de Louise todo lo posible. A cambio, echa una mano limpiando en el burdel y ayuda a Willie con las cuentas, pues se ha convertido en una de sus personas de confianza. Pero Josie sueña con una vida mejor. Se hace amiga de Charlotte, una chica de buena familia que está de visita en la ciudad, y empieza a albergar el ferviente deseo de abandonar Nueva Orleans e ingresar en la universidad. Aunque ese futuro parece estar muy por encima de sus posibilidades, hará lo posible, con todo su esfuerzo y la ayuda de sus amigos, por cumplir su sueño.

El color de los sueños (fragmento)

1Mi madre es una prostituta. No de esas rastreras que hacen la calle. La verdad es que es muy guapa, habla bastante bien y viste ropa bonita. Pero se acuesta con hombres a cambio de dinero o regalos, lo cual, de acuerdo al diccionario, la convierte en una prostituta.
Empezó a dedicarse a esto en 1940, cuando yo tenía siete años, el año que nos mudamos de Detroit a Nueva Orleans. Tomamos un taxi que nos llevó directamente desde la estación de tren a un lujoso hotel en St. Charles Avenue. Madre conoció a un tipo de Tuscaloosa en el vestíbulo mientras tomaban una copa. Me presentó como su sobrina y le contó al hombre que me estaba acompañando para llevarme de nuevo junto a su hermana. Me guiñaba el ojo todo el rato y me dijo en voz bajita que me compraría una muñeca si le seguía la corriente y la esperaba. Aquella noche dormí en el vestíbulo, soñando con mi muñeca nueva. A la mañana siguiente, Madre se instaló en una gran habitación en el hotel, con ventanas altas y jaboncitos redondos que olían a limón. Recibió una caja de terciopelo verde con un collar de perlas de parte del hombre de Tuscaloosa.
– Josie, esta ciudad nos va a tratar bien –dijo Madre, desnuda de cintura para arriba frente al espejo,admirando sus perlas nuevas.
Al día siguiente, un chofer de piel oscura llamado Cokie llegó al hotel. Madre había recibido una invitación para visitar a alguien importante en el Barrio Francés. Me obligó a darme un baño e insistió en que me pusiera un vestido bonito. Incluso me colocó un lazo en el pelo. Parecía una tonta, pero no le dije nada a Madre. Solo sonreí y asentí.

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