martes, 1 de agosto de 2017

EL CONFIDENTE



RESEÑADO POR JUAN ANTONIO CARRERA CASTILLO 19 de mayo 2012
.
He leído El confidente de Hélène Grémillon. Camille, una joven editora, recibe unas cartas anónimas en la que le cuentan una historia que se remonta a cuarenta años atrás en la que se relata la frustración de una pareja por no poder tener hijos y los medios que emplean para lograrlo. Novela interesante en la que se mezclan amores imposibles, celos, sentimientos contrapuestos y una buena dosis de intriga. Está bien, me ha gustado.

LIBROS Gracias Juan Antonio, con tu reseña apetece leerlo, una dosis de "intriga controlada" va bien a cualquiera. Y esta es mi opinión:
Pues, la verdad, tenía bastantes expectativas con respecto a esta novela (pendiente desde hace tiempo) y ha resultado un verdadero fiasco, llena de casualidades sin fin, con personajes que rozan lo absurdo y final ad hoc. No me ha convencido, en absoluto.

Sinopsis (ed. Grijalbo)
París, 1975. Camille, una joven editora parisina, acaba de saber que está embarazada. Sin embargo, al poco tiempo de conocer su estado, pierde a su madre en un accidente de tráfico. Entre las cartas de condolencia que recibe, encuentra una, anónima y sin remitente, que de forma inesperada inicia la narración de una historia ocurrida cuarenta años atrás.
A partir de entonces, Camille recibe todas las semanas una de esas sorprendentes cartas. En ellas, un misterioso confidente le revela la apasionante historia de dos mujeres que, durante la ocupación nazi de Francia, lucharon por el amor de un mismo hombre y por un mismo sueño: convertirse en madres. Camille, embarazada y aún en duelo, se sentirá cada vez más intrigada y atraída por esta historia hasta que, poco a poco, vaya descubriendo por qué es ella la destinataria de semejante confesión.
#LIBROS #reseñas2021

Y ahora un fragmento, como es habitual en nuestro blog:

" Debía de tratarse de un error, yo no conocía a ningún Louis ni a ninguna Annie. Le di la vuelta al sobre; sin embargo llevaba mi nombre y mi dirección. Sin duda, alguien que se llamaba igual que yo. Seguro que el tal Louis se daría cuenta de que se había equivocado. Dejé de hacerme preguntas y terminé de abrir las otras cartas, esas sí eran todas de pésame.
Tuve tanto miedo de que aquellas cartas estuvieran hablando de mi....."

No hay comentarios:

Publicar un comentario